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			27/10/2025@16:34:14
		 
				La ONU ha exigido un alto al fuego inmediato en El Fasher, Sudán, ante la alarmante situación de miles de civiles atrapados en combates intensos y sin acceso a alimentos ni atención médica. Tom Fletcher, coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, expresó su preocupación por las numerosas muertes y el asedio que enfrenta la ciudad, controlada por las Fuerzas de Apoyo Rápido. Este conflicto ha generado una crisis humanitaria devastadora, desplazando a más de 11,7 millones de personas. La ONU condena los ataques a civiles y hospitales y demanda rendición de cuentas por violaciones del derecho internacional. 
		
			
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				Más de un millón de personas han regresado a Jartum, Sudán, en los últimos diez meses, tras haber sido desplazadas por la guerra civil que ha afectado al país desde 2023. Este retorno se produjo entre noviembre de 2024 y septiembre de 2025, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). A pesar de la resiliencia mostrada por las familias que buscan reconstruir sus vidas, Jartum sigue enfrentando una grave crisis humanitaria con servicios básicos insuficientes y brotes de enfermedades como cólera y malaria. Se estima que otros 2,7 millones podrían regresar si mejoran las condiciones. La situación es crítica en regiones como El Fasher, donde miles permanecen atrapados en medio de la violencia. La OIM hace un llamado urgente a silenciar las armas y encontrar soluciones duraderas para el pueblo sudanés. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				La ONU alerta sobre el riesgo inminente de atrocidades en El Fasher, Sudán, donde al menos 91 civiles han muerto entre el 19 y el 29 de septiembre debido a bombardeos y ataques con drones. La situación se agrava por la intensificación de los combates, lo que pone en peligro a la población civil y sugiere un posible desplazamiento forzado. Se requiere una acción urgente para proteger a los civiles, garantizar su paso seguro y facilitar el acceso humanitario ante la escasez crítica de alimentos y atención médica. La comunidad internacional debe intervenir para prevenir abusos y asegurar el respeto por los derechos humanos en la región. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				El conflicto en Sudán ha dejado a 13 millones de niños fuera de la escuela, según alertan agencias humanitarias. A medida que la guerra se prolonga, el Programa Mundial de Alimentos advierte sobre el aumento de la malnutrición infantil y la falta de asistencia a familias desplazadas. Aunque cerca del 45% de las escuelas han reabierto, muchos niños siguen sin acceso a la educación, lo que impacta negativamente en sus vidas al privarles de alimentos, agua y apoyo emocional. La situación es crítica y requiere urgentemente más fondos internacionales para abordar las necesidades humanitarias y educativas en el país. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				La situación en El Fasher, Sudán, es crítica tras 500 días de asedio, afectando a 260,000 civiles, incluidos 130,000 niños. Las Fuerzas de Apoyo Rápido han bloqueado todas las líneas de suministro, dejando a la población sin ayuda humanitaria esencial. UNICEF alerta sobre una "tragedia devastadora", con niños muriendo de hambre y sufriendo graves violaciones de derechos. La falta de acceso humanitario ha llevado a un aumento de muertes por desnutrición y enfermedades como el cólera. La comunidad internacional debe actuar urgentemente para permitir el acceso a asistencia vital y proteger a los niños en esta crisis humanitaria. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				Adam Ibrahim, un trabajador humanitario de la ONU, se convirtió en refugiado tras el estallido del conflicto en Sudán a principios de 2023. A pesar de huir con su familia para buscar seguridad, decidió regresar a su ciudad natal, Zalingei, para ayudar a quienes aún sufren las consecuencias de la guerra en Darfur. Sudán enfrenta una crisis humanitaria grave, con más de 30 millones de personas necesitadas de asistencia urgente y un plan de respuesta humanitaria que carece de financiación adecuada. Ibrahim relata su desgarrador viaje como refugiado y su compromiso por servir a los demás en medio de la devastación. Actualmente, trabaja en El Geneina, donde las necesidades humanitarias son críticas y muchas organizaciones han reducido sus operaciones debido a recortes en los fondos. Su historia destaca el sacrificio personal y la esperanza en un futuro mejor para Sudán. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				En Sudán, la población civil enfrenta un creciente temor y miseria en medio de un conflicto que se prolonga por más de dos años. Las milicias han amenazado a los desplazados, advirtiendo que aunque huyan, serán encontrados. La ONU estima que se necesitan 130 millones de dólares para asistir a 800,000 personas en Darfur y reubicar a 239,000 refugiados en Chad. Además del conflicto entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido, el país sufre un brote de cólera, con casi 100,000 casos reportados desde julio. La situación humanitaria se agrava debido a la falta de acceso a agua potable y saneamiento, así como la amenaza de municiones sin explotar en áreas urbanas. Sin acciones urgentes, muchas vidas están en riesgo. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				Las noticias del lunes destacan la grave situación en Gaza, donde los desplazados enfrentan obstáculos para recibir ayuda humanitaria, y la propagación del cólera en Sudán, que amenaza a más de 640.000 niños en Darfur del Norte. En Uganda, se prevé que el número de refugiados alcance casi dos millones debido a crisis regionales. Además, un tratado internacional se negocia en Ginebra para abordar la creciente contaminación por plásticos, que podría triplicarse para 2060 si no se toman medidas. La reunión busca establecer un acuerdo vinculante para mitigar esta crisis ambiental. | 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				Al menos 20 civiles han perdido la vida en recientes ataques perpetrados por las Fuerzas de Apoyo Rápido en El Fasher, Darfur del Norte, donde se atacaron una mezquita y un hospital. La ONU ha condenado estos asaltos, subrayando que el hospital saudí es el último centro médico operativo en la ciudad, crucial para atender a miles de personas afectadas por el conflicto. Estos ataques han intensificado la crisis humanitaria en Sudán, que enfrenta una guerra civil desde abril de 2023, dejando a más de 30 millones de personas necesitadas de asistencia y provocando el desplazamiento de alrededor de doce millones. La ONU exige un cese inmediato de las hostilidades y protección para los civiles y las instalaciones sanitarias. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha expresado su grave preocupación por la crisis humanitaria en El Fasher, Sudán, donde las hostilidades han aumentado y los civiles están en riesgo. Guterres hizo un llamado urgente a cesar las combates y garantizar la protección de los civiles, así como el acceso humanitario seguro. La situación se ha deteriorado tras un ataque reciente a una mezquita que dejó decenas de muertos. Las condiciones en la región son críticas, con un aumento del riesgo de violencia étnica y una hambruna declarada. Guterres instó a un diálogo inmediato entre las partes en conflicto y a una acción internacional coordinada para apoyar al pueblo sudanés. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				Un devastador alud en la aldea de Tarsin, situada entre los estados sudaneses de Darfur Central y Meridional, ha dejado hasta mil muertos, según informes preliminares de la ONU. Este desastre se produce en medio de una brutal guerra que ha desplazado a millones y ha llevado a comunidades al borde de la hambruna. Las intensas lluvias fueron la causa del deslizamiento, y las agencias humanitarias están movilizándose para proporcionar asistencia a los afectados. La situación es crítica debido a las dificultades de acceso a la zona por el conflicto en curso, lo que agrava aún más el sufrimiento de la población. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				En Sudán, aproximadamente 90 civiles han sido asesinados en un periodo de diez días en la región de Darfur, con indicios de que algunos crímenes tienen un carácter étnico. La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado su preocupación por el aumento de la violencia y las ejecuciones sumarias, especialmente en el campamento de Abu Shouk, donde la mayoría de las víctimas pertenecían a la tribu Zaghawa. Además, se reporta un incremento alarmante de casos de cólera en el país, exacerbando una crisis humanitaria ya crítica. La situación se complica con ataques a convoyes humanitarios y el secuestro de desplazados internos, lo que pone en riesgo la asistencia necesaria para la población afectada. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				La situación en El Fasher, capital de Darfur del Norte, es crítica debido al hambre extremo y la violencia. Cientos de miles de personas enfrentan un conflicto armado que ha llevado a niveles catastróficos de desnutrición, con 25 millones de sudaneses en riesgo de hambre aguda. La ONU denuncia ataques sistemáticos contra civiles y exige acceso humanitario inmediato. Las Fuerzas de Apoyo Rápido han sitiado la ciudad durante más de un año, bloqueando la ayuda y provocando un aumento en los saqueos y la violencia sexual. Se alerta sobre el riesgo de persecución étnica mientras las fuerzas rebeldes intentan tomar control de la zona. El Programa Mundial de Alimentos tiene asistencia lista para ingresar, pero necesita garantías de seguridad para hacerlo. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				El conflicto armado en Sudán está intensificando la crisis humanitaria, afectando especialmente a mujeres y niños. Según un informe de ONU Mujeres, los hogares liderados por mujeres enfrentan un riesgo tres veces mayor de inseguridad alimentaria grave. El 75% de estos hogares no puede satisfacer sus necesidades alimentarias básicas, y las desigualdades de género se agravan debido al desplazamiento forzado y la falta de recursos. La situación es crítica, con niños muriendo por hambre y enfermedades, mientras organizaciones locales luchan por proporcionar asistencia sin suficientes fondos. La comunidad internacional debe actuar urgentemente para evitar una catástrofe humanitaria irreversible en el país. 
		
		
		
		 
		
			
		
			
				Más de 640.000 niños en Darfur del Norte, Sudán, están en grave riesgo debido a la propagación del cólera, según UNICEF. Se han reportado más de 1180 casos, incluyendo aproximadamente 300 en niños, y al menos 20 muertes en Tawila, una ciudad que alberga a más de medio millón de desplazados por la violencia. Las condiciones de vida precarias, como el acceso limitado a agua potable y la falta de servicios de salud, han facilitado el brote. La situación se agrava con la guerra en curso y la hambruna declarada en varias localidades. UNICEF hace un llamado urgente para garantizar el acceso humanitario y necesita 30,6 millones de dólares para su respuesta a esta crisis sanitaria. |  |