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El Gobierno establece un precio fijo para los libros de texto sin descuentos

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
El Ejecutivo ha señalado su intención de crear una Ley que establezca un ‘precio mínimo sin excepciones’ para los manuales escolares. Con esta medida, los pequeños negocios podrían competir con los grandes almacenes, que no podrían hacer descuentos en el material escolar. La polémica está servida entre editores y padres.
Que nunca llueve a gusto de todos, es algo que ya se sabe siempre que se intenta promulgar algún tipo de reforma, y esta vez no es una excepción. La polémica se sitúa entre los padres con hijos en edad escolar y los editores de libros. El director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, ha anunciado que el Ministerio de Cultura prepara una nueva ley del libro con la que establecerá "el precio mínimo sin excepciones" para los libros de texto.

Esto por una parte, beneficiaría a los pequeños negocios que no pueden competir con los grandes almacenes a la hora de establecer precios más bajos para el material escolar, y que ven peligrar sus negocios como consecuencia, entre otros, de la reciente aplicación de la Ley de Calidad de la Enseñanza, LOCE, y sus nuevos manuales.

La intención del ministerio es favorecer la ‘sana competencia’ entre las librerías y los grandes almacenes, que en ocasiones, llegan a rebajar hasta el 25% de los precios iniciales, imposibles para los pequeños establecimientos.
‘La librería es una ente de la vida del barrio, y su pérdida no sólo afecta al empleo o a los pequeños negocios, sino que atañe a la libertad de expresión y a la creatividad. Su destrucción potencia también la de las pequeñas y medianas editoriales’, señaló Blanco, quien afirmó que la nueva norma, prevista para el 2005, será ‘corta y clara’ y ‘muy pactada con libreros, editores y distribuidores’, y mantendrá los ‘descuentos mínimos’ en fechas señaladas, como el Día del Libro.

Sin embargo para los padres y las asociaciones de consumidores esta medida tiene un carácter ‘aberrante e involucionista’, según la O.C.U para proteger los intereses particulares en detrimento de los intereses generales de los consumidores’, y recordó la promesa del actual gobierno acerca de la gratuidad de los manuales.

La ley también redefinirá el concepto de libro, que ahora llega al lector a través de ‘otras tecnologías y medios’, y regulará los nuevos sistemas de aplicación del ISBN, para convertirlo en ‘una base de datos fundamental para la comercialización del libro’, Así también se subsanarán los ‘abusos’ de ciertas ‘pseudoeditoriales’ que garantizan al autor, que paga su propio libro, ‘una tirada y distribución que no son tales’, denunció Blanco. ‘La situación requiere medidas, y aunque sabemos que una Ley del Libro no va a subsanar todos los problemas, sí ayudará a paliar este déficit dado que muchas librerías garantizan su balance comercial gracias a las campañas de libros de texto y de Navidad’, agregó.
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