El reciente terremoto en Afganistán ha dejado más de 2200 muertos y miles de heridos, exacerbando una crisis humanitaria ya crítica. Las labores de asistencia se ven obstaculizadas por deslizamientos de tierra que bloquean carreteras y la escasez de financiamiento. La ONU ha comenzado a proporcionar refugio, alimentos y atención médica, pero los recursos son insuficientes. Las condiciones en los refugios temporales son deplorables, aumentando el riesgo de brotes epidémicos. Además, las mujeres enfrentan barreras para acceder a atención médica adecuada. La OMS ha intensificado su respuesta con equipos médicos móviles, aunque enfrenta un déficit de financiamiento que podría comprometer la continuidad de la asistencia.
Las recientes catástrofes en Afganistán han dejado una huella de devastación sin precedentes. Según el titular de Ayuda de Emergencia de la ONU, Tom Fletcher, el terremoto ha arrasado con las vidas de cientos de miles de personas en regiones remotas que ya padecían las secuelas de años de conflicto y desplazamiento. “Han perdido sus hogares y medios de vida”, afirmó en un comunicado.
Fletcher advirtió que esta tragedia es un reflejo del impacto negativo que ha tenido la reducción de recursos destinados a la labor humanitaria. Los recortes han paralizado servicios esenciales en salud y nutrición, afectando a millones. Además, han dejado sin operar aeronaves que son cruciales para las comunidades más aisladas, obligando a las agencias humanitarias a disminuir su presencia en el terreno.
A pesar de estas limitaciones, los equipos humanitarios de la ONU continúan su labor en Afganistán. Tras recibir un aporte inicial de diez millones de dólares del Departamento de Asuntos Humanitarios (OCHA), se han activado esfuerzos para proporcionar refugio, alimentos, agua, así como protección infantil y atención médica.
El coordinador humanitario destacó la rápida respuesta por parte de las autoridades locales y el apoyo internacional en forma de suministros y financiamiento. Sin embargo, enfatizó que “esto no es suficiente. La falta de recursos ahora incrementará el sufrimiento y provocará más muertes, especialmente con la llegada del invierno”. Hizo un llamado a los donantes para que reanuden su apoyo al pueblo afgano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que cuatro días después del sismo registrado con una magnitud de 6.0 grados, se están evaluando las consecuencias del desastre, que ha dejado hasta ahora 2205 muertos y más de 3640 heridos.
Kunar y Nangarhar son las provincias más golpeadas, donde se estima que alrededor de 6750 viviendas han sido destruidas. Este terremoto se posiciona como uno de los más mortales en años recientes en una región históricamente vulnerable a estos fenómenos naturales.
A medida que avanza la asistencia, las operaciones enfrentan serios obstáculos debido a deslizamientos de tierra y escombros que obstaculizan carreteras clave. Esto retrasa significativamente la llegada de ayuda a quienes más lo necesitan.
Las comunidades afectadas sufren no solo por la pérdida material, sino también por problemas emocionales severos. La OMS alertó sobre el trauma psicológico entre los niños y adultos; muchos experimentan insomnio y síntomas agudos relacionados con el estrés tras perder seres queridos.
En este contexto crítico, las mujeres enfrentan desafíos adicionales para acceder a atención médica. En diversas áreas se exige la presencia de un mahram, o tutor masculino, lo cual limita su movilidad. La escasez de personal médico femenino agrava aún más esta situación.
Las condiciones deplorables en los refugios temporales aumentan el peligro de brotes epidémicos. Ya se reportan casos preocupantes como diarrea acuosa aguda, dengue, sarampión y malaria en la región oriental del país.
La OMS subrayó que el hacinamiento junto con el acceso limitado a agua potable contribuyen al riesgo elevado de contagio. Esta situación presiona un sistema sanitario ya frágil, especialmente ante el retorno masivo desde Pakistán.
A día de hoy, hay cuatro hospitales operativos en Chawkay, Asadabad, Kama y Jalalabad; además se ha habilitado un hospital temporal con 50 camas en Khas Kunar. Desde el inicio del desastre, el Hospital Regional de Nangarhar ha atendido a 895 pacientes heridos; 298 requirieron transfusiones sanguíneas y 173 fueron sometidos a cirugías mayores.
Aún permanecen hospitalizadas 548 personas; se ha dispuesto una sala especial para aquellos que han perdido familiares durante esta crisis.
La OMS ha intensificado su respuesta mediante el despliegue de seis equipos médicos móviles en áreas remotas del distrito Nurgal. Estos equipos ofrecen consultas externas, primeros auxilios, atención materno-infantil, vacunaciones y distribución de medicamentos esenciales.
A hasta ahora han realizado más de 1900 consultas médicas y derivado más de 200 casos para atención especializada. En cuanto a salud mental, tres equipos psicosociales han brindado más de 300 consultas individuales y grupales en Kunar y Nangarhar.
Pese a estos esfuerzos significativos, persiste un dificultad financiera, con un déficit estimado en cuatro millones de dólares que podría comprometer actividades críticas necesarias para continuar con la atención adecuada ante esta emergencia creciente.
Cifra | Descripción |
---|---|
2205 | Muertos por el terremoto |
3640 | Heridos por el terremoto |
6750 | Viviendas destruidas |
10,000,000 | Dólares desembolsados por OCHA para asistencia |
4,000,000 | Déficit de financiamiento de la OMS para atención médica |
El terremoto tuvo una magnitud de 6.0 grados.
Según cifras preliminares, el terremoto ha dejado más de 2205 muertos y más de 3640 heridos.
Las labores de asistencia se ven obstaculizadas por deslizamientos de tierra y escombros que bloquean carreteras clave, lo que ralentiza la llegada de ayuda.
Los equipos de socorro de la ONU están brindando refugio y bienes esenciales, además de haber iniciado una respuesta tras un desembolso de diez millones de dólares para proporcionar alimentos, agua y atención médica.
Las mujeres enfrentan barreras adicionales para acceder a atención médica, como la necesidad de un mahram (tutor masculino) para desplazarse, escasez de personal médico femenino y falta de espacios privados en los centros de salud.
Se han reportado casos de diarrea acuosa aguda, dengue, sarampión y malaria debido a las deplorables condiciones de vida en los refugios temporales.
Los hospitales están saturados; hay cuatro hospitales en funcionamiento en varias localidades y se ha instalado un hospital temporal con 50 camas. Desde el inicio del desastre, se han atendido numerosos pacientes heridos.
La OMS ha desplegado equipos médicos móviles que ofrecen consultas externas, primeros auxilios, servicios materno-infantiles y apoyo psicosocial. Sin embargo, hay un déficit significativo de financiamiento que podría afectar estas actividades.