La que fuera emblema cultural en los años 70 vuelve a los quioscos convertida en publicación bimestral y con el título de “El Ajo”. Además, para este relanzamiento se ha incluido un facsímil de los seis primeros números de su historia, correspondientes a los años 1974 y 1975, para conmemorar su treinta aniversario.
“Ajoblanco” se deja de colores para volver a la palestra del mercado editorial bajo el nombre de “El Ajo”. La revista, una de las más antiguas del sector quiosquero nacional con más de treinta años de historia, conmemora su aniversario no sólo con un cambio de título sino también con un cambio de periodicidad. A partir de ahora será bimestral y no trimestral, y para recordatorio de sus lectores incluirá una edición de sus seis primeros números correspondientes a la época de la Transición.
Es la tercera vez que se reedita esta publicación desde que desapoareciese en 1999 tras doce años de historia al frente de José Ribas. ‘Entonces nuestro enemigo era la dictadura franquista. Hoy es la dictadura del mercado’, señala el director, quien tacha las calificaciones de vanguardista y underground atribuidos a la revista como ‘meros soportes publicitarios’
‘La transición no se ha contado desde el punto de vista de los movimientos sociales que se tomaron una libertad que se les negaba y la empujaron. Los facsímiles de “Ajoblanco” lo hacen. Y enseñan a los jóvenes que con pocos medios y mucha vocación se pueden hacer cosas importantes’, señala. ‘Yo creo que ahora hay más público que antes para este tipo de publicación inconformista y sinónimo de agitación y movimiento. Porque no hay nada. Hay un vacío total, a la gente independiente no se le da cancha. Antes se luchaba por algo, y contra algo, normalmente Franco, ahora en cambio, somos todos propaganda’. ‘El pasotismo, el nihilismo y la fina ironía han hecho mucho daño. Tenemos que ser sarcásticos, grotescos, apasionados y, sobre todo, comprometidos’, concluyó.
La nueva revista, que no llevará publicidad, ha sido realizada por un taller creativo de escritores y dibujantes celebrado en agosto en Girona, y que se ha prolongado por medio de correos electrónicos. En la primera época de “Ajoblanco” participaron Quim Monzó, Luis Racionero, Moncho Alpuente y Ramon Barnils, entre otros. En ‘El Ajo’ escriben aunque no firman entre otros, Antonio Baños, Leopoldo Alas, Galactus y Grace Morales, los dos últimos miembros del núcleo fundador,y Mondo Brutto. Brieva, Olaf y Ramón Churruca son algunos de los ilustradores.
Paralelamente junto a su lanzamiento se presentará en la Biblioteca Nacional de Madrid, el tomo conmemorativo de “Ajoblanco”, el número uno de elAjo y la web
www.ajoblanco.org.
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