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organizacion meteorologica mundial

08/08/2025@16:01:57

El calor extremo sigue afectando a cientos de millones de personas en todo el mundo, con temperaturas peligrosamente altas y un aumento de incendios forestales y mala calidad del aire. La Organización Meteorológica Mundial advierte sobre la importancia de las alertas tempranas y planes de acción frente al calor. En regiones como Asia Occidental, el norte de África y el suroeste de Estados Unidos, las temperaturas han superado los 42°C, llegando incluso a más de 50°C en Irán e Iraq, lo que ha causado interrupciones en servicios esenciales. Este fenómeno se acompaña de olas de calor y desastres naturales, que han llevado a un aumento significativo en muertes relacionadas con el calor. La situación climática actual destaca la necesidad urgente de medidas efectivas para mitigar sus efectos devastadores.

La Organización Meteorológica Mundial ha certificado un rayo de 829 kilómetros como el más largo del mundo, ocurrido en octubre de 2017 en Estados Unidos, desde el este de Texas hasta Kansas City. Este fenómeno, que supera en 61 km al récord anterior, destaca la importancia de las alertas sobre rayos debido a su potencial peligro. Los rayos son responsables de numerosas muertes anualmente y pueden causar graves consecuencias, como incendios forestales y riesgos para la aviación. Se recomienda buscar refugio en edificios seguros o vehículos cerrados durante tormentas eléctricas.

El cambio climático está provocando olas de calor cada vez más intensas y frecuentes en Europa, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Este fenómeno, que se considera un "asesino silencioso", afecta gravemente a las poblaciones vulnerables. Recientemente, se han registrado temperaturas extremas en países como España, donde se alcanzaron los 46°C, y en Marruecos, donde superaron los 45°C. Las ciudades son particularmente susceptibles al calor extremo debido al efecto de "isla de calor urbana". La OMM enfatiza la necesidad de una respuesta rápida y coordinada entre gobiernos y servicios de salud para proteger a los más afectados por estas altas temperaturas.

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Las tormentas de arena y polvo afectan a más de 330 millones de personas en 150 países, causando muertes prematuras, problemas de salud y pérdidas económicas significativas, que pueden reducir la producción agrícola en un 20%. Estas tormentas, originadas principalmente en el norte de África y Oriente Medio, se están intensificando y convirtiendo en un desafío global. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el impacto de estas tormentas está aumentando debido a la degradación del suelo y la mala gestión del agua. Las partículas de polvo no solo oscurecen cielos lejanos, sino que también agravan enfermedades cardiovasculares y generan graves consecuencias económicas. La OMM hace un llamado a la comunidad internacional para mejorar los sistemas de alerta y respuesta ante este fenómeno transfronterizo.