En 1990, los economistas ambientales David Pearce y Kerry Turner acuñaron por primera vez el término economía circular. Desde entonces, esta expresión ha cobrado una relevancia notable en el ámbito público y empresarial, así como en los medios de comunicación. Actualmente, es difícil encontrar normativa o plan de sostenibilidad que no incluya la economía circular, aunque el entendimiento sobre su significado sigue siendo difuso e incluso erróneo en ocasiones.
Un grupo de investigadores del CSIC, compuesto por Pablo del Río, Christoph P. Kiefer, Ana M. Guerrero y Félix A. López, han abordado este tema en su obra titulada La economía circular. Este libro, parte de la colección ¿Qué sabemos de? (CSIC-Catarata), ofrece una explicación clara sobre qué implica la economía circular, las metodologías para medirla y las barreras que enfrenta su implementación. Además, presenta datos sobre su aplicación a nivel español, europeo y mundial, con ejemplos concretos en sectores como la construcción y la metalurgia.
Principios Fundamentales de la Economía Circular
Los autores subrayan que la economía circular no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para alcanzar una sostenibilidad integral. En contraste con el modelo lineal tradicional —que se basa en extraer, producir, usar y desechar—, la economía circular promueve principios como reducir residuos y contaminación, prolongar el uso de productos y materiales, y regenerar sistemas naturales. A pesar de algunos avances recientes, los flujos materiales en Europa siguen siendo predominantemente lineales.
De acuerdo con los investigadores, actualmente en Europa se extrae un 66% de materias primas de la naturaleza; solo un 13% proviene de flujos circulares como el reciclaje. A nivel global, la Fundación Circle Economy indica que apenas un 7.2% de los materiales utilizados son resultado de procesos circulares previos. Esta situación resalta la necesidad urgente de transformar nuestra manera de consumir y gestionar recursos.
Más Allá del Reciclaje: Las 10 R de la Circularidad
Una idea errónea común es considerar que la economía circular se limita al reciclaje. Los autores enfatizan que “aunque el reciclaje es esencial, abarca un conjunto más amplio de prácticas”, incluyendo reducir el uso de recursos y extender la vida útil a través de reutilización o renovación. Por ello, proponen repensar y rediseñar todo el ciclo vital del producto.
Aparte de las conocidas tres R (reducir, reutilizar y reciclar), se introduce una jerarquía más amplia que incluye diez prácticas para lograr una verdadera circularidad. Esta lista comienza con rechazar (comprar menos) y continúa con repensar (usar productos más intensivamente), reducir, reutilizar y reparar. Estas acciones están interrelacionadas: por ejemplo, reutilizar prolonga la vida útil del producto antes de entrar al proceso de reciclaje.
Sostenibilidad en Construcción: Un Desafío Urgente
El sector construcción representa aproximadamente el 50% del consumo global de materiales naturales y contribuye significativamente a las emisiones globales de CO2. Según datos recientes, cerca de 374 millones de toneladas de residuos generados anualmente en Europa provienen exclusivamente del sector construcción.
Dada esta realidad, surge una necesidad apremiante por adoptar prácticas más sostenibles. Una solución innovadora incluye fabricar cementos ecoeficientes utilizando residuos sólidos urbanos (RSU). Tras incinerar estos residuos, sus cenizas se combinan con cemento para crear materiales más sostenibles. Asimismo, se ha desarrollado un ladrillo compuesto por más del 90% de residuos provenientes del sector construcción.
Estrategias en Metalurgia para Avanzar hacia lo Circular
El sector metalúrgico también juega un papel crucial en la transición hacia una economía circular. En 2021 se recolectaron alrededor de 11 kg por habitante en residuos electrónicos dentro de la UE; sin embargo, menos del 40% fue reciclado. Curiosamente, los aparatos electrónicos contienen entre 30 a 50 veces más metales preciosos que lo extraído convencionalmente.
Aunque la minería urbana parece ser una alternativa sostenible al reciclar metales desde dispositivos electrónicos —reduciendo así emisiones— también plantea desafíos debido al uso potencialmente contaminante de productos químicos corrosivos durante su extracción. Para mitigar esto, el CSIC está liderando el proyecto RC-Metals, enfocado en recuperar metales críticos necesarios para tecnologías sostenibles.
Análisis Crítico: Progresos Lentos pero Reales
A pesar del avance hacia modelos circulares —la tasa europea alcanzó un 11.5% en 2022— los científicos advierten que este progreso es lento. En España se observa una mayor eficiencia en el consumo de recursos naturales y una reducción generalizada en la generación de residuos; sin embargo, aún persisten retos significativos.
"Los avances hacia una economía circular son modestos", concluyen los autores. La falta de indicadores adecuados podría estar limitando nuestra capacidad para medir adecuadamente estos progresos e implementar cambios significativos a gran escala.
A medida que continuamos operando dentro del marco lineal actual es imperativo fomentar una mayor concienciación pública sobre problemas ambientales y establecer políticas efectivas que fortalezcan nuestra transición hacia modelos económicos circulares.
La economía circular es parte fundamental del número 166 dentro de la colección ¿Qué sabemos de? (CSIC-Catarata). Para entrevistas o información adicional contactar a través del correo electrónico: [email protected].
La noticia en cifras
Descripción |
Cifra |
Porcentaje de materias primas utilizadas en Europa que se extraen de la naturaleza |
66% |
Porcentaje de materias primas que provienen de flujos circulares (reciclaje) |
13% |
Porcentaje de materiales utilizados a nivel mundial que provienen de un proceso circular |
7.2% |
Tasa de circularidad en la UE en 2022 |
11.5% |
Tasa de circularidad en la UE en 2010 |
10.7% |
Toneladas de residuos de construcción y demolición generados anualmente en la UE |
374 millones |
Preguntas sobre la noticia
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un modelo que busca repensar y rediseñar todo el ciclo de vida de los productos, no solo enfocándose en el reciclaje. Se basa en reducir residuos y contaminación, mantener productos y materiales en uso durante el mayor tiempo posible y regenerar los sistemas naturales.
¿Cuáles son las 10 R de las prácticas circulares?
Las 10 R son un conjunto de prácticas que ayudan a alcanzar la circularidad completa. Comienzan con rechazar (comprar menos o usar menos), seguido por repensar, reducir, reutilizar y reparar, entre otras. Estas prácticas están interconectadas y buscan minimizar la necesidad de materias primas vírgenes y reducir residuos.
¿Por qué es importante la economía circular en la construcción?
El sector de la construcción utiliza aproximadamente el 50% de todos los materiales extraídos a nivel mundial y representa una gran parte de las emisiones globales de dióxido de carbono. Adoptar prácticas sostenibles en este sector es crucial para reducir su huella ambiental.
¿Cómo se está implementando la economía circular en España?
En España, se están haciendo esfuerzos para mejorar la eficiencia del consumo de recursos naturales y materias primas, aunque aún existe una alta huella de consumo. Se destacan ejemplos como el edificio Sócrates en Viladecans, que representa un modelo completo de economía circular.
¿Cuál es el estado actual de la economía circular en Europa?
A nivel europeo, se ha observado un incremento lento hacia la economía circular, con una tasa de circularidad del 11,5% en 2022. Aunque hay avances, estos son modestos y es necesario seguir trabajando para lograr una transición más efectiva hacia modelos circulares.