En 2023, aproximadamente 316 millones de personas entre 15 y 65 años consumieron drogas, lo que representa el 6% de esta población. El cannabis se mantiene como la droga más utilizada, con 244 millones de usuarios. Además, el cultivo y producción de drogas generan serias consecuencias ambientales, incluyendo deforestación y contaminación del aire, tierra y agua. Para más información, visita la noticia completa en el enlace.
Cerca de 316 millones de personas en todo el mundo consumieron drogas en 2023, lo que representa aproximadamente el 6% de la población entre los 15 y 65 años. Este alarmante dato pone de relieve la magnitud del problema a nivel global.
Entre las sustancias más utilizadas, el cannabis se destaca con un total de 244 millones de usuarios, consolidándose como la droga más popular. Sin embargo, el uso y cultivo de estas sustancias no solo afecta a los individuos, sino que también tiene graves repercusiones ambientales.
Las consecuencias derivadas del cultivo y producción de drogas son múltiples y preocupantes. Entre ellas se encuentran la deforestación, así como cambios significativos en el uso del suelo. Además, la contaminación del aire, la tierra y el agua se ha convertido en un fenómeno asociado a estas prácticas.
A medida que avanza el año, es fundamental abordar estos problemas desde una perspectiva integral que contemple tanto la salud pública como la sostenibilidad ambiental. La lucha contra el consumo y producción de drogas debe ir acompañada de estrategias efectivas para mitigar su impacto negativo en nuestro entorno.
Cerca de 316 millones de personas consumieron drogas, lo que representa el 6% de la población entre 15 y 65 años.
El cannabis continúa siendo la droga más utilizada, con 244 millones de usuarios.
Entre las consecuencias se encuentran la deforestación, cambios en el uso del suelo y la contaminación del aire, la tierra y el agua.