Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, ha destacado en una reunión de ministros de cultura y medios de comunicación de la Unión Europea la importancia de fortalecer los contenidos culturales europeos y asegurar el acceso a información veraz como pilares fundamentales para la democracia. España se ha unido a una declaración ministerial que subraya el valor del patrimonio cultural y los medios independientes. López también abordó los desafíos que presenta la inteligencia artificial en el ámbito cultural, enfatizando la necesidad de desarrollar habilidades digitales y pensamiento crítico. Además, resaltó el compromiso del Gobierno español con la creación de políticas que promuevan un entorno digital seguro y transparente, así como el crecimiento del sector audiovisual en España. La diversidad cultural europea es vista como una ventaja estratégica esencial para el futuro.
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha puesto de manifiesto en una reciente reunión en Copenhague la importancia de fortalecer los contenidos culturales europeos y asegurar el acceso a información veraz como pilares fundamentales para la defensa de los valores democráticos. Durante su intervención en el Consejo informal de ministros de cultura y medios de comunicación de la Unión Europea, López subrayó que el desafío del acceso a información fiable en la era digital es crucial para la viabilidad de los sistemas democráticos.
«España se ha adherido a la declaración ministerial adoptada hoy sobre la defensa de la cultura y los medios de comunicación como salvaguardas de la democracia», afirmó el ministro. Este documento resalta el papel del patrimonio cultural y los medios independientes como motores esenciales para promover los valores europeos. Además, advierte sobre los retos sociales y económicos que plantea el uso de inteligencia artificial en la creación y distribución de contenidos culturales.
La declaración también enfatiza la necesidad de desarrollar habilidades digitales y pensamiento crítico para navegar eficazmente en el entorno informativo actual. En este sentido, López destacó políticas que se alinean con esta visión, como los reglamentos europeos sobre Inteligencia Artificial, Servicios Digitales y Libertad de Medios, así como el Plan de Acción para la Democracia Europea contra la desinformación.
En relación con España, el ministro recordó las iniciativas del Gobierno, incluyendo la creación de la primera agencia estatal dedicada a supervisar la inteligencia artificial en Europa (la AESIA), junto con un Observatorio de Derechos Digitales y ayudas destinadas a medios para impulsar su digitalización. También mencionó un proyecto orientado a fomentar la alfabetización mediática entre las nuevas generaciones.
López hizo hincapié en que «nuestro compromiso es claro: queremos un espacio digital más seguro, transparente y coherente con los valores democráticos europeos». En cuanto a la protección cultural, resaltó avances significativos como la Directiva de Servicios de Comunicación Audiovisual, que regula financiación tanto para broadcasters como para plataformas externas, así como el programa MEDIA, que apoya proyectos audiovisuales europeos.
El ministro destacó que España se está consolidando como uno de los principales mercados audiovisuales europeos. Los ingresos por taquilla casi se han duplicado entre 2021 y 2024, mientras que las asistencias a salas han alcanzado un 75% respecto a niveles prepandemia. La producción nacional también ha crecido considerablemente, alcanzando 376 largometrajes el año pasado.
López atribuyó estos logros a una visión estratégica bajo el concepto del Spain Audiovisual Hub, donde España aborda el sector audiovisual como una prioridad estatal. Este modelo combina una normativa moderna que protege a menores y promueve diversidad cultural con flexibilidad empresarial en cuanto al cumplimiento de cuotas de producción nacional.
Para concluir su intervención, Óscar López reafirmó que «la diversidad cultural europea no es un lujo, sino una ventaja estratégica». Abogó por una política audiovisual ambiciosa que proteja lo que hace únicas a las culturas europeas: «El camino es claro: una Europa con muchas historias contadas desde múltiples miradas», sentenció.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 75% | Asistencia a las salas que ha alcanzado el 75% de los niveles prepandemia. |
| 376 | Producción nacional creció hasta los 376 largometrajes el año pasado. |
| 70% | Crecimiento de casi un 70% en la producción nacional comparado con 2020. |
| 100% | Aumento del empleo del sector en más de un 100% en los últimos cuatro años. |
Óscar López, el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública de España, defendió la diversidad cultural y la necesidad de garantizar una información veraz en favor de los valores democráticos.
La defensa se realizó en una reunión informal de ministros de cultura y medios de comunicación de la Unión Europea celebrada en Copenhague, Dinamarca.
España se adhirió a una declaración ministerial sobre la defensa de la cultura y los medios de comunicación como salvaguardas de la democracia.
López alertó que el acceso a información fiable en la era digital es uno de los retos que marcarán la viabilidad de los sistemas democráticos.
La declaración advierte sobre los desafíos sociales y económicos que plantea el uso de inteligencia artificial en la creación y distribución de contenidos culturales y mediáticos.
El Gobierno español ha creado la primera agencia estatal de supervisión de IA en la UE (AESIA), un observatorio de derechos digitales, ayudas para medios de comunicación y un proyecto de alfabetización mediática.
El objetivo es abordar el audiovisual como un sector estratégico del Estado, promoviendo una normativa moderna que proteja a los menores y fomente la diversidad cultural.
Los ingresos por taquilla casi se duplicaron entre 2021 y 2024, con una producción nacional que creció hasta 376 largometrajes en 2024, lo que representa un aumento significativo desde 2020.
López afirma que la diversidad cultural europea no es un lujo, sino una ventaja estratégica, abogando por una política audiovisual que proteja lo que hace únicas a las culturas europeas.