El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha denunciado la creciente glorificación de la guerra y la erosión del derecho internacional en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos. Criticó la falta de iniciativas para promover la paz, como desfiles o Ministerios de la Paz, mientras se intensifica la propaganda bélica. Türk subrayó que la soberanía nacional no debe ser un escudo contra el escrutinio internacional, sino una base para la cooperación global. También abordó crisis humanitarias en Gaza, Ucrania y América Latina, advirtiendo sobre violaciones graves de derechos humanos y el debilitamiento del multilateralismo. A pesar del panorama sombrío, destacó avances positivos en algunos países en materia de derechos humanos.
El Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha ofrecido un análisis desolador sobre la situación global en un reciente discurso ante el Consejo de Derechos Humanos. Según Türk, el mundo se enfrenta a un preocupante aumento de la glorificación de la violencia y una erosión del derecho internacional.
En su intervención, Türk destacó que «la propaganda pro-guerra está en todas partes», señalando que la falta de iniciativas por la paz es alarmante. «No hay desfiles de la paz, ni Ministerios de la Paz», enfatizó, reflejando así la creciente militarización del mundo actual.
La esencia de su discurso giró en torno a la defensa del multilateralismo y a una redefinición errónea de la soberanía nacional. Türk argumentó que esta no debería ser utilizada como un escudo contra el escrutinio internacional o para encubrir impunidades, sino más bien como fundamento para un sistema cooperativo esencial para todos.
«La Carta de la ONU marcó el inicio de una nueva era geopolítica al consagrar la igualdad soberana de los Estados», afirmó. Además, subrayó que al firmar acuerdos internacionales, los Estados están ejerciendo su soberanía y asumiendo la responsabilidad de proteger los derechos humanos.
Türk también advirtió sobre una tendencia preocupante: el retiro de los marcos multilaterales. Ejemplos como la salida de EE.UU. del Acuerdo de París y del Consejo de Derechos Humanos ilustran esta problemática, así como las sanciones impuestas por Rusia y EE.UU. a magistrados de la Corte Penal Internacional.
La situación en Gaza fue otro punto crítico abordado por Türk. Describió las acciones israelíes como «impactantes para la conciencia del mundo», haciendo hincapié en el sufrimiento humano extremo y los crímenes cometidos durante el conflicto.
«Estoy horrorizado por el uso abierto de retórica genocida y por la deshumanización vergonzosa hacia los palestinos», expresó Türk, quien cuestionó la inacción internacional ante lo que calificó como una escalofriante evidencia para la Corte Internacional de Justicia.
En relación con Ucrania, Türk alertó que el conflicto ha cobrado un carácter aún más mortal, con julio registrando cifras récord en víctimas civiles debido a ataques rusos intensificados. Denunció específicamente los ataques deliberados contra infraestructuras civiles como violaciones graves del derecho internacional.
A medida que documentaba torturas y malos tratos sistemáticos a prisioneros, enfatizó que cualquier paz duradera debe basarse en el pleno respeto al derecho internacional.
El panorama latinoamericano también fue objeto de preocupación por parte del Alto Comisionado. En Ecuador, las nuevas leyes podrían disminuir la responsabilidad policial y restringir el espacio cívico; mientras que en Perú, una reciente ley de amnistía representa un retroceso significativo para justicia y verdad.
Además, mencionó cómo Venezuela ha manifestado su intención de desvincularse de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, reflejando una tendencia global hacia el aislamiento respecto a sistemas regionales.
Türk dedicó tiempo a abordar las crisis humanitarias en Sudán, Myanmar y la República Democrática del Congo (RDC), donde describió un escenario marcado por un “desprecio absoluto” hacia el derecho humanitario.
Denunció ataques deliberados contra hospitales y mercados en Sudán; bombardeos indiscriminados y violencia sexual en Myanmar; así como violaciones graves cometidas por múltiples actores en RDC. «La magnitud del sufrimiento humano exige atención global», concluyó.
A pesar del tono crítico predominante en su discurso sobre derechos humanos, Türk también reconoció avances significativos. Celebró ratificaciones recientes por parte de países como Bután y Camerún respecto a convenciones internacionales sobre derechos humanos.
Mencionó además que varios países han permitido visitas de expertos de la ONU tras años sin acceso. En particular, destacó cómo Libia aceptó jurisdicción ante la Corte Penal Internacional por crímenes entre 2011 y 2027 como un acto tangible hacia mayor responsabilidad.
Estos gestos positivos demuestran que el sistema internacional puede beneficiar tanto a los Estados como a sus ciudadanos, reafirmando así su importancia vital para garantizar los derechos humanos globalmente.
El Alto Comisionado, Volker Türk, expresa su preocupación por la glorificación de la violencia y la erosión del derecho internacional, así como por la falta de instituciones que promuevan la paz en un mundo cada vez más militarizado.
Türk critica la redefinición errónea de la soberanía nacional, afirmando que no debe ser utilizada como un escudo contra el escrutinio internacional ni para encubrir impunidad, sino como base para un sistema de cooperación global.
Menciona la salida de EE.UU. del Acuerdo de París y del Consejo de Derechos Humanos, sanciones contra magistrados de la Corte Penal Internacional por parte de Rusia y EE.UU., y la retirada de varios países europeos del Tratado de Ottawa sobre minas terrestres.
Türk califica las acciones de Israel en Gaza como impactantes para la conciencia mundial, denunciando una "matanza masiva de civiles" y "crímenes de guerra". También critica el uso de retórica genocida por funcionarios israelíes.
Avisa que la guerra en Ucrania se ha vuelto más mortal, con un aumento significativo en las víctimas civiles debido a ataques rusos. Denuncia violaciones graves del derecho internacional y pide medidas inmediatas para proteger a los civiles.
Türk expresa inquietud por leyes en Ecuador que podrían reducir la responsabilidad de las fuerzas del orden, una ley de amnistía en Perú que retrocede en justicia y verdad, y el intento de Venezuela de retirarse de la jurisdicción de la Corte Interamericana.
Hace un llamado a un movimiento transregional para defender el sistema internacional y propone trabajar en una nueva alianza entre Estados, filantropías y sociedad civil para fortalecer los derechos humanos.