La revista “Dinero” organiza un coloquio con Alain Juillet, Alto Responsable de Francia para la Inteligencia Económica

La Inteligencia Económica se ha convertido en una herramienta fundamental para la gestión de los Estados modernos y de las empresas, explicó la pasada semana en una comida coloquio organizada por la revista “Dinero” el Alto Responsable del Gobierno de Francia para la Inteligencia Económica, Alain Juillet.

Las empresas y los Estados, una vez que han asumido la revolución derivada del creciente uso de las tecnologías de la información, están abocadas a encontrar nuevas fuentes de información y nuevos métodos de gestión para afrontar la nueva realidad de la mundialización. Para poder intervenir en los mercados globales y en los asuntos internacionales, tanto las empresas como las instituciones públicas necesitan acceder y controlar la información útil con la finalidad de poder competir en condiciones de igualdad en los mercados internacionales.

La Inteligencia Económica consigue el control y la protección de la información estratégica que es pertinente para los diferentes agentes económicos. El país líder en Inteligencia Económica es el Reino Unido, donde es aplicada directamente por las empresas. Estados Unidos dedica el 40% de su inversiòn en inteligencia a la economía porque persigue el liderazgo mundial, primero de sus grandes empresas y, durante el segundo mandato de Bush, también el de las medianas y pequeñas corporaciones.

La experiencia francesa es más reciente. Alain Juillet explicó que sólo lleva año y medio en su cargo, pero que los resultados para introducir la mentalidad de inteligencia económica en el tejido empresarial, particularmente a nivel de las pymes, son espectaculares. En España la Inteligencia Económica es todavía una asignatura pendiente.

En este sentido resulta crucial no sólo para la competitividad de las empresas y la soberanía de las naciones, concluyó Juillet. Resulta crítica asimismo para contrarrestar la penetración de las mafias en el tejido económico, que se basan cada vez más en los flujos legales de dinero para acumular riqueza, una vez que las medidas antiterroristas les han privado de los tradicionales circuitos de la economía sumergida.

Para Europa, finalmente, el desarrollo de una estrategia compartida y en red de búsqueda, elaboración e intercambio de información estratégica, es una necesidad para que pueda jugar un papel relevante y soberano en el mundo de 2025.