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Elecciones Tipográficas 2005

Elecciones Tipográficas 2005

Rodrigo Fino/ Fuente: www. revista-ideasonline.org

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
El diseño de tipografías ha cobrado en las últimas décadas un auge interesante. La masificación no siempre ha traído resultados memorables pero ha permitido ampliar las posibilidades de uso y publicación.

Quién no ha estado frente a la pantalla del ordenador mirando una larga y casi infinita lista de tipografías, cuando de repente la duda nos invade: ¿Cuál tipografía es la adecuada?, por decirlo de una manera elegante. A veces la democratización que el ordenador le ha dado al diseño en la posibilidad de elección y acceso a la tipografía nos pone en estos bretes. No siempre un amplio menú de selección termina en una mejor elección tipográfica, la posibilidad de error es exponencialmente proporcional a las posibilidades de selección.

¿Pánico? No es para tanto. El buen criterio profesional nos aleja tanto de la incertidumbre como del traspié. Empecemos por algunas consideraciones.

Muchas veces se lee por ahí que la cobertura hay que respetarla, que la identidad de un país es algo que tenemos que tener en cuenta. Borges, por otro lado, decía que los únicos que ponemos camellos en los cuentos de árabes somos los occidentales. ¿Podemos resolver por ejemplo un estilo mexicano o la argentinidad de un diseño sólo con la tipografía? ¿Podemos afirmar seriamente que una tipografía, por sí sola, representa el conjunto de valores, creencias, gustos, identidades de una región o país? ¿O esa identidad es una combinación particular de elementos lo que hace que una pieza gráfica o diseño, conecte con su audiencia y público aportando un valor nuevo a esa cultura visual, configurando una nueva percepción y estableciendo una nueva categoría en su identidad? ¿Es menos español el periódico El País por utilizar la Times o menos inglés The Observer por usar la Bodoni?
En lo más mínimo. Evidentemente cada lugar tiene un sabor particular, cada lugar tiene sus características y a veces una manera diferente de usar una tipografía hace que conecte con su entorno y audiencia.

Si estamos recorriendo los primeros años (que serán apenas segundos en la memoria de la historia), de la era digital, donde todo se almacena, se consume, se accede y se visualiza en formato digital. ¿Cómo serán esas nuevas identidades si, conceptualmente, el ciberespacio no tiene una identidad de estado-nación?

Construir una personalidad.

La cultura influye desde luego en la elaboración de un determinado producto. Pero algo diferente es la identidad, lenguaje, códigos, discurso dialéctico y actitud periodística que ha mantenido un periódico impreso durante su historia y en base a qué fuentes tipográficas utilizó a lo largo de las diferentes épocas. Allí sí hay elementos que nos dan pistas para llegar a una buena selección tipográfica, también qué tipo de publicación queremos hacer, cómo será su distribución, cómo es la utilización del color en la ciudad, cómo lo usa la gente en su vida diaria, en algunas ocasiones también qué tipo de rotativa o papel se utilizarán para la impresión de la publicación, son datos que pueden modificar y hasta condicionar la selección de una tipografía. Construir una identidad en función de un entorno, por supuesto que es uno de los objetivos a alcanzar, aunque esto, en sí mismo, no reporta ninguna novedad, pero aporta algo nuevo al mejoramiento y evolución de la estética o construcción de un leguaje visual determinado, es, exagerando un poquito, un imperativo del diseño. Es un valor agregado a la cultura e identidad visual de cualquier lugar.

La rigurosidad del juego tipográfico.

Hoy los CD. DVD, Newsletters electrónicos, la Web y otros soportes han hecho que las tipografías de pantalla no sean algo temporal o efímero, si no, por el contrario, el destino final y casi excluyente, en algunos casos, de mucha de la información que se publica. Si asumimos a esta era como de la información, deberíamos centrar nuestro esfuerzo en hacer eficiente el intercambio de ella. Por lo tanto, las normas tipográficas no son parte del pasado ni mucho menos del olvido sino una gran ayuda para lograr este intercambio, desde la métrica hasta la gramática. Aún con los dramáticos cambios tecnológicos en la sociedad, la tipografía sigue siendo un rasgo del lenguaje. Esto no ha cambiado por ahora. Sólo que estos cambios permiten juegos y contrastes de fuentes que no están reñidas con la rigurosidad en el uso de la tipografía y el romper las reglas para cumplir con un mandato del contenido son partes de un mismo juego, no funciones contrapuestas. La rigurosidad no significa rigidez sino el trabajar muy conscientemente con la tipografía explotando su capacidad expresiva, funcional y comunicativa.

Algunos tips:

- Selección: Si es para periódico, las serif de ascendentes o descendentes poco exagerados, cortos, permiten hacer un juego de titulación compacto. Mirar las minúsculas y sus ojos internos en un titular de un cuerpo promedio de titulación es una buena manera de saber si la tipografía funcionará o no.

- Contrastes: A veces un serif y una sans serif alcanza, pero en otras se necesita una tercera tipografía para hacer una mejor puesta en página. Si es la mezcla clásica de serif y sans, estas últimas deben tener un buen diseño de mayúscula para poder hacer un juego de contrastes y generar identidad en piezas de menor porte.

- Ambigüedad: Algunas tipografías tienen en sus formas cierta ambigüedad que las hace funcional y elegantes al mismo tiempo. No son geométricas puras sino que el diseñador le dio su sello personal, su estilo, dotándola de personalidad. Algunos la llaman Neo Humanistas. Aunque muchas veces no son tan versátiles de aplicar y siempre rinden muy bien en detalles de un diseño.
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