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14/11/2025@14:18:08
En la COP30 celebrada en Belém, Brasil, las personas desplazadas por el clima exigen medidas de adaptación urgentes. Líderes comunitarios y refugiados de países como Haití y Etiopía destacan que la crisis ambiental es también una crisis humanitaria, afectando la dignidad y los derechos de millones. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) insta a integrar la movilidad climática en los planes de adaptación. Voces como la de Robert Montinard, un refugiado haitiano, subrayan la necesidad de que los afectados sean parte de la solución. La situación se agrava en regiones como Etiopía, donde el cambio climático intensifica conflictos por recursos. A medida que se discuten estrategias en la conferencia, se recuerda que la acción climática debe centrarse en proteger vidas y garantizar que nadie quede atrás.
La COP30, que se celebra en Belém, Brasil, reúne a miles de diplomáticos y expertos climáticos con el objetivo de transformar promesas en acciones concretas para combatir el cambio climático. La cumbre enfatiza la necesidad de menos negociaciones y más financiamiento, buscando obtener 1,3 billones de dólares anuales para inversiones climáticas. Con un enfoque en la Amazonía como un sumidero de carbono crucial, los delegados revisarán planes nacionales y establecerán indicadores globales para monitorear progresos en adaptación al cambio climático. La reunión se considera un punto de inflexión vital para cerrar la brecha de ambición en la reducción de emisiones y garantizar una transición justa hacia economías sostenibles.
Brasil ha lanzado un nuevo fondo para la protección de los bosques en el marco de la cumbre climática de la ONU en Belém. Este Fondo de los Bosques Tropicales para Siempre recompensará a los países que logren detener la deforestación, con el objetivo de que los bosques tengan mayor valor vivos que talados. Se estima que el fondo podría movilizar hasta 4000 millones de dólares anuales, beneficiando a 74 países y priorizando áreas como la Amazonía y la Cuenca del Congo. Además, un 20% de los pagos se destinará a comunidades locales, especialmente a pueblos indígenas. Esta iniciativa busca transformar la lucha contra el cambio climático y promover un financiamiento justo y sostenible para la conservación forestal.
Los nuevos compromisos climáticos de los gobiernos son insuficientes para frenar el calentamiento global, según el último Informe sobre la Brecha de Emisiones del PNUMA. A pesar de algunos avances, las proyecciones indican un aumento de la temperatura entre 2,3 y 2,5 °C este siglo, lejos de los objetivos del Acuerdo de París. Se requieren reducciones anuales de emisiones del 35% al 55% para cumplir con las metas de 2 °C y 1,5 °C. La retirada de Estados Unidos del tratado ha contrarrestado logros previos. El informe destaca que aunque existen soluciones tecnológicas disponibles, se necesita una acción climática más ambiciosa y rápida para evitar daños irreversibles.
La adaptación al cambio climático se vuelve urgente, especialmente para los países en desarrollo que enfrentan escasez de recursos. Simon Stiell, responsable de la ONU para el Cambio Climático, enfatiza la necesidad de que los fondos fluyan inmediatamente para implementar medidas efectivas ante fenómenos meteorológicos extremos. A pesar de que se estima que se requieren entre 160.000 y 340.000 millones de dólares, solo una pequeña parte llega a las naciones vulnerables. Con 67 países en desarrollo presentando planes de adaptación, se busca involucrar a comunidades locales e inversores en la financiación necesaria. La próxima COP30 en Belén abordará estas cuestiones críticas para asegurar un futuro sostenible.
La Cumbre sobre el Clima 2025, que se llevará a cabo en Nueva York, es crucial para abordar la creciente brecha entre el impacto del cambio climático y la respuesta política. Con fenómenos extremos como inundaciones y calor récord, la reunión busca presionar a los países para que aumenten sus compromisos climáticos antes de la COP30 en Brasil. El Secretario General de la ONU, António Guterres, enfatiza que los actuales compromisos son insuficientes para limitar el calentamiento global. La cumbre no solo representa una oportunidad para presentar nuevas medidas audaces, sino que también es vital para reconstruir la confianza en el multilateralismo y asegurar un futuro sostenible. Los resultados influirán en temas clave como justicia climática y financiación para naciones en desarrollo.
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Las negociaciones climáticas de la ONU han comenzado en Brasil, destacando la urgencia de abordar el cambio climático tras desastres recientes como el huracán Melissa en Cuba, que ha dejado más de 54.000 evacuados y daños significativos en cultivos y salud. Mientras tanto, Israel continúa limitando la ayuda a Gaza un mes después del alto el fuego, complicando los esfuerzos humanitarios. Las agencias de la ONU han iniciado una campaña de vacunación para niños en Gaza, enfrentándose a restricciones severas. Estos eventos subrayan la creciente crisis climática y humanitaria a nivel global.
El calentamiento global, los incendios y las plagas representan una grave amenaza para los bosques del mundo, según expertos de la ONU. En 2021, se quemaron 12,6 millones de hectáreas de bosque, un área comparable a Grecia, y 73 millones de hectáreas fueron afectadas por insectos y enfermedades. A pesar de un aumento del 11% en el almacenamiento de carbono desde 1990, la crisis climática pone en riesgo estos logros. La Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa advierte que si no se toman medidas urgentes en la próxima cumbre climática COP30 en Brasil, los bosques podrían convertirse en fuentes de emisiones de carbono, socavando los objetivos climáticos globales. Se requiere un enfoque renovado en la protección forestal para asegurar su vital función en el ecosistema.
Un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) revela un déficit financiero alarmante de 310.000 millones de dólares anuales necesario para la adaptación climática en países en desarrollo a partir de 2035. Esta cifra es doce veces mayor que los actuales flujos de financiamiento internacional, que solo alcanzan los 26.000 millones de dólares en 2023. Sin un aumento inmediato en la financiación, la adaptación global podría quedar muy rezagada frente a las necesidades crecientes debido al cambio climático. El informe destaca la urgencia de movilizar recursos tanto públicos como privados y subraya que la adaptación no debe considerarse un gasto, sino una inversión vital para proteger vidas y garantizar justicia climática.
Líderes latinoamericanos se unieron en la Cumbre sobre el Clima de la ONU para abordar la creciente crisis climática. El presidente de China, Xi Jinping, anunció una reducción del 7 al 10% en las emisiones para 2035, mientras que otros líderes, como Pedro Sánchez de España y Gabriel Boric de Chile, hicieron hincapié en la necesidad de actualizar metas climáticas y combatir el negacionismo. Sánchez propuso una reducción del 90% de emisiones para 2040, mientras que Boric abogó por una transición justa y rápida hacia energías renovables. La cumbre destacó la urgencia de actuar ante el cambio climático, con un llamado a inversiones más ambiciosas en energías limpias.
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