Urbaneja califica de "abominable" el espionaje de Pujol a periodistas

La reacción se produjo tras conocer que en 1993, el Gobierno de Jordi Pujol auspició la elaboración de informes espía para saber qué periodistas de TV-3 y de Catalunya Ràdio comulgaban con la doctrina nacionalista del partido catalán y cuáles no. Una de las afectadas, la periodista Àngels Barceló ha preferido no pronunciarse sobre el tema. Los nacionalistas, por su parte, han negado los hechos.

Entre los calificativos dedicados, por ejemplo a Barceló, figuraban "quintacolumnista, colaboracionista y botifler (españolista)”. Además, en estos informes espía se decían cosas como que la emisión de documentales sobre el nazismo pueden ser perjudiciales para la causa nacionalista.

Muchos entes públicos sufren ese cáncer
“Me pregunto qué habrá en la cabeza del tío que mandó hacer esos informes”, señaló Urbaneja mostrando su indignación. “Sin embargo, son muy habituales ese tipo de acciones en las televisiones y medios públicos. Por desgracia, muchos entes públicos sufren ese cáncer, así que tampoco podemos decir que CiU hiciese algo tan diferente a lo que estamos acostumbrados”, sentenció el presidente de la APM.

“La notoriedad de los personajes a los que estudiaron, como el caso de Àngels Barceló, no es lo importante, ni aumenta la gravedad del delito. Lo importante es que el hecho en sí es abominable”, reiteró Urbaneja.

Periodistas de TV-3 espiados
El “Informe sobre la programación de la CCRTV” hallado en el almacén de la Generalitat señalaba directamente a varios profesionales que, por aquel entonces, protagonizaban espacios de éxito en TV-3. Entre ellos, Angels Barceló, actualmente en la cadena SER y Salvador Alsius, ahora profesor de Periodismo Audiovusial en la Universidad Pompeu Fabra.

De Alsius, quien en 1993 presentaba en TV-3 el espacio TN Cap de setmana, el autor anónimo del texto de CIU llega a decir que “sé de antemano que este personaje tiene unas claras tendencias antinacionalistas y, sobre todo, anticonvergentes y antipujolistas”.

Angeles Barceló, conductora del programa TV Vespre en aquel año, no salió mejor parada. En el informe consta que es en realidad “una quintacolumnista, colaboracionista y botifler (españolista)”. Barceló, consultada por elplural.com, no quiso entrar en la polémica y deshechó hacer declaraciones sobre el tema.

Catalunya Ràdio, controlada por CIU
Catalunya Ràdio no se libró de las “investigaciones” del gobierno de Pujol. Así, Adelina Castillejo, quien presentaba hace trece años el espacio La Solució tenía, según el informe de CIU “problemas con la “s” sonora y la “s” sorda, con la vocal neutra y con la “e” abierta y la “e” cerrada”.

Por otra parte, la ansiedad por conocer cuál era la inclinación política de los periodistas catalanes queda patente cuando en el texto se alude a Carles Cuní. Del que fuera prsentador de La nit del ignorants se dijo que “conduce bien el programa, pero no sé qué tendencia tiene ese locutor”.

“Soy de mi país y doy carpetazo al asunto”
El que fuese presentador del espacio Això és massa, Mágic Andreu, también fue investigado por CIU. De él se dice en el estudio del partido nacionalista que “hay una palabra que repite constantemente: “ensactament”. Y no lo corrige ni lo intenta”.

En declaraciones para elplural.com, Andreu explicó: “Me duele y me sabe muy mal que me hayan incluido en ese informe por pronunciar mal una palabra. Pero hay que estar por encima de este tipo de polémicas y centrarse en cosas más importantes. Para mí son trivialidades”.

Además, Andreu añadió que “creo que como artistas no tenemos que preocuparnos por este tipo de cosas. El que te tachen de antinacionalista por esas razones es un absurdo. Yo soy de mi país y por eso doy carpetazo a este asunto”.

Mensajes subliminales
Por otra parte, el informe de CiU revela cómo se contempló la idea de utilizar el programa infantil Club Super 3 para mandar mensajes subliminales a favor de la política de CIU. Así, en el texto se dice que “Petri-uno de los personajes-cae muy bien. Deberían introducirse, dentro de sus mensajes, algunos relativos al país, a su estima, a la necesidad de hablar en catalán”.

ICV lleva el asunto a la fiscalía
El portavoz parlamentario de ICV-EUiA, Joan Boada, llevó ayer a la fiscalía el sondeo encargado por CIU por considerarlo una “caza de brujas” contra los periodistas catalanes.

Boada también ha denunciado una “utilización de los medios públicos de comunicación para inculcar a la ciudadanía la ideología nacionalista”, y ha asegurado que estas prácticas demuestran “que CiU tenía el gobierno catalán como su finca particular”.

CiU da explicaciones
Por su parte, el secretario de acción electoral de CiU, David Madí, que fue secretario de Comunicación del anterior Gobierno de la Generalitat, negó la vinculación de su formación con este informe, del que aseguró: “Es una auténtica estupidez, redactada por algún descerebrado”. “No es ni un informe gubernamental ni nada que se le pueda parecer, sino que es un papelucho de tres al cuarto sin ninguna trascendencia”, remarcó Madí.

Los nacionalistas culpan al tripartito
Además, Madí arremetió contra el tripartido del que dijo que “deberían dar explicaciones de por qué, en lugar de gobernar, se dedican a hacer arqueología y autopsia de todos los papeluchos que encuentran desde hace dos años", en lo que calificó de "intento permanente de revanchismo”. "No es más que una cortina de humo, una maniobra de tercera división, que instrumenta con el peor estilo el tripartito, para intentar desviar la atención sobre su estado de descomposición interna", denunció.

Los socialistas piden aclaraciones
El secretario de organización del PSC, José Zaragoza, pidió a David Madí que aclare "todos los interrogantes del caso", esto es: "quién encargó el informe, cuánto costó, quién lo redactó, quién lo leyó y por qué se encargó". Zaragoza se sorprendió de que "alguien siguió a pie juntillas el informe", porque los dos "periodistas criticados desparecieron años después de TV3".