Liberan a los periodistas franceses secuestrados en Irak desde hace cuatro meses

Más de cuatro meses de cautiverio han tenido finalmente un desenlace feliz. Chistian Chesnot y Georges Malbrunot, los periodistas secuestrados por el conocido como ‘Ejército de Liberación’, el pasado 20 de agosto, han sido liberados.

Los captores pedían la anulación, en 48 horas, de la ley que prohíbe llevar signos religiosos ostensibles, como el velo islámico, en las escuelas públicas, algo que fue tomado como una muestra del rencor de los cruzados occidentales contra los musulmanes’, según declaro el número 2 de Osama Ben Laden. Sin embargo, y ante una presión internacional de peso, cuya condena incluso fue admitida públicamente por diversos colectivos árabes, los terroristas ampliaron en 24 horas más el plazo exigido el pasado 20 de agosto. A pesar de haber expirado la segunda oportunidad, no fueron ejecutados, sino que fueron entregados a un nuevo comando terrorista el día 2 de septiembre, que finalmente dejó en manos de un tribunal islámico el pasado mes de septiembre, y cobre cuyo paradero no había demasiadas noticias a pesar de las negociaciones.

"Están en buen estado de salud, nos lo han confirmado. Es un alivio y una alegría, un magnífico regalo navideño”, aseguró Thierry Chesnot, hermano de Christian y fotógrafo de la agencia Sipa, poco después de que las autoridades galas confirmaran el anuncio. La liberación había sido anunciada horas antes por la cadena árabe de televisión Al-Yasira, quien difundió el comunicado de los secuestradores, en el que se afirmaba que se consideraba probado que los periodistas ‘no espiaban por cuenta de las fuerzas estadounidenses’, y que respondía a las ‘peticiones y exigencias de instituciones y organizaciones musulmanas y como muestra de aprecio a la actitud del Gobierno francés en la cuestión iraquí, y la de los dos periodistas en la causa palestina’.

"Es el mejor regalo de Navidad para su familia y para todos nosotros, para los que nos hemos batido sin descanso en espera de este momento", señaló, por su parte, el secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF), Robert Menard, quien confesó que últimamente ‘Estábamos desesperados, teníamos el sentimiento de que no se avanzaba en las negociaciones’.