Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha presentado un informe que destaca las presiones que enfrentan los medios públicos en Europa, señalando que estos se encuentran en el centro de crisis económicas, tecnológicas y geopolíticas. La financiación de estos medios es frecuentemente cuestionada, mientras que la influencia de plataformas digitales y el riesgo de convertirse en herramientas de propaganda gubernamental son preocupaciones crecientes. Además, la falta de confianza del público genera tensiones sobre su independencia. A partir del 8 de agosto, entrará en vigor un reglamento europeo que busca garantizar la independencia editorial y funcional de los medios públicos, lo que representa una importante salvaguarda para su misión.
Los medios de servicio público en Europa enfrentan una situación crítica, marcada por diversas crisis que amenazan su funcionamiento y credibilidad. En primer lugar, la crisis económica se manifiesta a través de cuestionamientos constantes sobre sus fuentes de financiación, que incluyen cánones, asignaciones fiscales y presupuestos. A esto se suma una crisis tecnológica, provocada por la influencia creciente de las plataformas digitales en la manera en que se consume información. Además, el contexto geopolítico complica aún más la situación; en países como Italia, los medios pueden convertirse en voceros del gobierno, mientras que en Hungría son utilizados como herramientas de propaganda estatal. La falta de independencia y los supuestos sesgos han generado una crisis de confianza entre el público.
El próximo 8 de agosto entrará en vigor el artículo 5 del Reglamento Europeo sobre la Libertad de los Medios (EMFA), que establece obligaciones para los Estados miembros de la UE en cuanto a la independencia editorial y funcional de los medios públicos. Esta normativa no solo busca consagrar la misión de estos medios, sino también protegerla frente a las presiones externas.
La implementación del EMFA representa un paso significativo hacia la defensa del periodismo independiente en Europa. Sin embargo, queda por ver cómo responderán los distintos gobiernos ante estas nuevas exigencias y si realmente se garantizará una mayor autonomía para los medios de servicio público.
Los medios de servicio público en Europa están enfrentando varias crisis: una económica relacionada con su financiación, una tecnológica debido al impacto de las plataformas digitales, y una geopolítica donde pueden ser utilizados como herramientas de propaganda por los gobiernos.
El próximo 8 de agosto entrará en vigor el artículo 5 del Reglamento Europeo sobre la Libertad de los Medios (EMFA), que impone a los Estados miembros de la UE obligaciones en materia de independencia editorial y funcional de los medios de servicio público.
La falta de confianza genera tensiones relacionadas con la percepción de falta de independencia y supuestos sesgos en la información proporcionada por los medios audiovisuales europeos.