Líderes de todo el mundo se reunirán en Doha del 4 al 6 de noviembre para la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, con el objetivo de renovar el pacto social y abordar las desigualdades que persisten a nivel global. Treinta años después de la cumbre de Copenhague, la necesidad de un desarrollo centrado en las personas, que promueva el bienestar, la igualdad y la dignidad humana, sigue siendo crucial. La cumbre busca evaluar los progresos realizados y establecer un nuevo camino hacia un futuro inclusivo. En un contexto marcado por crisis climáticas y desigualdades crecientes, se enfatiza la urgencia de garantizar que nadie se quede atrás. Este evento representa una oportunidad para reconstruir la confianza entre gobiernos y ciudadanos, así como para impulsar acciones concretas hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible antes de 2030.
La búsqueda de un mundo más equitativo y justo está en el centro de la agenda global, a medida que se aproxima la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, que se llevará a cabo del 4 al 6 de noviembre en Doha, Qatar. Treinta años después de la histórica cumbre de Copenhague, los líderes mundiales se reunirán para evaluar el progreso y abordar las desigualdades persistentes que afectan a millones.
La pregunta fundamental que guiará las discusiones es: ¿cómo podemos garantizar que nadie quede atrás? La cumbre reunirá a jefes de Estado, ministros, representantes de la sociedad civil y expertos en un esfuerzo por revitalizar el compromiso global hacia un desarrollo social inclusivo y centrado en las personas.
Li Junhua, subsecretario general de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, ha señalado que este encuentro llega en un momento crítico. Las desigualdades se están agravando, mientras que la confianza entre gobiernos y ciudadanos se ve erosionada por conflictos y crisis climáticas. Sin embargo, también hay destellos de innovación y solidaridad que ofrecen una oportunidad para reconstruir esa confianza.
Bjørg Sandkjær, otra alta funcionaria de la ONU, subrayó que más de mil millones de personas continúan viviendo en condiciones de pobreza extrema y que el 40 % de la población mundial carece de acceso a protección social. La cumbre busca renovar la fe en el progreso colectivo y reafirmar el compromiso con los principios del desarrollo social.
La Declaración Política de Doha será uno de los puntos centrales del evento, resultado de meses de negociaciones intergubernamentales. Alya Ahmed Saif Al-Thani, embajadora permanente de Qatar ante la ONU, destacó que esta declaración es un llamado mundial a los gobiernos para crear un entorno propicio para alcanzar el desarrollo social inclusivo.
A medida que nos acercamos al plazo establecido para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030, el mundo enfrenta desafíos significativos. El progreso hacia la reducción de la pobreza ha disminuido y muchos jóvenes enfrentan incertidumbres laborales. Sandkjær enfatizó la necesidad urgente de reubicar el desarrollo social en el centro del debate global.
El programa paralelo a las sesiones plenarias incluirá foros dedicados a la sociedad civil y al sector privado, así como una plaza interactiva para soluciones innovadoras. Estos espacios permitirán resaltar iniciativas relacionadas con empleo y resiliencia comunitaria, asegurando que las voces juveniles sean escuchadas en este diálogo crucial.
La nueva Plataforma de Soluciones de Doha para el Desarrollo Social será presentada como una iniciativa conjunta entre Qatar y Francia, destacando compromisos concretos para abordar problemas como la pobreza y promover inclusión efectiva.
Para Sandkjær, quien asistió a la primera cumbre en Copenhague como activista joven, Doha simboliza tanto continuidad como cambio. A pesar del optimismo inicial hace tres décadas sobre el avance del multilateralismo, hoy los jóvenes enfrentan retos más complejos como desinformación y ansiedad climática. Su mensaje es claro: su compromiso es esencial para impulsar cambios reales.
El éxito de esta cumbre no se medirá solo por discursos inspiradores; será crucial traducir estos compromisos en mejoras tangibles en las vidas cotidianas. Se espera que surjan empleos dignos e inclusión social como indicadores clave del verdadero progreso logrado durante este encuentro histórico.
Con grandes expectativas puestas sobre esta reunión internacional, Doha se prepara para ser nuevamente un punto focal donde se redefinirá el camino hacia un futuro más justo e inclusivo para todos.
| Cifra | Descripción | 
|---|---|
| 30 años | Desde la cumbre de la ONU en Copenhague donde se comprometió a un desarrollo social inclusivo. | 
| 1,000 millones | Número de personas que viven en condiciones de pobreza compleja. | 
| 40% | Porcentaje de la población mundial que carece de acceso a la protección social. | 
| 5 años | Tiempo restante para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030. | 
El objetivo de la reunión es renovar el compromiso global hacia un desarrollo social inclusivo y justo, abordando las desigualdades y asegurando que nadie se quede atrás.
Se discutirán temas como la reducción de la pobreza, la igualdad de género, el acceso a la protección social y cómo garantizar que todos tengan un lugar en la sociedad en medio de desafíos como las crisis climáticas y los cambios tecnológicos.
La cumbre es crucial porque se lleva a cabo a solo cinco años del plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030, y el mundo está rezagado en muchos frentes relacionados con estos objetivos.
Se espera que los compromisos adquiridos durante la cumbre se traduzcan en mejoras reales en la vida de las personas, incluyendo empleos dignos, protección social e inclusión.
Participan jefes de Estado, ministros, representantes de la sociedad civil, expertos y jóvenes activistas, todos con el fin de evaluar progresos y trazar nuevos caminos hacia el desarrollo social.