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La Causa y la Gente: Por Qué Valió la Pena

La Causa y la Gente: Por Qué Valió la Pena

Por Sergio Rego Monteiro fuente: www.revista-ideasonline.org

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
El artículo que sigue apareció en la edición de abril de la Revista Ideas, la publicación oficial de INMA.
Mi mensaje de hoy tiene menos del énfasis institucional que ha prevalecido en estos encuentros mensuales, y un tono más personal. Ya que ésta es mi última columna como presidente de INMA.
Hace cuatro años, Joe Frederickson, por ese entonces presidente de INMA, me llamó para una conversación preliminar. Se trataba de la posible invitación a la vicepresidencia y, dos años después, a ocupar la presidencia de vuestra asociación. Como hijo de militar que soy, mi vida es un ejercicio de planeamiento y programación de las variables de la vida que yo puedo controlar Una de ellas es el retiro – que en ese momento se encontraba a solo unos pocos meses – y la otra era una nueva vida como consultor, primer paso para controlar el proceso de mi "desaparición" como hombre de negocios.
La invitación me conmocionó. El camino desde periodista junior, al inicio de mi carrera, a presidente de una institución como INMA, estaba más allá de lo que hubiera podido alguna vez imaginar, aún en mis sueños más optimistas para el futuro.
Mucho más aún, teniendo en cuenta que iba a ser el primer presidente latinoamericano en los más de 70 años de existencia de la institución. Todos somos sensibles a que se nos reconozca por nuestros logros durante nuestra vida. Esta necesidad de que se nos distinga entre nuestros pares es una parte nuestra, como seres humanos y como profesionales. Era un honor, por eso acepté la invitación y cambié mis planes de vida. Fue el principio de cuatro años que me llevaron a Brighton, Melbourne, San Francisco, Nueva Orleans, Buenos Aires, Toronto, Dublín, Lucerna, Miami, y Lima, entre otras. Una experiencia gratificante con la oportunidad de conocer todo tipo de personas, con muchas de las cuales hice amistad. Mi conocimiento sobre mi profesión también mejoró considerablemente. ¡Una experiencia fantástica! Extremadamente exigente, sin embargo, para la persona que acepta el desafío, por la dedicación que requiere.
Recuerdo una conversación que tuve hace años con mi padre, un almirante e ingeniero naval que luchó en la Segunda Guerra Mundial, sobre su retiro. Al sumar sus años de trabajo, me indujo a hacer el siguiente comentario: "Papá, no puedes parar aún, todavía te quedan cinco años!" Fue entonces que aprendí que los años de guerra cuentan doble para el retiro. Si este creativo y anacrónico artificio de cuenta doble es exclusivo de Brasil, no lo sé. ¿Pero, por qué traerlo de nuevo a colación? Porque ahora me doy cuenta de que así es como percibí mis dos años en la conducción de INMA. En realidad se sintieron como cuatro años, cuando miro hacia atrás las dificultades que tuve que enfrentar en este mercado desatado que se ha vuelto loco, y los escenarios políticos y económicos en los que tuve que trabajar.
Mi esposa y yo estábamos en Miami cuando los talibanes realizaron su odioso, imperdonable, e injustificable acto de terrorismo. De la noche a la mañana tuve que cancelar y desmantelar una conferencia latinoamericana que se iba a realizar solo dos días después, el 13 de septiembre. Abandonar Miami esa misma semana y partir para la Conferencia Europea de INMA en Lucerna fue una experiencia difícil – aún para mí, un ciudadano de Río de Janeiro, con su crónica guerrilla urbana.
La compañía que presido en Latinoamérica decidió detener sus planes de expansión en este hemisferio con el traspié de la economía argentina y sus repercusiones sobre nuestros planes para Brasil, sin mencionar las consecuencias del terrorismo en el mercado financiero.
Mantener la unidad de INMA y sus divisiones ha sido otra preocupación constante. Impulsándome estuvo la comprensión de que la sinergia es lo que nos vuelve fuertes y que nuestros miembros son los que están constantemente recreando la razón misma de nuestra existencia como asociación.
Siempre ha prevalecido el sentido común. Lo que vemos ahora ya no es más una INMA solamente estadounidense, como lo era cuando se fundó. En lugar de ello, somos una entidad internacional, y esta realidad la confirma el hecho de que más del 50 por ciento de sus miembros no proviene de los Estados Unidos.
A fin de responder a las crecientes demandas de nuestros miembros, tuvimos que abrirnos paso y adaptar y crecer sobre la base de la revolución digital, usándola para difundir información y la cultura del marketing en los periódicos. Y esto aún es el principio. Estamos cada vez más presentes en los medios de comunicación y somos llamados a participar en los circuitos de conferencias, dentro y fuera de nuestra actividad. Esto demuestra el creciente reconocimiento de INMA como megáfono dentro de nuestro campo profesional y de la industria a la que servimos.
Lo que tuvimos fueron dos años cargados de tensión que trajeron aflicción a nuestro mercado. En el hemisferio en el que vivo, no hemos visto algo igual en 20 años. La Red Globo, el mayor complejo de medios de comunicación de Latinoamérica, ha enfrentado obstáculos que ahora ya son bien conocidos y quedan demostrados porque la compañía que la controla ha celebrado un acuerdo extrajudicial con sus acreedores, ocasionando una gran demora en sus pagos. Si alguien me hubiera hecho esta predicción solo cinco años atrás, yo hubiera tildado a esa persona de irresponsable y de Casandra del destino.
Los escenarios cambian rápidamente y los medios de comunicación seguirán cambiando, en especial la televisión, que pronto reemplazará la transmisión sincrónica por la asincrónica. Las agencias de publicidad están en crisis, y las que sobrevivan serán aquellas que comprendan de qué manera se va a consumir la información en este nuevo mundo de permanente desarrollo de la tecnología digital.
Doy mi voto de confianza a los periódicos, con su vocación por recoger, editar y distribuir noticias. Una actividad no lineal, a diferencia de la TV y la radio, los periódicos son el eje de la tormenta de los cambios que pasan en un mercado que va a privilegiar el contenido – porque el contenido es básicamente, el relleno que sabemos guardar y distribuir. Aún así todavía tenemos mucho que aprender sobre los gustos y las necesidades de los consumidores
Tanto por hacer. Tanto por vivir. Tanto por aprender. Si mis dos años como presidente de INMA parecen como si hubieran sido cuatro, a la vista de todo el trabajo que tuvimos que hacer y las crisis que tuvimos que enfrentar, imagínense solamente el futuro que nos espera.
Mi amigo, Eivind Thomsen, se hace cargo de una asociación a tono con el presente, pero con una doble o triple tarea por delante, igual que la nuestra – la tarea de correr tras la tecnología y continuar liderándonos para hacer crecer la importancia del marketing como herramienta fundamental para servir a nuestras compañías.
Tenemos un dedicado equipo de profesionales con el que trabajar, como no he visto igual antes en ninguna otra asociación profesional. La devoción del equipo de INMA, dirigido por Earl Wilkinson, puede provocar la envidia de sus semejantes. Con un grupo de gente de este calibre, cualquier presidente de INMA puede sentirse orgulloso.
La causa lo justifica. La gente lo vale. Ha sido un placer y un honor estar en estas páginas todos los meses y a través de Internet. Yo seguiré estando en nuestras reuniones, dado que me quedan dos años más como miembro del Directorio. Y siempre voy a estar detrás de INMA. Ha sido y va a seguir siendo parte integrante de mi vida profesional.
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