Los habitantes de Gaza expresan una mezcla de felicidad y tristeza ante el anuncio del alto el fuego, previsto para entrar en vigor tras la firma del acuerdo por parte del Gobierno de Israel. Mientras esperan la entrega de 170.000 toneladas de suministros humanitarios, muchos gazatíes reflexionan sobre las pérdidas sufridas durante años de conflicto. A pesar de la esperanza de un futuro mejor y el regreso a la normalidad, los recuerdos de víctimas y destrucción persisten. El acuerdo también implica un repliegue significativo de las tropas israelíes y la liberación de rehenes, aunque los ataques continúan en la región. La comunidad internacional se prepara para enviar ayuda esencial a los más afectados por la crisis humanitaria en Gaza.
La reciente declaración de un alto el fuego en Gaza ha generado una mezcla de esperanza y tristeza entre los habitantes de la región. Este acuerdo, que se espera que entre en vigor 24 horas después de la firma del Gobierno de Israel, ha sido recibido con alivio por muchos gazatíes, quienes anhelan el fin del sufrimiento que han soportado durante años.
Nasser Al-Najjar, un desplazado del norte de la Franja, expresó su satisfacción ante el anuncio: “Es una buena sensación. Alabado sea Dios, estamos muy contentos por el anuncio del alto el fuego y el fin del genocidio, la matanza, el desplazamiento y la destrucción. Pero todavía falta algo: hemos perdido tantas víctimas, muertos y heridos, y pagamos un alto precio. Esperamos un futuro mejor y que la paz prevalezca para todos”.
La comunidad gazatí mantiene la esperanza de que este acuerdo marque el inicio de una nueva etapa en sus vidas tras dos años de condiciones extremas. Taysir Jneid, otro desplazado, compartió sus sentimientos: “Mis sentimientos ahora son los mismos que los de todos los palestinos: por fin podemos sentirnos seguros y protegidos tras dos años de destrucción y derramamiento de sangre de niños y adultos. Todos en Gaza están felices por el fin de las masacres y el genocidio contra la población civil”.
A pesar del alivio que trae el alto el fuego, las condiciones siguen siendo difíciles para muchos. Umm Ayman Abdullah comentó: “Gracias a Dios, estamos contentos con el alto el fuego. Pero la vida sigue siendo muy difícil para nosotros, sobre todo porque venimos del norte; allí todo está destruido. Hemos perdido a nuestros hijos y nuestras casas. Ahora pedimos tiendas y suministros de emergencia. Esta mañana llovía a cántaros en nuestras tiendas. Rezamos para que la guerra no vuelva nunca”.
Mariam Al-Ghoula, una anciana residente en uno de los campamentos del centro de Gaza, también reflejó esta dualidad emocional: “Estoy feliz y triste a la vez; feliz porque hay un alto el fuego y es posible que podamos regresar a nuestros hogares, pero triste por los que perdimos, nuestros hijos que permanecen enterrados bajo los escombros”.
En declaraciones recientes, Stepháne Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, informó que se han obtenido permisos para enviar 170.000 toneladas métricas de alimentos y suministros esenciales a Gaza. Estos materiales se encuentran listos para ser distribuidos desde diversas ubicaciones como Israel, Cisjordania, Jordania, Egipto y Chipre.
El acuerdo estipula que las tropas israelíes deben replegarse significativamente, reduciendo su control territorial del 80% al 53%. A su vez, Hamás tiene un plazo establecido de 72 horas para comenzar a liberar rehenes al Comité Internacional de la Cruz Roja.
No obstante, aún queda pendiente acordar qué prisioneros palestinos serán liberados a cambio de los rehenes israelíes. Mientras tanto, el Ejército israelí continúa sus ataques en Gaza, donde al menos 20 palestinos han muerto en las últimas horas.
Cifra | Descripción |
---|---|
170,000 | Toneladas de suministros listas para ser entregadas a Gaza. |
80% | Porcentaje de control que las tropas israelíes deben reducir. |
53% | Porcentaje de control que las tropas israelíes tendrán después del repliegue. |
1,950 | Número de prisioneros palestinos que serán liberados a cambio de los rehenes. |
Los gazatíes reaccionan con esperanza al anuncio del alto el fuego, sintiéndose felices por el fin de la matanza y la destrucción, pero también tristes por las pérdidas sufridas durante el conflicto.
Se reporta que hay 170.000 toneladas de suministros listos para ser entregados, incluyendo alimentos, suministros sanitarios y artículos para refugios, que están en proceso de envío a Gaza.
El plan de respuesta inicial prioriza el restablecimiento de las distribuciones y servicios comunitarios y domésticos, así como el apoyo a la producción local de alimentos y la reparación de servicios esenciales como el abastecimiento de agua.
Las tropas israelíes deberán replegarse, reduciendo su control territorial del 80% al 53%, mientras que Hamás tendrá un plazo para comenzar la liberación de rehenes.
A pesar del anuncio del alto el fuego, los ataques israelíes continúan y muchos palestinos han muerto recientemente, lo que genera una sensación continua de inseguridad entre los habitantes.