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Nuevos desafíos en las salas de redacción (Parte II, de II)

Rubén Dario Buitrón // Fuente: www. comunica.org/chasqui

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
Empresarios que tienen voluntad y decisión de cambio se enfrentan, a veces, a sus propios miedos y prejuicios; temen que una estrategia de reformulación periodística demande enormes inversiones económicas o que supuestamente se distorsionen los principios y valores éticos que llevaron a sus antecesores, o a ellos mismos, a mantener por mucho tiempo el prestigio, la reputación y la línea editorial de su medio.

Sin embargo, es preciso no perder de vista lo que ofrece la nueva tecnología. Es fundamental mantener una apertura no solo hacia los nuevos formatos, sino hacia las nuevas tendencias del mundo, de la sociedad, del país, de la comunidad. Entender profundamente a su gente, a su ciudad, y representarla y reflejarla honesta y creativamente. Trabajar más a fondo con agenda propia. Estudiar a la competencia y alejarse lo más distante de ella. Reinventar el periódico de papel frente al avance de la información por internet. Preparar mejor a sus periodistas.

Son decisiones que deben sustentarse en una reflexión de fondo, serena, equilibrada, porque solamente a partir de ella es posible diseñar un plan de trabajo ambicioso y de largo plazo, basado tanto en el conocimiento de lo que quiere como de lo que necesita la gente.

“Así lo hemos hecho siempre…”. Un viejo axioma dice que “hay que cambiar para seguir siendo el mismo”. Un medio no puede negarse a asumir su futuro a nombre de que “siempre lo hemos así y nos ha ido bien”.

El medio que se plantea el desafío del cambio debe mantener su sentido histórico, pero dinamizándolo. Sus posibilidades de crecer en calidad, y no solo en cantidad, están relacionadas con dos aspectos: el uno, entrar en el terreno de la competencia para disputarle mercado, lectores y liderazgo. El otro, ir más allá del registro de la vida institucional de la sociedad y bucear en la cotidianidad de la vida local para fortalecer su vocación de servicio al público y su línea maestra de periodismo útil.

La distancia con la competencia será evidente si el medio es capaz de dar valor agregado a las noticias del día y de ampliar el arco iris temático. En el medio deben sentirse y la sala de redacción tiene que reflejar todos los actores y asuntos de la vida diaria: ecología, migración, economía doméstica, nuevos roles de la mujer, tradiciones locales, educación, salud, música, cine, espectáculos, farándula, televisión, deporte amateur, turismo interno y externo, niños, personajes de la comunidad, moda, autos, juventud, etc.
Otros públicos e ideas para facilitar la vida de los lectores: internautas, consejos domésticos, trámites burocráticos, defensa del consumidor, acceso a la información pública, rendición de cuentas de los poderes estatales, cocina y nutrición, noticias empresariales, mascotas, vivienda y construcción, dónde comprar (mercados, supermercados, precios de productos, canasta básica), de farra o fin de semana (dónde tomar un trago, bailar, divertirse), deporte para la salud, consejos para la familia (matrimonio, hijos, relaciones con los padres, la adolescencia, el divorcio, etc.), notas sobre empleo y recursos humanos, espacios para difundir lo último en libros, discos, videos, DVD.

El manejo de géneros pondrá también distancias con la competencia, pues es otra manera de acentuar la agenda propia; entrevistas a fondo sobre temas de coyuntura, investigaciones sobre manejo administrativo del Estado, el diálogo ping pong, perfiles, crónicas, reportajes, informes especiales, historias del día, etc.

Consolidar el cambio de una sala de redacción demanda manejar de manera eficiente esos recursos y herramientas.

A largo plazo, con persistencia y decisión, el medio puede llegar a liderar la renovación de la prensa escrita dentro de su país y, por extensión, de los medios de comunicación de la región y el continente.

El resultado positivo de un proyecto se basa, además, en una estructura administrativa y jerárquica clara donde cada cual sepa sus deberes y derechos, quién es el líder, qué delegaciones tiene cada jefe, quién es responsable de cada área, cuáles son las atribuciones y funciones de cada uno de los integrantes del equipo.

Directivos y jefes tienen la obligación de liderar al personal con su ejemplo, su talento, su entrega al trabajo, su profesionalismo y su habilidad para exigir, motivar, conducir y, sobre todo, enseñar y compartir su experiencia con el personal a su cargo.

El cambio exige una disposición de ánimo sin horario fijo de salida. Los miembros del equipo de la sala de redacción tendrán que aceptar exigencias y misiones a las que no estaban acostumbrados (por ejemplo, alguien debe ejercer la función de editor nocturno y otras personas deben acompañarlo en las guardias de la noche para que la edición salga con las noticias más frescas, asuntos de última hora y novedades ocurridas durante la noche en la ciudad, el país y el mundo).

Es posible que una renovación del medio implique gastos mayores a los usuales. Pero lo más probable es que la inversión se recupere en el más breve plazo si todo el equipo -desde el director hasta el personal más novato- asume sus responsabilidades y produce un periódico de mayor calidad.

Al contrario de lo que muchos creen, el cambio de fachada de un diario (un diseño más bonito) es solamente maquillaje, es decir, una decisión superficial sin trascendencia porque la sala de redacción no ha hecho un proceso autocrítico, no ha cambiado la manera de producir contenidos y hacer información.

Como dice Roy Megarry, “muchos periodistas quieren seguir haciendo lo que siempre han hecho. Pero eso ya no funciona. Deberían estar muy preocupados. Los diarios están sufriendo una crisis de credibilidad muy seria, en su mayor parte autoinfligida. Los diarios que no quieren cambiar merecen morir”.
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