España ha desarrollado una innovadora especificación UNE para medir la sostenibilidad de la Inteligencia Artificial, impulsada por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y la Asociación Española de Normalización. Esta norma, parte del Programa Nacional de Algoritmos Verdes, establece un marco común para evaluar el consumo energético, la huella de carbono y el uso de recursos en sistemas de IA. Con la participación de más de 40 expertos del sector, se busca promover una IA más responsable y eficiente desde el punto de vista ambiental, centrándose en modelos generativos y grandes modelos de lenguaje. Esta iniciativa también alinea a España con las normativas europeas sobre sostenibilidad tecnológica y refuerza su compromiso con la transparencia en el uso de tecnologías avanzadas.
La Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, en colaboración con la Asociación Española de Normalización (UNE), ha lanzado una innovadora especificación técnica destinada a promover una Inteligencia Artificial más responsable y sostenible. Esta iniciativa se enmarca dentro del Programa Nacional de Algoritmos Verdes (PNAV).
El objetivo principal de esta norma es establecer un marco común que permita medir aspectos cruciales como el consumo energético, la huella de carbono, el uso del agua y el rendimiento de los sistemas de IA.
El desarrollo de esta especificación ha sido posible gracias a un grupo técnico especializado que reúne a más de 40 expertos provenientes de la comunidad investigadora en algoritmos verdes, así como representantes de empresas tecnológicas y organismos de certificación que aportan su perspectiva sobre la verificación.
La nueva norma ofrece directrices detalladas para cuantificar el impacto ambiental de modelos y algoritmos de IA durante todas las fases de su ciclo, haciendo especial hincapié en el entrenamiento y la implementación, tanto en entornos locales como en la nube. Se centra particularmente en los modelos generativos y grandes modelos de lenguaje (LLMs), que son responsables de una carga computacional considerable y, por ende, un mayor impacto ambiental.
Con esta estandarización, se avanza hacia una IA más transparente y eficiente desde el punto de vista ambiental. La especificación permite obtener una visión clara y unificada del impacto ambiental, lo que facilita la comparación, optimización y validación del desempeño medioambiental de los modelos de IA.
Esta acción forma parte integral de la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024 del Gobierno español, reflejando su compromiso con una IA responsable al evolucionar desde métodos aislados utilizados por las empresas para calcular el consumo energético.
Entre las métricas establecidas se encuentran indicadores clave para monitorizar las etapas críticas del proceso, tales como el uso directo de energía y agua. Estas métricas también permiten evaluar la eficiencia general durante las fases más impactantes: entrenamiento e inferencia.
De este modo, la especificación se enfoca en los momentos del ciclo vital donde se produce el mayor consumo de recursos, proporcionando un marco riguroso para su medición y comparación.
Aunque su impacto es nacional, esta especificación representa un avance significativo hacia la futura estandarización a nivel europeo. España se posiciona así a la vanguardia en la definición de normas internacionales relacionadas con la sostenibilidad tecnológica.
Además, responde a las exigencias planteadas por la Unión Europea sobre la necesidad de informar acerca del consumo energético asociado a los sistemas de IA, tal como establece el ‘Código de buenas prácticas para los modelos de IA de uso general’, previsto para agosto de 2025.
De igual manera, refuerza el compromiso español con el cumplimiento del Reglamento Europeo sobre Inteligencia Artificial, contribuyendo así a fomentar la transparencia, trazabilidad y sostenibilidad en el diseño y operación de estas tecnologías emergentes.
Es una especificación técnica pionera que establece un marco común para medir la sostenibilidad de la Inteligencia Artificial, impulsada por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y la Asociación Española de Normalización.
El objetivo es cuantificar el consumo energético, la huella de carbono, el consumo de agua y el rendimiento de los sistemas de IA, especialmente en modelos generativos y grandes modelos de lenguaje.
Más de 40 integrantes de la comunidad investigadora en algoritmos verdes, empresas privadas del sector tecnológico y organismos de certificación contribuyeron al desarrollo.
Se incluyen indicadores para monitorizar el uso directo de energía y agua, así como evaluar la eficiencia general de los modelos durante las fases críticas del entrenamiento e inferencia.
Aunque tiene un impacto nacional, representa un paso hacia la estandarización europea y posiciona a España en la vanguardia de normas internacionales sobre sostenibilidad tecnológica.
El Gobierno busca promover una Inteligencia Artificial responsable y sostenible, alineándose con las demandas europeas sobre el consumo energético en sistemas de IA.