La situación en Gaza se agrava con un aumento alarmante del hambre y una ola de calor que eleva las temperaturas por encima de los 40 °C. La hambruna alcanza su nivel más crítico desde el inicio del conflicto, con un incremento en la deshidratación debido a la escasez de agua. Las misiones humanitarias enfrentan serios obstáculos, a pesar de que Israel ha permitido algunos movimientos de ayuda. Sin embargo, muchos intentos de entrega son frustrados por condiciones peligrosas y saqueos. La ONU informa que, aunque hay suficiente comida en camino para alimentar a la población durante tres meses, la calidad y cantidad son insuficientes para satisfacer las necesidades urgentes. La UNRWA continúa proporcionando servicios esenciales a millones de personas afectadas por la crisis.
A medida que la crisis humanitaria se intensifica en la Franja de Gaza, el hambre y la desnutrición alcanzan niveles alarmantes. Las temperaturas extremas, que superan los 40 °C, agravan aún más las difíciles condiciones de vida de la población. La escasez de agua ha llevado a un aumento significativo en los casos de deshidratación.
Las misiones humanitarias enfrentan constantes retrasos y obstáculos, aunque recientemente Israel ha permitido un número reducido de movimientos humanitarios. Sin embargo, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas, las operaciones autorizadas tardan horas en completarse, y los equipos deben esperar en carreteras peligrosas y congestionadas.
Entre el 6 y el 12 de agosto, los trabajadores humanitarios realizaron 81 intentos para coordinar movimientos con las autoridades israelíes, incluyendo el transporte de combustible y personal.
De estos intentos, 35 fueron facilitados, mientras que 29 inicialmente aprobados se vieron obstaculizados en el terreno. Además, 12 solicitudes fueron denegadas y cinco debieron ser retiradas por los organizadores. No obstante, 14 misiones que enfrentaron obstáculos finalmente lograron llevarse a cabo.
Desde que comenzaron las hostilidades hace casi tres años tras los ataques liderados por Hamás contra Israel, aproximadamente 1200 personas han perdido la vida. Entre ellas se encuentran tanto israelíes como extranjeros; se estima que 50 personas continúan retenidas en Gaza, algunas ya declaradas muertas.
Desde entonces, más de 61.000 palestinos han muerto a manos del Ejército israelí, incluidos 18.000 niños, mientras que 151.000 han resultado heridos, según datos del Ministerio de Salud de Gaza. La ONU también ha registrado más de 500 muertes entre trabajadores humanitarios.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha informado que la hambruna en Gaza está ahora en su nivel más alto desde el inicio del conflicto. Las autoridades sanitarias locales han documentado hasta el momento 235 muertes relacionadas con la malnutrición, entre ellas 106 niños.
A pesar del creciente hambre, la cantidad diaria de convoyes humanitarios es limitada, lo que representa un riesgo considerable para aquellos que dependen de esta ayuda vital. La situación se complica aún más por la desesperación de las multitudes que frecuentemente descargan los suministros alimentarios destinados a sus familias antes de llegar a su destino final.
En julio pasado, el PMA reportó haber recibido 1012 camiones con cerca de 13.000 toneladas métricas de alimentos desde los pasos fronterizos con Israel; sin embargo, solo diez llegaron a los almacenes designados.
A pesar de contar con suficientes alimentos para alimentar a los 2.1 millones de habitantes durante al menos tres meses, el PMA advierte sobre el riesgo inminente de que los suministros varados se deterioren o se contaminen debido al tiempo prolongado sin distribución adecuada.
Las organizaciones humanitarias continúan haciendo llamados urgentes para facilitar la entrada de más ayuda y productos comerciales en Gaza. Aunque ha aumentado la cantidad de alimentos entrantes, todavía no es suficiente para satisfacer las enormes necesidades existentes.
A fecha del 10 de agosto, un total de 81 comedores comunitarios estaban preparando diariamente 324.000 comidas individuales; una cifra notablemente superior a las 259.000 comidas diarias ofrecidas dos semanas antes, pero aún muy lejos del millón distribuido en abril.
Mientras tanto, una ola de calor extremo está exacerbando las condiciones ya críticas en Gaza. La temperatura supera constantemente los 40 °C y la agencia ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha alertado sobre un aumento preocupante en los casos de deshidratación debido a la escasez crítica del agua disponible.
En respuesta a esta crisis continua, UNRWA ha proporcionado servicios esenciales relacionados con agua, saneamiento e higiene a aproximadamente 1.7 millones de personas desde el inicio del conflicto armado.
Descripción | Cifra |
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Muertes relacionadas con la malnutrición | 235 |
Muertes de niños por malnutrición | 106 |
Palestinos muertos a manos del Ejército de Israel | 61,000 |
Número de niños palestinos muertos | 18,000 |
Comidas individuales preparadas diariamente por comedores comunitarios (actualmente) | 324,000 |
Comidas individuales distribuidas en abril | 1,000,000 |
La hambruna en Gaza se encuentra en su nivel más alto desde que comenzó el conflicto, con 235 muertes relacionadas con la malnutrición documentadas hasta el 13 de agosto, incluyendo 106 niños.
A pesar de que Israel ha denegado menos movimientos humanitarios recientemente, las misiones aprobadas enfrentan retrasos significativos y condiciones peligrosas. De 81 intentos de coordinación, solo 35 fueron facilitados sin problemas.
Una ola de calor está empeorando las condiciones en Gaza, con temperaturas que superan los 40 °C. Esto ha llevado a un aumento en la deshidratación debido a la escasez de agua disponible.
A pesar de las dificultades, organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos están intentando proporcionar ayuda alimentaria. Sin embargo, los convoyes son limitados y muchos suministros se pierden antes de llegar a su destino.
A fecha del 10 de agosto, se estaban preparando 324.000 comidas individuales al día en 81 comedores comunitarios, aunque esto sigue siendo muy por debajo del millón de comidas diarias distribuidas anteriormente.