En palabras de su presidente, Jean-René Fourtou, el dinero les dará "más flexibilidad para continuar con su programa de ventas" y les permitirá "reestructurar ventajosamente" su deuda, acción necesaria para conseguir una "calificación de empresa" ante las agencias internacionales.
Este programa de financiación, proporcionará a Vivendi una inversión privada de 1.000 millones en obligaciones de alto rendimiento, con una duración de 7 años, y una facilidad bancaria de tres años de 2.500 millones.