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Hispasat o Astra: una cuestión de dinero, política y costes

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
Hispasat requiere ofrecer la señal de Digital +para asegurar su continuidad
Hispasat requiere ofrecer la señal de Digital +para asegurar su continuidad
Los nuevos datos sobre la realidad de la empresa Digital + hacen pensar que la solución es una cuestión de dinero, política y costes.
Una cuestión de dinero porque para Polanco prescindir de Astra, el satélite alemán y luxemburgués, significa pagar casi 400 millones de euros por el contrato acordado con la empresa franco-americana de transmisiones a 10 años; una cuestión política porque si no salieron las cuentas tras la decisión de crear una televisión de pago en España por parte de Telefónica –Vía Digital- en la etapa de Villalonga, no significa que se deba acabar con el programa de telecomunicaciones español, con Hispasat a la cabeza, y dejar en la cuneta la expansión al mercado iberoamericano; y finalmente, se trata una cuestión de costes porque las dos emisiones significarían un gasto absurdo para la nueva empresa fusionada.
Cesar Alierta, presidente de Telefónica y Francisco González, su homólogo en el BBVA, ambos accionistas de Digital + e Hispasat lo tienen muy claro. Sólo falta que se lo aclaren a Polanco, que se hace el sordo porque no quiere pagar el coste de incumplir el acuerdo de la década con la empresa actual de comunicaciones de Astra. Sin embargo, no por patriotismo, sino por lógica, Hispasat debe ser el futuro de la televisión de pago española.
Pedro Martín Marín piensa que ofreciendo a lo nuevos abonados Hispasat y manteniendo los antiguos en Astra hasta que pasen los diez años de contrato será suficiente para evitar que la sangría de pérdidas de la empresa que preside llegue al río.
El problema de los interlocutores es que Polanco puede hacer oír su opinión en cualquier parte del mundo con sus medios de comunicación impresos, mientras los demás tienen una fuerza mediática de bastante menor peso. El contexto no se genera a partir de razones, sino del retumbar de las razones del que tiene medios editoriales en los oídos de aquellos, Telefónica y BBVA, que no los tienen.
Mientras tanto Telefónica bastante tiene con el bárbaro ajuste de plantilla que afectará a 15.000 empleados, con un coste de 3.750 millones de euros, en un plazo de 5 años. El acuerdo, cerrado con CCOO, UGT y UTS, se asemeja al ajuste de 1999 y 2000, con unas condiciones que pretenden disminuir el 37% de la plantilla incrementando la cifra final de las empresas con un crecimiento de empleo del 10% en las Direcciones Generales de carácter comercial y de marketing, y a las Direcciones Generales de Infraestructuras y Operaciones.
La fecha límite de los empleados para acogerse al Plan Social de Ajuste ERE, es el 15 de Octubre, a partir de esa fecha se cerrarán las condiciones económicas de los que lo asuman.
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