Elma Saiz propone una Hispanidad inclusiva para todas las nacionalidades

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, participó en el encuentro titulado “La Hispanidad es cosa de todos: cuidar lo que nos une, respetar lo que nos diferencia”, donde se reunieron migrantes provenientes de Latinoamérica, África, Asia y Europa. Este evento se llevó a cabo con motivo del Día de la Hispanidad y fue una plataforma para compartir experiencias sobre la identidad común que une a diversas nacionalidades.

Durante su intervención, Saiz enfatizó que la hispanidad no solo pertenece a quienes nacieron en países como Colombia, Venezuela o Ecuador, sino también a aquellos que han llegado desde Marruecos, China, Ucrania o Senegal. “La riqueza de nuestro país se mide por su diversidad”, afirmó la ministra, destacando el papel fundamental de los migrantes en la construcción de una comunidad inclusiva.

Una celebración inclusiva

El 12 de octubre ha sido históricamente un día cargado de significados diversos. Según Saiz, este año adquiere un carácter más amplio y humano. “Hoy celebramos no solo los lazos entre España y América Latina, sino una hispanidad abierta y universal”, añadió.

En el acto se presentaron testimonios que ilustraron cómo la diversidad cultural enriquece la vida social y económica de España. Amalia, originaria de República Dominicana, compartió su experiencia al llegar en 2006: “Me integré gracias a muchas manos amigas que me apoyaron”. Actualmente trabaja en la Universidad Autónoma mientras cría a su hijo en Madrid.

Estefanía, quien llegó desde Venezuela a los 12 años junto a su familia, expresó su deseo de crear nuevas oportunidades en España. Ahora estudia Auxiliar de Enfermería y trabaja en hostelería para ayudar económicamente a su hogar.

Voces diversas

Adam, un joven español hijo de inmigrantes marroquíes, destacó el valor que aporta compartir culturas: “Las familias migrantes luchan por salir adelante frente al mensaje de odio que enfrentamos”. María del Pilar, procedente de Guinea Ecuatorial, subrayó que el Día de la Hispanidad debe ser celebrado por todos: “Es una festividad que trasciende el idioma”. Yeimi, hondureña residente en España desde hace diez años, también habló sobre su compromiso con los derechos laborales de los migrantes.

Marge, colombiana radicada en España durante 11 años, resaltó la importancia del apoyo comunitario en su proceso de integración. “He tenido la oportunidad de escuchar otras narrativas”, comentó. Zenib compartió su orgullo por representar a España en competiciones deportivas como campeona de kárate.

Hugo desde Bolivia reflexionó sobre el doble compromiso del migrante: “Velar por el bienestar del país natal y del país receptor”. Otros participantes también aportaron sus historias personales enriqueciendo el diálogo sobre la nueva hispanidad.

Un crisol cultural

Xenmin, un maestro chino pionero en introducir kung-fu y taichí en España desde 1974, destacó su dedicación al deporte como una forma de contribuir a la sociedad española. Liliya, abogada ucraniana nacionalizada española, expresó que celebra la Hispanidad como una fiesta propia: “Cada uno aporta lo suyo; respetar las diferencias nos enriquece”. Su madre fue una de las primeras en llegar hace 26 años con el deseo claro de criar allí a sus hijos.

A través de estas voces diversas se reafirma un concepto renovado y abierto sobre la hispanidad: un espacio donde convergen múltiples identidades culturales bajo un mismo ideal inclusivo y solidario.

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