Pluralidad irreal, quien determina la agenda política
Por José Fonseca / www. etcétera.org.mx
miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
Desde hace tiempo los medios están sometidos a una crítica implacable, sin que nos haya quedado muy claro cuál es el rol que debieran tener en el México de 2004.
Hay quienes piensan que los políticos y sus conflictos han secuestrado la agenda informativa de los medios de comunicación; otros creen que los medios de comunicación, cuando privilegian las declaraciones sobre los hechos, determinan la agenda de los políticos.
La utilización de los medios como vehículo para mensaje e intercambio de ataques, y como arena para las batallas políticas no es novedad. Aunque algunos no lo crean, eso ocurre desde hace mucho, muchísimo tiempo, aun en lo que llaman "el antiguo régimen".
Es cierto, como lo dijera Federico Arreola en Barcelona, que la concentración de la propiedad de los medios puede ser determinante para los enfoques, los criterios y la posición adoptada sobre todos los temas de la vida nacional, los políticos, los económicos y los sociales, y puede gravitar en los debates.
Empero, la concentración de la propiedad de los medios es una tendencia mundial a la que México no puede ser ajeno. Si aquí se bloqueara la concentración de la propiedad de los medios, el desagradable resultado es que el aislamiento los dejaría indefensos ante los grandes consorcios internacionales.
A pesar de que, como dice Arreola, la concentración de los medios determina las posiciones y a veces imponen su agenda a la opinión pública, aún se aplica la regla no escrita: los políticos usarán a los medios y éstos se dejarán utilizar, siempre y cuando aquéllos "den la nota".
Es entonces cuando se entra al terreno de lo subjetivo, porque cada medio de comunicación tiene una idea propia acerca de "cuál es la nota".
Depende entonces de la pericia del político utilizar a los medios para sus fines, pero a la vez "dar la nota".
Mas tampoco es tan fácil para los medios la imposición de una agenda, porque la dinámica de los acontecimientos suele rebasar las mejores previsiones.
Y luego tenemos la tendencia casi generalizada en la mayoría de los medios de privilegiar las declaraciones sobre los hechos.
Hace unos días, en el Foro Vallarta, convocado por Beatriz Pagés, hubo varios conferencistas. Se habló de política, de economía, de problemas sociales. Los reporteros poco atendieron a los conferencistas, estaban más interesados en conseguir de ellos declaraciones sobre los temas del día.
Así ocurre en muchos acontecimientos, a los lectores, radioescuchas o televidentes les llegan las declaraciones, porque la mayoría de los reporteros tienen que seguir "la nota del día", por instrucciones de sus redacciones.
Al final del día, es la pericia y el profesionalismo de cada quien lo que determina cuál es la agenda para la opinión pública. Y por supuesto los intereses de cada medio.
Fija la agenda la pericia de los políticos con experiencia y capacidad para escoger el momento oportuno, para producir la frase impactante, escandalosa y hasta digna de un encabezado o de un teaser.
Mas también la fija el profesionalismo de los periodistas que al final de cuentas tiene más que ver con ofrecer información atractiva para sus lectores, radioescuchas o televidentes, aunque el atractivo de esa información casi siempre coincida con los intereses del medio para el que trabajan.
En el mundo real también la pluralidad suele ser subjetiva, elusiva, irreal.
Si (
No(
