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Un abordaje científico y sistémico del periodismo de investigación (Parte I, de II)

Alfredo Torre // Fuente: www. saladeprensa.org

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
El principio básico del periodismo de investigación (PdI) consiste en transparentar sistemas a partir de la demostración documental y/o testimonial de que alguien oculta algo y que ese algo afecta negativamente al escenario público. Un recurso analítico inicial consistiría en un abordaje de la realidad sustentado en el conocimiento científico y en la Teoría General de Sistemas. Esto es, comprender a las organizaciones, personas (tangibles, es decir, que se pueden tocar) y las normativas que regulan determinados procedimientos (intangibles, como las leyes) como sistemas. Es decir, un conjunto delimitado de elementos interdependientes. Delimitado, porque sabemos o establecemos dónde empieza y dónde termina. Interdependiente, por cuanto el comportamiento de cualquiera de sus miembros incidirá directa o indirectamente en el comportamiento del resto.

Hablamos de “sistema económico” o “sistema político”, amplios y complejos, para entender desde la cotidianidad nuestro “sistema de vida”, en cuanto a las posibilidades que nos brindan los primeros para poder acceder al trabajo, la salud o la educación. Sobre el cuerpo humano nos referimos al “sistema nervioso”, al “sistema digestivo”, etc., cuando en realidad son subsistemas de un sistema delimitado (el cuerpo en su totalidad). Cualquier disfuncionalidad en ellos seguramente afectará al resto.

Ahora bien, hay ciertas cuestiones que deben quedar claras desde el principio. Qué sistemas tangibles e intangibles intervienen primariamente en la investigación y qué subsistemas lo conforman.
Por ejemplo, en el Departamento Compras (subsistema) de un Ministerio (sistema, pero subsistema del Gobierno) se ha violado una normativa provincial (sistema, pero subsistema de toda la letra que norma la organización y funcionamiento estatal) que regula la compra por licitación de bienes de capital (mesas, sillas, computadoras, etc.), lo que de hecho podría beneficiar a determinados proveedores del Estado (subsistema de empresarios asociados para repartirse las licitaciones) en detrimento de otros (subsistema de los excluidos dentro del sistema de todos los posibles postulantes) con la connivencia de jefes y empleados del mencionado organismo (subsistema de coligados en lo ilícito).

Qué nivel de complejidad alcanzará nuestro trabajo. Tomando el ejemplo anterior, podemos demostrar el hecho y de por sí resultaría suficiente. Sin embargo, dejaríamos sin responder dentro de qué marco contextual fue posible llevar a cabo esa acción: falta de control, corrupción generalizada, baches legales, etc.

Qué tipo de vínculos existen entre los subsistemas del sistema estudiado. Sin generalizar ni clasificar de manera esquemática, podemos distinguir la existencia (o coexistencia) de formas a las que llamaremos lineales y otras que denominaremos de rulos de realimentación. En el primer caso (ver figura 1), la dependencia de un subsistema con respecto a los otros es total (el 2 del 1, el 3 del 2). Esto marca el perfil de organizaciones -empresariales o familiares, por ejemplo- con un fuerte componente autoritario o vertical. Nada puede hacer la base de la pirámide si no cuenta con la aprobación o habilitación de la cúpula. En el segundo caso (ver figura 2) existe un permanente flujo e intercambio de información, materia o energía, como componentes básicos de todo aquello que entra y todo lo que sale de un sistema pero transformado de acuerdo a sus objetivos o comportamientos. En un diario, por ejemplo, la cantidad o calidad de la publicidad ingresante, puede determinar los espacios y el contenido periodístico, o en las radios o canales de TV el incorporar más anuncios que los permitidos por ley puede seguir siendo redituable aún con el pago de multas.



Por lo expuesto en el último párrafo, también se podría considerar a un sistema como una relación de entrada y salida. Necesitamos incorporar y expeler líquido de nuestro cuerpo para vivir, e información para sobrevivir (si toco un cable eléctrico puedo morir, si pretendo meterme en un sistema lineal para investigarlo, tal vez corra peligro o sea expulsado).

El análisis de los sistemas requieren también de un previo conocimiento respecto al comportamiento de ciertas reacciones previsibles ante determinadas situaciones (agresividad o mesura), como así también un posible límite de tolerancia ante la presión endógena o exógena y la existencia o no de una posible válvula de escape. Cierto “libertinaje controlado” dentro de determinados sistemas políticos suele descomprimir situaciones de estallido social.

Otra manera de comprender el funcionamiento de sistemas y subsistemas es conocer las posibilidades que brindan en cuanto a lo que llamaremos retroacción. Es decir, como un flujo energético que recorre sus vasos comunicantes y, ante la detección de irregularidades, devuelve información al sistema para su inmediata (o retardada) corrección. Imaginemos que observamos a través de una tomografía computada el recorrido que un líquido fosforescente hace en el cuerpo humano y dónde se detiene o se bifurca de manera irregular. Hay organizaciones que son reacias a propios autocontroles o inspecciones externas, principalmente si provienen del periodismo. Son en general sus oficinas de prensa o de comunicaciones institucionales las encargadas de negar, relativizar o borrar los conflictos.

Por lo hasta aquí señalado, digamos que el PdI debería mostrar a los sistemas como si fueran cajas de cristal, en las que quede establecido la absoluta transparencia de su funcionamiento y las razones que lo determinan, las acciones de los actores intervinientes y sus roles. De no ser así, se verá obligado a señalar su oscuridad u opaquez: denunciar que en determinado lugar existe alguien que permite o hace algo por lo menos irregular que oculta y que por esa acción está afectando a un importante número de personas (por ejemplo, un supuesto laboratorio que ha escondido medicamentos o presionado a sus empleados para que no revelen la presencia de los mismos, especulando sobre la posibilidad de un aumento de precios y ante la desesperación de los enfermos por las consecuencias del desabastecimiento producido).

Una actitud científica

La consagración a la búsqueda intencionada de la verdad, o lo que provisoriamente lo sería hasta que se pudiera demostrar lo contrario, es el motor que moviliza al PdI en un intento permanente por vencer la duda. Esto podría ser posible si prevalece en el periodista una constante actitud científica como estilo de vida profesional, en la que se pudieran plasmar en forma operativa algunas características del conocimiento y del método científico, como:

Ser
  • general: Porque no ignora el hecho individual, sí al hecho aislado.
  • sistemático: Debido a que los conocimientos no pueden ser dispersos e inconexos.
  • reflexivo: Tomando la reflexión como el análisis de una imagen proyectada en donde se puedan determinar los actores y las acciones que presuntamente ocurren en un escenario determinado y que son motivo de nuestra curiosidad. Fuera de ese cuadro (como subsistema) posiblemente haya que determinar la existencia de otros sujetos o circunstancias que favorecen el comportamiento de lo que originalmente miramos. La pregunta sería: ¿Es realmente cierto lo que observamos? Mencionamos a actores y escenarios, ¿será todo parte de una tramoya similar a la teatral para hacernos creer aquello que no es? “Si la apariencia y la esencia de las cosas coincidieran, no habría ciencia”, diría Carlos Marx.
  • explicativo: Además de indagar cómo son las cosas, intenta responder por qué ocurren de tal manera y no de otra.
  • legal: Para explicar las conjeturas, apela a las leyes de la naturaleza y de la cultura. Ej.: ¿Por qué se producen inundaciones en la región mesopotámica? Explicaciones: Fenómeno meteorológico (ley de la naturaleza), fenómeno asociado a la tala indiscriminada de árboles y a la ausencia de una conciencia ecológica (leyes de la cultura).
  • verificable: Debe pasar el examen de la experiencia, además de establecer previamente cuáles son los parámetros establecidos para la comprobación. Si decimos que Argentina está en el sur y Canadá al norte, como planteo es inverificable porque en el espacio no existe ni el arriba ni el abajo, por lo tanto necesitamos de una convención. Los mismo sucedería cuando se cruza un juicio de valor (lo lindo, lo feo, lo bueno, lo malo, etc.): ¿qué es un buen salario?, ¿para quién?. Esto es posible remediarlo con cierta sencillez cuando se establece previamente una escala por parte del enunciador (“creo que un buen sueldo sería para tal empleo más de x pesos mensuales”).
  • abierto: El conocimiento no reconoce barreras que lo limiten y por eso es capaz de progresar.
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