La obesidad infantil ha alcanzado cifras alarmantes, superando por primera vez al bajo peso como la forma más común de malnutrición entre los niños. Según UNICEF, 188 millones de menores de cinco a 19 años sufren de obesidad, lo que representa el 10% de la población infantil mundial. Este aumento se ha triplicado desde el año 2000 y afecta a países de todas las regiones, no solo a los más ricos. La prevalencia de alimentos ultraprocesados y la publicidad dirigida a los jóvenes son factores clave en esta crisis. UNICEF advierte sobre los graves riesgos para la salud asociados con la obesidad infantil y propone medidas urgentes para abordar este problema, incluyendo políticas sobre etiquetado y restricciones en la venta de comida chatarra en escuelas.
La obesidad infantil ha alcanzado un récord mundial, afectando a 188 millones de niños y adolescentes de entre cinco y 19 años, según un informe del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF). Este alarmante dato indica que, por primera vez, la obesidad ha superado al bajo peso como la forma más común de malnutrición en la población infantil escolar.
Actualmente, uno de cada diez niños en el mundo vive con obesidad, una cifra que se ha triplicado desde el año 2000, cuando solo el 3% de los menores era obeso. En la actualidad, la tasa se sitúa en el 9,4%, mientras que el bajo peso ha disminuido al 9,2%. La directora ejecutiva de UNICEF destacó que este cambio representa una transformación radical en el panorama de la malnutrición infantil.
Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, afirmó que “la obesidad ya no es un problema aislado de países ricos; está presente en casi todas las regiones del mundo”. El estudio abarca datos de más de 190 países y resalta casos preocupantes. En varios países insulares del Pacífico, las cifras son alarmantes: Niue reporta un 38% de obesidad infantil; las Islas Cook, un 37%; y Nauru, un 33%. Estas tasas se han duplicado en los últimos 25 años debido al abandono de dietas tradicionales a favor de alimentos ultraprocesados.
Los países con ingresos medios y altos también están afectados. Por ejemplo, Chile presenta un 27% de obesidad entre menores de cinco a 19 años. En Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos, esta cifra alcanza el 21%.
Aparte de las cifras preocupantes, la obesidad infantil conlleva serios riesgos para la salud tanto a corto como a largo plazo. Los niños con sobrepeso tienen mayor probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina, hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer en la adultez.
UNICEF atribuye esta crisis a un entorno alimentario poco saludable donde predominan los alimentos ultraprocesados, ricos en azúcar, sal y grasas. Estos productos dominan las tiendas y escuelas, desplazando opciones más nutritivas como frutas y verduras.
La publicidad dirigida a los niños es un factor clave. Una encuesta global realizada por UNICEF reveló que el 75% de los jóvenes entre 13 y 24 años había visto anuncios de bebidas azucaradas y comida rápida en la última semana; además, el 60% indicó que estos anuncios aumentaron su deseo por dichos productos.
Aún en contextos críticos como crisis o conflictos bélicos, la exposición publicitaria es alta: un 68% de los niños en países afectados por conflictos reportó haber visto anuncios relacionados con comida chatarra.
UNICEF advirtió que si no se toman medidas inmediatas para abordar esta crisis sanitaria, el impacto económico podría ser devastador. En Perú, por ejemplo, los costos asociados con la obesidad podrían superar los 210.000 millones de dólares anuales en el futuro.
A nivel global, se estima que para el año 2035, la carga económica del sobrepeso y la obesidad podría alcanzar más de cuatro billones de dólares anuales.
A algunos países ya les preocupa esta situación y han comenzado a implementar políticas para revertirla. En México, donde el 40% del consumo calórico diario por parte de los niños proviene de productos ultraprocesados, se prohibió recientemente la venta y distribución de alimentos altos en sal, azúcar y grasa en las escuelas públicas.
Para combatir este alarmante problema sanitario, UNICEF ha propuesto una serie de medidas urgentes:
Catherine Russell concluyó enfatizando que “la obesidad infantil es una emergencia silenciosa que está creciendo ante nuestros ojos. Es urgente transformar los entornos alimentarios para asegurar que todos los niños tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles”.
Cifra | Descripción |
---|---|
188 millones | Número de niños y adolescentes afectados por obesidad a nivel mundial. |
10% | Porcentaje de la población infantil mundial que vive con obesidad. |
3% | Porcentaje de obesidad infantil en el año 2000. |
9.4% | Tasa actual de obesidad infantil. |
9.2% | Tasa actual de bajo peso entre los niños. |
Actualmente, uno de cada 10 niños en el mundo vive con obesidad, lo que equivale a 188 millones de niños y adolescentes de entre cinco y 19 años.
Por primera vez, la obesidad supera al bajo peso como la forma más común de malnutrición entre los niños en edad escolar.
Los niños obesos tienen mayores probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina, hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer en la edad adulta.
UNICEF atribuye esta epidemia al entorno alimentario donde crecen los niños, dominado por alimentos ultraprocesados ricos en azúcar, sal y grasas, así como a la publicidad dirigida a ellos.
UNICEF propone establecer políticas sobre etiquetado y publicidad de alimentos, prohibir la venta de comida chatarra en escuelas, implementar campañas de concienciación y ampliar programas sociales para garantizar acceso a dietas saludables.