Un reciente informe interagencial ha revelado que, a pesar de que más del 90% de la población mundial cuenta con acceso a un servicio básico de electricidad, aún hay más de 666 millones de personas que viven sin este recurso esencial. Este alarmante dato pone de manifiesto la necesidad urgente de incrementar el financiamiento internacional para garantizar que todos tengan acceso a la electricidad.
El informe destaca la importancia de realizar inversiones significativas en energías renovables, con el fin de cerrar la brecha existente en el acceso a la energía. La falta de electricidad no solo afecta la calidad de vida de las personas, sino que también limita el desarrollo económico y social en diversas regiones del mundo.
Urgencia en la inversión energética
A medida que se avanza hacia un futuro más sostenible, se hace evidente que es fundamental priorizar el financiamiento destinado a proyectos energéticos renovables. Esto no solo beneficiará a aquellos que actualmente carecen de acceso a la electricidad, sino que también contribuirá a mitigar los efectos del cambio climático.
El llamado a la acción es claro: es necesario movilizar recursos y crear políticas efectivas que fomenten el uso de fuentes de energía limpias y accesibles. Sin una respuesta adecuada, millones seguirán viviendo en condiciones precarias, sin los beneficios que proporciona un suministro eléctrico constante.