La Asamblea General de la ONU ha solicitado por trigésima tercera vez el levantamiento del embargo económico de Estados Unidos a Cuba, con 165 votos a favor, 7 en contra y 12 abstenciones. Este bloqueo, que comenzó en 1960, ha sido criticado por su impacto negativo en los derechos humanos y el desarrollo del pueblo cubano. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba denunció su carácter ilegal e inhumano, mientras que Estados Unidos defendió el embargo aludiendo a las políticas del gobierno cubano. La resolución destaca principios como la igualdad soberana de los Estados y solicita un informe sobre el cumplimiento de la misma para el próximo período de sesiones de la ONU.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha solicitado este miércoles, por trigésima tercera vez y con un contundente apoyo, el levantamiento del embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba. Esta medida unilateral ha sido objeto de condena desde 1992.
En la votación más reciente, la resolución recibió 165 votos a favor, mientras que solo 7 países se manifestaron en contra: Argentina, Estados Unidos, Hungría, Israel, Macedonia del Norte, Paraguay y Ucrania. Además, hubo 12 abstenciones que incluyeron a Albania, Bosnia y Herzegovina, Costa Rica, Chequia, Ecuador, Estonia, Letonia, Lituania, Marruecos, Moldavia, Rumanía y Polonia.
Este resultado refleja un cambio significativo respecto a años anteriores. En la votación del año pasado, Cuba había recibido el respaldo unánime de todos los países de América Latina y el Caribe así como de todos los miembros de la Unión Europea. En esa ocasión, la resolución obtuvo 187 votos a favor con solo dos en contra (Estados Unidos e Israel) y una abstención (Moldavia).
El embargo contra Cuba comenzó en 1960 y ha ido endureciéndose en diferentes momentos históricos. Desde 1992, la Asamblea General ha emitido su primera petición formal para que Estados Unidos ponga fin a esta política.
La resolución actual lleva por título "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba" (A/80/L.6) y se fundamenta en un informe presentado por el Secretario General (A/80/83).
El texto reafirma principios fundamentales como “la igualdad soberana de los Estados” y “la no intervención en sus asuntos internos”, además de expresar preocupación por regulaciones estadounidenses como la Ley Helms-Burton promulgada el 12 de marzo de 1996. Esta ley tiene efectos extraterritoriales que afectan la soberanía de otros países y limitan la libertad comercial.
Durante la presentación de la resolución, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba denunció el carácter ilegal e inhumano del embargo estadounidense. Bruno Rodríguez Parrilla destacó que esta política constituye un castigo colectivo que infringe los derechos humanos del pueblo cubano y obstaculiza su desarrollo en áreas cruciales como salud y alimentación.
"El impacto no es solo económico; está diseñado para afectar socialmente a millones", afirmó Rodríguez Parrilla. También criticó las presiones ejercidas por el Departamento de Estado para influir en el voto de otros países sobre la resolución.
Añadió que Cuba es un país pacífico comprometido con la cooperación internacional y llamó a respaldar la resolución como un acto justo que respete la soberanía nacional.
Por su parte, el embajador estadounidense Jeffrey Bartos descalificó lo que consideró un "espectáculo político" del gobierno cubano ante las Naciones Unidas. Bartos acusó al régimen cubano de abusos contra su población y apoyo a gobiernos hostiles a los intereses estadounidenses.
Sostuvo que las dificultades económicas en Cuba son consecuencia directa de la falta de reformas políticas necesarias: "El régimen se encuentra en una encrucijada", advirtió Bartos. Instó al gobierno cubano a liberar prisioneros políticos y realizar cambios profundos para restaurar libertades fundamentales.
En representación conjunta con Chequia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, el embajador polaco Krzysztof Szczerski reafirmó el compromiso con los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas. Aunque reconoció los efectos negativos del embargo sobre el pueblo cubano y expresó solidaridad con quienes sufren sus consecuencias humanitarias.
No obstante, Szczerski condenó también el apoyo cubano a la agresión rusa contra Ucrania y mencionó la participación activa de ciudadanos cubanos en dicho conflicto como una violación del derecho internacional. Como resultado, Polonia optó por abstenerse en esta votación debido a lo que considera una aplicación inconsistente de los principios establecidos por la ONU.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 165 | Votos a favor de la resolución para poner fin al embargo a Cuba. |
| 7 | Votos en contra de la resolución (Argentina, Estados Unidos, Hungría, Israel, Macedonia del Norte, Paraguay y Ucrania). |
| 12 | Abstenciones en la votación (Albania, Bosnia y Herzegovina, Costa Rica, Chequia, Ecuador, Estonia, Letonia, Lituania, Marruecos, Moldavia, Rumanía y Polonia). |
| 187 | Votos a favor en la resolución del año pasado. |
La Asamblea General de la ONU pidió por trigésima tercera vez el fin del embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba, rechazando el bloqueo por una gran mayoría con 165 votos a favor, 7 en contra y 12 abstenciones.
El embargo a Cuba comenzó en 1960 y ha sido endurecido en diferentes momentos históricos, alcanzando a terceros países desde 1992, cuando la Asamblea General emitió su primera petición para ponerle fin.
La resolución expresa preocupación por disposiciones reglamentarias como la Ley Helms-Burton de EE.UU., que afecta la soberanía de otros Estados y la libertad de comercio y navegación. También denuncia que el bloqueo es un acto de castigo colectivo que viola los derechos humanos del pueblo cubano.
El embajador estadounidense condenó lo que calificó como un "espectáculo político" del Gobierno cubano y afirmó que las dificultades económicas del país derivan de la ausencia de reformas políticas. Instó al Gobierno cubano a liberar a todos los presos políticos y realizar transformaciones profundas.
Polonia condenó el apoyo de Cuba a la agresión rusa contra Ucrania y anunció su abstención en la votación sobre el embargo, criticando la aplicación inconsistente de los principios de la Carta de la ONU.