Los recortes en los presupuestos de ayuda humanitaria están dejando a millones de personas que huyen de conflictos bélicos, como el de Sudán, sin la asistencia y protección necesarias. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha alertado que aproximadamente 1.400 millones de dólares en sus programas están cerrados o suspendidos.
Este drástico recorte se debe principalmente a la disminución de la ayuda extranjera proveniente de países donantes como Suecia, Francia, Japón y Estados Unidos. En este contexto, la directora de Relaciones Externas de ACNUR hizo un llamado urgente a los donantes para que amplíen su financiamiento, señalando que hasta 11,6 millones de refugiados y otras personas podrían perder acceso este año a la asistencia humanitaria directa.
Impacto en servicios esenciales
La situación es alarmante, ya que esta cifra representa cerca de un tercio de las personas atendidas por la organización el año anterior. Dominique Hyde, durante una conferencia en Ginebra, enfatizó: “No podemos detener el suministro de agua ni el saneamiento; sin embargo, debemos tomar decisiones difíciles en áreas como alojamiento”. En Sudán, por ejemplo, el 60% de las personas desplazadas por violencia ya no tienen acceso a refugio.
Muchos sudaneses han llegado a Chad desde Darfur y se encuentran desprovistos incluso de refugios básicos. Además, miles permanecen atrapados en zonas fronterizas remotas en Sudán del Sur. “Con un poco más de apoyo podríamos trasladarlos a asentamientos”, añadió Hyde.
Servicios fundamentales afectados
Los recortes han tenido un efecto devastador sobre servicios críticos como el registro de refugiados, la protección infantil y la asesoría legal. En Sudán del Sur, el 75% de los espacios seguros para mujeres y niñas, que contaban con apoyo del ACNUR, han cerrado sus puertas. Esto ha dejado a cerca de 80.000 mujeres y niñas desplazadas sin acceso a atención médica ni apoyo psicosocial.
Hyde recordó que detrás de estas cifras hay “vidas reales en juego”, resaltando cómo las familias enfrentan decisiones desgarradoras entre alimentar a sus hijos o pagar medicinas. La reducción del apoyo está afectando todos los sectores operativos mientras se intensifica la crisis humanitaria.
Aumento del riesgo migratorio
A medida que las condiciones empeoran, muchas personas afectadas por la guerra en Sudán optan por trasladarse desde Chad y Egipto hacia Libia. Allí se entregan a traficantes que sobrecargan peligrosamente las embarcaciones, arriesgando sus vidas al intentar cruzar el Mediterráneo hacia Europa. Desde principios del año, se ha registrado un aumento del 170% en la llegada de refugiados sudaneses a Europa.
Aparte del incremento en los desplazamientos forzados, ACNUR ha destacado que también se han reducido las inversiones destinadas a fortalecer sistemas de asilo y promover procesos de regularización. En países como Colombia y México, la falta de estatus legal genera una inseguridad prolongada para quienes buscan refugio.
Crisis económica y humanitaria
La falta de recursos ha llevado a una profundización de la pobreza, excluyendo a muchos refugiados del empleo formal y exponiéndolos a situaciones de explotación y abuso. Una tercera parte de las 550 oficinas globales del ACNUR enfrenta dificultades debido a estos recortes.
No obstante, Hyde subrayó que “no estamos en condiciones para realizar una planificación exhaustiva; lo que sí podemos hacer es priorizar nuestras acciones”. Actualmente, esas prioridades son críticas ante el creciente número de necesidades insatisfechas.
Crisis inminente para 2025
Para el año 2025, ACNUR estima necesitar unos 10.600 millones de dólares; sin embargo, hasta ahora solo ha recibido un 23% de esa suma. “Nuestros equipos están enfocados en salvar vidas y proteger a quienes deben huir”, afirmó Hyde. Con fondos adicionales disponibles, ACNUR podría reanudar rápidamente su asistencia vital.
A medida que aumenta el desplazamiento forzado globalmente junto con una caída drástica en la ayuda humanitaria, ACNUR advierte sobre un “coctel letal" que pone en peligro la vida de millones.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
1400 millones de dólares |
Programas cerrados o suspendidos por ACNUR. |
11,6 millones |
Refugiados y otras personas en riesgo de perder asistencia. |
60% |
Desarraigados por la violencia en Sudán que ya no pueden ser albergados. |
75% |
Espacios seguros para mujeres y niñas que han cerrado en Sudán del Sur. |
80,000 |
Mujeres y niñas desplazadas sin acceso a atención médica y otros servicios. |
170% |
Aumento en la llegada de refugiados sudaneses a Europa desde principios de año. |
10,600 millones de dólares |
Necesarios para 2025, con solo un 23% recibido hasta el momento. |
Preguntas sobre la noticia
¿Cuántas personas están perdiendo asistencia humanitaria debido a los recortes de fondos?
Más de 11,6 millones de refugiados y otras personas corren el riesgo de perder acceso este año a la asistencia humanitaria directa de ACNUR.
¿Qué servicios fundamentales se ven afectados por los recortes?
Los recortes han impactado gravemente servicios como el registro de refugiados, la protección infantil, la asesoría legal y la prevención y respuesta a la violencia de género.
¿Cuál es la situación en Sudán del Sur respecto a los espacios seguros para mujeres y niñas?
El 75% de los espacios seguros para mujeres y niñas que recibían apoyo del ACNUR han cerrado, dejando a cerca de 80.000 mujeres y niñas desplazadas sin acceso a atención médica y apoyo necesario.
¿Qué consecuencias tienen los recortes en el desplazamiento forzado?
La falta de recursos ha llevado a un aumento en el número de refugiados sudaneses que intentan cruzar el Mediterráneo hacia Europa, con un incremento del 170% en comparación con el primer semestre de 2024.
¿Cuánto dinero necesita ACNUR para 2025 y cuánto ha recibido hasta ahora?
ACNUR necesita 10.600 millones de dólares para 2025, pero hasta el momento ha recibido apenas un 23% de ese monto.