El calor extremo sigue afectando a cientos de millones de personas en todo el mundo, con temperaturas peligrosamente altas y un aumento de incendios forestales y mala calidad del aire. La Organización Meteorológica Mundial advierte sobre la importancia de las alertas tempranas y planes de acción frente al calor. En regiones como Asia Occidental, el norte de África y el suroeste de Estados Unidos, las temperaturas han superado los 42°C, llegando incluso a más de 50°C en Irán e Iraq, lo que ha causado interrupciones en servicios esenciales. Este fenómeno se acompaña de olas de calor y desastres naturales, que han llevado a un aumento significativo en muertes relacionadas con el calor. La situación climática actual destaca la necesidad urgente de medidas efectivas para mitigar sus efectos devastadores.
El fenómeno del calor extremo continúa azotando diversas regiones del planeta, con temperaturas que alcanzan niveles peligrosamente altos tanto durante el día como en la noche. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha emitido alertas sobre esta situación, subrayando la necesidad de establecer alertas tempranas y planes de acción para mitigar sus efectos.
La OMM también ha señalado que los incendios forestales y la mala calidad del aire están exacerbando la crisis climática en muchas áreas. En la última semana, el Centro Meteorológico Mundial en Beijing reportó que las temperaturas máximas han superado los 42°C en partes de Asia Occidental, el sur de Asia Central, el norte de África, el sur de Pakistán y el suroeste de Estados Unidos, donde se registraron picos superiores a los 45°C.
Partes del suroeste de Irán y el este de Iraq han experimentado temperaturas que rebasan los 50°C. Esta situación ha llevado a interrupciones significativas en el suministro de electricidad y agua, además de provocar la suspensión de clases y actividades laborales.
En el norte de África, el Servicio Meteorológico Nacional de Marruecos ha emitido alertas por ola de calor, con temperaturas fluctuando entre 40ºC y 47°C durante la semana del 4 de agosto. Omar Baddour, jefe de Monitoreo Climático de la OMM, explicó que “la combinación del calor extremo cerca de la superficie con aire frío en altura puede generar precipitaciones extremas e inundaciones repentinas devastadoras, afectando gravemente a las personas y a las infraestructuras”.
Japón, por su parte, ha registrado un nuevo récord nacional al alcanzar los 41,8°C el 5 de agosto, superando así la marca anterior de 41,2°C establecida el 30 de julio. Durante esta prolongada ola de calor, se han observado numerosos récords tanto en temperaturas máximas diurnas como mínimas nocturnas.
A medida que agosto avanza, se mantiene la tendencia observada en julio. De acuerdo con el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea, julio fue catalogado como el tercer mes más caluroso a nivel global desde que se tienen registros, solo superado por los años 2023 y 2024.
El sureste europeo ha sufrido severas olas de calor e incendios forestales, destacándose una temperatura récord registrada en Turquía, donde se alcanzaron los 50,5°C. Fuera del continente europeo, las temperaturas más elevadas respecto a la media se han documentado en regiones del Himalaya, China y Japón.
Ko Barrett, vicesecretario general de la OMM, enfatizó que aunque el calor extremo es comúnmente denominado “asesino silencioso”, tal afirmación carece sustento dado los avances científicos actuales. “Todas las muertes por calor extremo son evitables”, afirmó Barrett.
Las proyecciones indican que entre 2000 y 2019 ocurrieron aproximadamente unas 489.000 muertes anuales relacionadas con el calor; un alarmante 45% tuvo lugar en Asia y un 36% en Europa. Sin embargo, estas cifras podrían ser una bajo estimación, ya que no todos los casos relacionados con enfermedades o fallecimientos por calor son correctamente diagnosticados o reportados.
A raíz del intenso calor se han desatado incendios forestales devastadores que han cobrado vidas humanas y deteriorado notablemente la calidad del aire. En Chipre, Grecia y Turquía, equipos bomberiles luchan contra llamas voraces que han obligado a muchos residentes a evacuar sus hogares.
Aunque un incendio cercano al balneario español de Tarifa ha sido estabilizado, otros continúan arrasando áreas como el departamento francés de Aude. Este último incendio ha consumido más de 16.000 hectáreas desde su inicio cerca del pueblo entre Carcasona y Narbona —una superficie mayor que toda la ciudad de París— según informaron las autoridades francesas.
No obstante, Canadá enfrenta una temporada sin precedentes en cuanto a incendios forestales; hasta el 3 de agosto se habían quemado más de 6,6 millones de hectáreas. Esta cifra supera ampliamente el promedio histórico anual pero aún está por debajo del récord establecido en 2023.
| Descripción | Cifra |
|---|---|
| Temperaturas máximas en partes de Asia Occidental, sur de Asia Central, norte de África, sur de Pakistán y suroeste de EE.UU. | Más de 45°C |
| Temperaturas máximas en Irán e Iraq | Más de 50°C |
| Temperaturas en el norte de África durante la ola de calor | Entre 40°C y 47°C |
| Muertes anuales relacionadas con el calor (2000-2019) | Aproximadamente 489,000 |
El calor extremo es causado por altas temperaturas diurnas y nocturnas, que se ven agravadas por incendios forestales y mala calidad del aire en muchas regiones del planeta.
En partes de Asia Occidental, el sur de Asia Central, la mayor parte del norte de África, el sur de Pakistán y el suroeste de Estados Unidos, las temperaturas han superado los 42°C, con máximas que alcanzan más de 45°C. En Irán e Iraq, las temperaturas han rebasado los 50°C.
El calor extremo ha provocado interrupciones en el suministro de electricidad y agua, así como la suspensión de clases y trabajos en varias regiones afectadas. Además, se estima que entre 2000 y 2019 hubo unas 489.000 muertes anuales relacionadas con el calor.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) enfatiza la importancia de las alertas tempranas y los planes de acción contra el calor para mitigar sus efectos en la población.
El calor extremo alimenta incendios forestales catastróficos que han costado vidas y deteriorado la calidad del aire, obligando a muchos residentes a huir de sus hogares.