La vacunación contra la gripe es fundamental para prevenir complicaciones graves, especialmente en grupos vulnerables. Desde la temporada 2021-2022, se ha recomendado junto a la del COVID-19, pero para 2025-2026 las recomendaciones son independientes debido a las diferentes situaciones epidemiológicas de ambos virus. Se aconseja vacunar a personas mayores de 60 años, niños de 6 a 59 meses, embarazadas y aquellos con condiciones de riesgo. La campaña de vacunación comienza en septiembre y octubre, y se necesita una dosis anual para mantener la protección. Las vacunas son seguras y pueden causar efectos secundarios leves. Además de la vacunación, se recomienda adoptar medidas higiénicas como lavarse las manos y usar mascarilla en caso de síntomas respiratorios.
Desde la temporada 2021-2022, la vacunación contra la gripe se ha recomendado junto a la del COVID-19. Sin embargo, para el periodo 2025-2026, la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud ha decidido emitir recomendaciones diferenciadas para ambas vacunas, dado que cada virus presenta una situación epidemiológica particular. Estas directrices están sujetas a actualizaciones conforme evolucione la situación.
De acuerdo con el último informe semanal del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda, que abarca datos del 17 al 23 de noviembre, la tasa de síndrome gripal en Atención Primaria se sitúa en 40,1 casos por cada 100.000 habitantes, superando así el umbral epidémico. Esta cifra es notablemente superior a la del año anterior, donde no se alcanzó dicho umbral hasta finales de diciembre.
La vacunación se considera el método más efectivo para mitigar los efectos de la gripe. Un reciente estudio realizado por un equipo del Instituto de Salud Carlos III revela que entre octubre de 2024 y mayo de 2025, esta enfermedad ocasionó más de 33.000 hospitalizaciones, alrededor de 1.800 ingresos en unidades de cuidados intensivos y aproximadamente 1.800 muertes en España. La finalidad principal de la vacunación es proteger a las personas más vulnerables y reducir el impacto que las infecciones pueden tener sobre los sistemas sanitario y sociosanitario.
Es fundamental administrar una dosis anual de la vacuna debido a los cambios en la estructura molecular del virus, lo que le permite evadir la protección generada por vacunaciones o infecciones previas. Con el tiempo, también disminuyen los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico tras recibir la vacuna o después de haber estado enfermo.
Las vacunas contra la gripe presentan un perfil de seguridad elevado. Aunque pueden provocar reacciones adversas similares a las observadas con otras vacunas gripales, estas son generalmente leves y temporales, como inflamación o dolor en el lugar de inyección, fiebre o malestar muscular que suelen desaparecer en menos de 48 horas.
Las autoridades sanitarias han establecido recomendaciones específicas para cuatro grupos principales que deben recibir la vacuna durante la temporada 2025-2026:
La campaña vacunal comenzó en la última semana de septiembre y se extenderá durante octubre. Cada comunidad autónoma ha diseñado su propio protocolo para llevarla a cabo, asegurando que la vacunación esté disponible hasta el final de la temporada.
Generalmente, se administra una única dosis, incluso a niños entre seis meses y cinco años sin condiciones médicas previas. La protección comienza a desarrollarse gradualmente; puede ser significativa desde la primera semana y alcanza su máxima eficacia aproximadamente dos semanas después de recibirla.
Aparte de la vacunación, los expertos sugieren varias medidas preventivas contra las infecciones respiratorias:
| Descripción | Cifra |
|---|---|
| Hospitalizaciones por gripe en España (octubre 2024 - mayo 2025) | 33,000 |
| Ingresos en unidades de cuidados intensivos (octubre 2024 - mayo 2025) | 1,800 |
| Fallecimientos por gripe (octubre 2024 - mayo 2025) | 1,800 |
| Tasa de síndrome gripal en Atención Primaria (17-23 noviembre 2025) | 40.1 casos por 100,000 habitantes |
La vacunación es el modo más eficaz de prevenir el impacto de la gripe. Esta enfermedad produjo en España más de 33.000 hospitalizaciones, 1.800 ingresos en unidades de cuidados intensivos y 1.800 fallecimientos entre octubre de 2024 y mayo de 2025. El objetivo de la vacunación es tanto reforzar la protección de las personas más vulnerables como disminuir el impacto de las infecciones sobre la capacidad de la atención sanitaria y sociosanitaria.
Sí, las vacunas tienen un perfil de seguridad muy alto. Pueden provocar reacciones adversas, similares a las observadas con anteriores vacunas frente a la gripe, pero estas son generalmente leves y temporales.
Las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación a cuatro grandes grupos: personas con mayor riesgo de complicaciones por gripe, servicios esenciales a la comunidad, personas que pueden transmitir la gripe a personas vulnerables, y otros grupos de riesgo.
La campaña de vacunación se inició a partir de la última semana de septiembre y durante el mes de octubre, estando disponible hasta que finalice la temporada.
Generalmente se administra una sola dosis de la vacuna, y la protección puede ser significativa a partir de la primera semana, alcanzando el nivel óptimo aproximadamente dos semanas después.
Entre las medidas recomendadas están taparse al toser o estornudar, lavarse las manos frecuentemente, limitar el contacto con otras personas si se tienen síntomas, usar mascarilla en caso de síntomas respiratorios, evitar el contacto con personas enfermas y ventilar espacios cerrados.