Las tormentas de arena y polvo afectan a más de 330 millones de personas en 150 países, causando muertes prematuras, problemas de salud y pérdidas económicas significativas, que pueden reducir la producción agrícola en un 20%. Estas tormentas, originadas principalmente en el norte de África y Oriente Medio, se están intensificando y convirtiendo en un desafío global. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el impacto de estas tormentas está aumentando debido a la degradación del suelo y la mala gestión del agua. Las partículas de polvo no solo oscurecen cielos lejanos, sino que también agravan enfermedades cardiovasculares y generan graves consecuencias económicas. La OMM hace un llamado a la comunidad internacional para mejorar los sistemas de alerta y respuesta ante este fenómeno transfronterizo.
Las tormentas de arena y polvo afectan a más de 330 millones de personas en 150 países, provocando no solo muertes prematuras y daños a la salud, sino también un impacto económico significativo. Estas tormentas pueden reducir hasta un 20% la producción agrícola en comunidades rurales, lo que agrava la situación de hambre y pobreza en diversas regiones del mundo.
La magnitud del problema es alarmante. Cada año, se estima que se introducen en la atmósfera más de 2000 millones de toneladas de arena y partículas de polvo. Este dato proviene del informe anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que alerta sobre el creciente impacto humano y económico de estos fenómenos meteorológicos.
Las tormentas de arena y polvo son mucho más que un simple fenómeno natural que ensucia ventanas; como señala Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, deterioran la salud y calidad de vida de millones, generando costos millonarios. Aunque su origen es un proceso meteorológico natural, factores como la degradación del suelo y la gestión inadecuada del agua han incrementado su frecuencia y alcance geográfico en las últimas décadas.
El 80% de las partículas que componen estas tormentas provienen del norte de África y Oriente Medio, donde pueden ser transportadas miles de kilómetros. “Lo que comienza en una tormenta en el Sahara puede oscurecer los cielos en Europa”, explica Sara Basart, responsable científica de la OMM. En 2024, por ejemplo, el polvo del Sahara Occidental llegó hasta las Islas Canarias, mientras que las condiciones climáticas en Mongolia llevaron partículas a Beijing.
A medida que estos fenómenos se intensifican, se convierten en uno de los retos globales más ignorados. Según un alto funcionario en representación de Philémon Yang, presidente de la Asamblea General, las tormentas han dejado atrás su consideración como eventos estacionales o localizados para convertirse en una amenaza persistente a nivel mundial.
Las consecuencias son profundas: además de alterar ecosistemas terrestres y oceánicos al oscurecer la luz solar, estas tormentas exacerban enfermedades cardiovasculares y causan aproximadamente siete millones de muertes prematuras anuales, afectando especialmente a poblaciones vulnerables. Yang describió esta situación como un “asombroso coste humano”. Desde una perspectiva económica, las pérdidas por estas tormentas han alcanzado el 2.5% del PIB regional solo en Oriente Medio y el Norte de África durante 2024.
Frente a este panorama desalentador, la OMM hace un llamado urgente a la comunidad internacional para aumentar las inversiones en sistemas de alerta temprana y seguimiento. Rola Dashti, copresidenta de la Coalición de las Naciones Unidas para Combatir las Tormentas de Arena y Polvo, enfatiza que “ningún país puede enfrentar este reto solo”. Las tormentas representan una amenaza transfronteriza que requiere una respuesta coordinada entre naciones.
La declaración del periodo 2025-2034 como Decenio para Combatir las Tormentas de Arena y Polvo debería marcar un punto decisivo. Philémon Yang insta a los Estados Miembros a avanzar desde la concienciación hacia acciones concretas y desde enfoques fragmentados hacia una colaboración efectiva.
Cifra | Descripción |
---|---|
330 millones | Personas afectadas por tormentas de arena y polvo |
150 | Paises afectados por tormentas de arena y polvo |
2000 millones de toneladas | Cantidad anual de arena y polvo que entra en la atmósfera |
7 millones | Muertes prematuras al año debido a efectos adversos en la salud |
20% | Reducción en la producción de cultivos entre comunidades rurales |
2,5% | Pérdidas económicas en Oriente Medio y Norte de África como consecuencia de las tormentas en 2024 |
Más de 330 millones de personas de 150 países se ven afectadas por las tormentas de arena y polvo.
Las tormentas provocan muertes prematuras, daños a la salud, y exacerban enfermedades cardiovasculares, lo que resulta en aproximadamente siete millones de muertes prematuras cada año.
Las tormentas pueden reducir hasta un 20% la producción de cultivos entre comunidades rurales, contribuyendo al hambre y la pobreza. En 2024, las pérdidas económicas en Oriente Medio y el Norte de África representaron el 2,5% del PIB regional.
El 80% de las partículas de polvo y arena provienen del norte de África y Oriente Medio.
La OMM hace un llamado a la comunidad internacional para invertir más en sistemas de alerta temprana y seguimiento de datos, destacando que ningún país puede enfrentar este reto solo.
Se ha declarado el período 2025-2034 como el Decenio de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo, instando a los Estados Miembros a pasar a la acción coordinada.