Somalia ha declarado el estado de emergencia debido a una grave crisis alimentaria provocada por cuatro temporadas consecutivas de lluvias fallidas. Millones de personas, especialmente en regiones como Puntland, enfrentan un riesgo inminente de hambre y desplazamiento. La falta de financiamiento para el plan humanitario ha agravado la situación, con solo un 23,7% del presupuesto cubierto hasta ahora. Se estima que 4,4 millones de personas sufrirán inseguridad alimentaria aguda y 1,85 millones de niños menores de cinco años estarán en riesgo de desnutrición severa. Las condiciones climáticas adversas continúan afectando la disponibilidad de agua y alimentos, lo que podría desencadenar una catástrofe humanitaria en los próximos meses.
Somalia se encuentra en medio de una crisis humanitaria alarmante. La sequía, resultado de cuatro temporadas consecutivas de lluvias fallidas, ha dejado vastas áreas del país desoladas, poniendo en riesgo a millones de personas que enfrentan el hambre y el desplazamiento. Esta situación fue denunciada este miércoles por diversas agencias humanitarias de la ONU.
El 10 de noviembre, el Gobierno Federal de Somalia declaró oficialmente el estado de emergencia por sequía y solicitó asistencia internacional inmediata, dado que las condiciones siguen empeorando en las regiones del norte, centro y sur del país, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Puntland es una de las zonas más afectadas, donde se estima que cerca de un millón de personas requieren apoyo urgente. De ellas, 130.000 se encuentran en una situación crítica que pone en peligro sus vidas.
“No hemos recibido lluvia desde el año pasado; esta es la peor sequía en años”, afirmó Abdiqani Osman Omar, alcalde de la aldea de Shaxda en la región de Bari.
Cientos de familias desplazadas han llegado aquí en los últimos tres meses, y más están llegando, añadió. Los recién llegados son principalmente mujeres y niños, ya que muchos hombres han migrado a Etiopía en busca de pastos y agua.
La comunidad local no tiene capacidad para brindar apoyo a estos nuevos habitantes, lo que agrava aún más la crisis humanitaria, ya que incluso quienes acogen a los desplazados necesitan asistencia básica.
A lo largo de Puntland, los puntos de agua han desaparecido, la vegetación ha muerto y muchos asentamientos pastorales están ahora deshabitados.
En Dhaxan, donde las lluvias breves entre abril y junio ofrecieron una esperanza momentánea a principios del año, los residentes dependen ahora del agua transportada por camiones a un costo elevado tras la contaminación del pozo local.
Jama Abshir Hersi, líder comunitario, señaló que aproximadamente 150 familias se mudaron al pueblo después de las lluvias. “Solíamos recibir asistencia alimentaria y nutricional así como suministros médicos para nuestra unidad de salud. Toda esa ayuda ha disminuido”, lamentó.
La escasez de financiamiento está exacerbando esta crisis humanitaria. Hasta el 23 de noviembre, el Plan de Respuesta Humanitaria para Somalia 2025 solo estaba financiado en un 23.7%, lo que ha llevado a recortes significativos en la asistencia disponible. El número de personas que reciben ayuda alimentaria urgente ha caído drásticamente: pasó de 1.1 millones en agosto a apenas 350.000 este mes.
En Puntland, 89 sitios destinados a alimentación suplementaria y 198 centros médicos enfrentan graves carencias en sus suministros.
La sequía se suma a un panorama humanitario ya crítico. Se estima que al menos 4.4 millones de personas enfrentarán inseguridad alimentaria aguda hasta diciembre; además, se prevé que 1.85 millones de niños menores de cinco años sufran desnutrición aguda hasta mediados de 2026.
Los pronósticos meteorológicos no ofrecen alivio inmediato. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que se espera que persistan condiciones secas y cálidas en gran parte del país, especialmente en las regiones central y norte.
“Es probable que las altas temperaturas predominantes y la falta de lluvias agraven el estrés hídrico y limiten la regeneración del pasto en muchas áreas”, concluyó la agencia.
| Descripción | Cifra |
|---|---|
| Número de personas que necesitan apoyo en Puntland | 1,000,000 |
| Número de personas en situación de necesidad inmediata | 130,000 |
| Número de personas que reciben ayuda alimentaria de emergencia (agosto) | 1,100,000 |
| Número de personas que reciben ayuda alimentaria de emergencia (noviembre) | 350,000 |
| Número proyectado de personas que enfrentarán inseguridad alimentaria aguda hasta diciembre | 4,400,000 |
| Número proyectado de niños menores de cinco años que sufrirán desnutrición aguda hasta mediados de 2026 | 1,850,000 |
Somalia ha declarado el estado de emergencia debido a una grave sequía que ha dejado vastas extensiones del país áridas tras cuatro temporadas de lluvias fallidas, poniendo en riesgo a millones de personas de hambre y desplazamiento.
Casi un millón de personas en Puntland necesitan apoyo, con 130.000 en situación de necesidad inmediata que amenaza sus vidas. Se proyecta que al menos 4,4 millones de personas enfrentarán inseguridad alimentaria aguda hasta diciembre.
La falta de financiamiento del Plan de Respuesta Humanitaria para Somalia 2025 está agravando la crisis, con solo un 23,7% del plan financiado al 23 de noviembre, lo que ha forzado recortes significativos en la asistencia humanitaria.
Las comunidades pastorales enfrentan escasez aguda de agua y alimentos. Muchos residentes han sido desplazados y las condiciones están empeorando, con fuentes de agua secas y asentamientos abandonados.
Los pronósticos meteorológicos indican que se espera que persistan condiciones secas y cálidas, lo que podría exacerbar el estrés hídrico y limitar la regeneración de pastos en muchas áreas del país.