Una exguionista de la serie Friends demanda a sus compañeros y productores por sexistas y xenófobos

Precisamente los guiones es uno de los puntos fuertes del éxito de la serie estadounidense “Friends”. La acidez, la ironía y la inteligencia de los diálogos y situaciones por las que pasan sus protagonistas, ha hecho que se haya convertido en una de las favoritas del público internacional, recibiendo numerosos premios de crítica y público.

Sin embargo parece que no es oro todo lo que reluce. Según ha denunciado ante la Corte Suprema de California, una de sus exguionistas, Amaani Lyle de 31 años, que estuvo trabajando nueve meses en la serie, durante las sesiones de creación de los guiones, las conversaciones a las que se vio sometida con el resto del equipo daban lugar a situaciones ‘comprometidas e incómodas’, que calaban en el sexo femenino. Además acusa al equipo de verter comentarios despectivos y racistas durante las sesiones de trabajo, que implican incluso a la propia productora, Warner Bos, a Television Productions y Bright Kauffman Crane Productions, así como a los escritores Adam Chase, Greg Malins y Andrew Reich.

Lyle fue despedida de la serie supuestamente porque no era rápida escribiendo a máquina, pero ella alega que los problemas surgieron tras la propuesta de incluir un personaje negro en la serie.

El abogado de Warner BROS, Adam Levin, quien representa a los acusados, ha señalado que ‘la ley de California no prohíbe las discusiones sobre sexo en el lugar de trabajo. La ley prohíbe dirigir hostigamiento discriminatorio, como la solicitud de favores sexuales’, y ha negado las acusaciones de la exguionista.

El debate está servido y ya hay numerosas voces críticas con respecto a esta demanda, por parte de intelectuales y escritores que temen se pueda poner cortapisas a la libertad de expresión. ‘Es uno de los pocos lugares sobre la Tierra donde todos dicen exactamente lo que tienen en mente’, dice el veterano escritor Dennis Klein. ‘Es tan oscuro y repugnante como es posible’.El dictamen final deberán resolverlo las Cortes que ya desestimaron la denuncia el pasado 2002.