El proyecto, denominado e-CORCE, se presenta de este modo como una auténtica roca para Google Earth, y se calcula que estará terminado para 2014. Sus desarrolladores pretenden dar un paso adelante respecto a los problemas de resolución que muestra la herramienta de la compañía estadounidense en cuiertzas zonas del globo terrestre.
Todo ello mediante la creación de una constelación de 13 microsatélites que enviarán información simultánea de todo el planeta a 50 centros repartidos por todo el mundo. Gracias a lo que todo el mundo podrá ver con un alto grado de nitidez cualquier rincón de la Tierra con un escaso desfase temporal.