El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha expresado su grave preocupación por la crisis humanitaria en El Fasher, Sudán, donde las hostilidades han aumentado y los civiles están en riesgo. Guterres hizo un llamado urgente a cesar las combates y garantizar la protección de los civiles, así como el acceso humanitario seguro. La situación se ha deteriorado tras un ataque reciente a una mezquita que dejó decenas de muertos. Las condiciones en la región son críticas, con un aumento del riesgo de violencia étnica y una hambruna declarada. Guterres instó a un diálogo inmediato entre las partes en conflicto y a una acción internacional coordinada para apoyar al pueblo sudanés.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha manifestado su profunda preocupación por el deterioro acelerado de la situación en El Fasher, capital de Darfur Norte. En un comunicado emitido por su portavoz, Guterres alertó sobre los crecientes peligros que enfrentan los civiles atrapados en esta ciudad asediada.
Desde hace más de 500 días, El Fasher se encuentra bajo un asedio cada vez más severo por parte de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), lo que ha llevado a un aumento alarmante de los ataques contra la población civil. Recientemente, muchos residentes del campamento de desplazados de Abu Shouk han huido debido a los constantes bombardeos y redadas.
«Los combates deben detenerse ahora», afirmó Guterres, reiterando su llamado a un cese inmediato de las hostilidades y al respeto y protección de los civiles. Además, enfatizó la necesidad de facilitar un acceso humanitario seguro y sostenible para quienes lo necesiten.
La advertencia del Secretario General se produce tras un ataque devastador a una mezquita en El Fasher, ocurrido el viernes durante las oraciones matutinas, que dejó decenas de civiles muertos. Denise Brown, Coordinadora Humanitaria de la ONU en Sudán, expresó su grave alarma ante este ataque y recordó que el derecho humanitario internacional protege los lugares de culto.
Brown subrayó que dirigir ataques intencionados contra edificios religiosos constituye un crimen de guerra y exigió una investigación exhaustiva para que los responsables enfrenten las consecuencias.
Las condiciones en El Fasher y sus alrededores han empeorado drásticamente desde que se declaró la hambruna en la región el año pasado. A medida que los combates se intensifican, también aumenta el riesgo de violencia étnica entre las comunidades locales.
Los civiles son quienes sufren las peores consecuencias del conflicto entre las RSF y las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF), que comenzó en abril de 2023 y ha resultado en miles de muertes y millones de desplazamientos forzados.
Guterres instó a ambas partes a iniciar rápidamente un diálogo para poner fin a las hostilidades y retomar negociaciones hacia una solución política sostenible. También solicitó «acción internacional concertada en apoyo del pueblo sudanés» mientras los líderes mundiales se preparan para reunirse en Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU.
Por último, el enviado personal del Secretario General para Sudán, Ramtane Lamamra, está preparado para apoyar esfuerzos genuinos destinados a poner fin al conflicto y establecer un proceso político inclusivo acorde con las demandas del pueblo sudanés.
António Guterres ha expresado grave alarma por el rápido deterioro de la situación en El Fasher, advirtiendo sobre los crecientes riesgos para los civiles atrapados en la ciudad sitiada y reiterando su llamado a un cese inmediato de las hostilidades.
El conflicto se origina entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF), que ha resultado en miles de muertes y millones de desplazados desde abril de 2023.
Se reportó un ataque a una mezquita que resultó en la muerte de decenas de civiles durante las oraciones matutinas. Este ataque, presuntamente llevado a cabo por las RSF, ha sido condenado por la Coordinadora Humanitaria de la ONU.
Las condiciones han empeorado drásticamente, con hambruna declarada en la zona y un aumento del riesgo de violencia étnica. Los civiles son quienes más sufren debido al conflicto.
Guterres ha instado a ambas partes a entablar diálogo para detener las hostilidades y ha solicitado acción internacional concertada para apoyar al pueblo de Sudán.