La APM defiende la autorregulación de los medios y la libertad informativa

La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha manifestado públicamente su "seria preocupación" para quienes pretenden “medidas de control de los contenidos de los medios informativos". Esta corriente de opinión podría acarrear una seria amenaza "contra la libertad de expresión", por lo que se defiende una autorregulación del sector que evite el intrusismo de ciertos programas del corazón.

Estas medidas restrictivas nacen del "legítimo rechazo, que compartimos" ante la proliferación de un "pretendido periodismo que subvierte la tarea de informar y en el que intervienen falsos periodistas a los que algunos medios han convertido en personajes públicos, que además no admiten límites y someten a otros personajes a seguimientos insufribles hasta convertirlos en víctimas", señala la APM.

Estos ‘abusos’, que no ocurren solo en España y recuerda que ‘el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha atendido la demanda de protección de intimidad de un personaje de la vida social y ha instado al Gobierno alemán a regular el derecho a la información sobre personajes públicos’ sin embargo, ‘ante este riesgo, 43 editores de prensa alemanes han pedido a su Gobierno que recurra la sentencia porque su cumplimiento entraña un recorte de la libertad de información y puede convertirse en un nefasto remedio a una enfermedad que merece otro tratamiento’. Una situación que podría repetirse en España, aunque exista una ‘legislación suficiente sin nuevas normas que puedan conducir a un recorte indeseable de la libertad de información o a una intromisión contraproducente en el trabajo de los periodistas".

En este sentido, apelan a la ‘inteligencia y sensibilidad de editores y programadores para que tengan en cuenta el respeto al público’ ya que ‘la pugna por las audiencias no debe admitir formas espurias de información y mala práctica profesional’. ‘Les instamos a que rechacen el pago de informaciones por pretendidas exclusivas y que eviten la exaltación de instintos primarios, el asalto a la intimidad y el abuso de una posición avasalladora en sus programas’, señalan. ‘La profesión estará atenta para propiciar sistemas de autorregulación, bien conocidos en otros países avanzados y libres, que contribuirán a una buena práctica profesional’, concluye el informe.