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¿Cuán Conservadores Nos Está Permitido Ser?

¿Cuán Conservadores Nos Está Permitido Ser?

Por Jan Lamers fuente: www.revista-ideasonline.org

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
Que la tecnología está influenciando el negocio de los medios de comunicación en muchas formas, es obvio. Lo que ha cambiado en los últimos 10 años es que los distintos tipos de medios ya no están limitados a sus propias tecnologías específicas – tecnología de la prensa para los periódicos, revistas y boletines; tecnología del sonido para los negocios de la grabación y la radio, tecnología del film y el video para la TV y el cine.
En la era digital, todos los tipos de medios de comunicación están empezando a usar la misma tecnología digital. De esa manera, los periódicos se han vuelto un negocio totalmente digital, aparte de la conversión de último minuto a producto analógico. Es obvio, por lo tanto, que los periódicos también empezaron el 100 por ciento de los productos y servicios digitales sin la muy costosa conversión a analógico, que también exigía una distribución física aún más cara. Ese fue el comienzo de los "periódicos online" como se los denomina. Ahí es donde ya empieza el problema.
Los periódicos online no existen. O bien uno tiene un servicio (de información) online, o un periódico clásico impreso. El problema es que aún no hemos descubierto la lógica y el modelo de negocios para los servicios online.
Aún cuando algunos de nosotros lo hayamos hecho, no estábamos preparados para invertir el dinero necesario para convertirlos en un éxito y en líderes del mercado. En los últimos 10 años, a medida que declinaban las ventas de periódicos – algunas veces de manera muy espectacular – nuestras audiencias online crecían de cero hasta alcanzar cifras muy respetables. Desafortunadamente, no hemos podido traducir esta evolución positiva en resultados positivos de los balances.
La razón para ello es, sin ninguna duda, nuestra incapacidad para convertir audiencias en un negocio rentable. Tampoco las leyes nos han ayudado a ello. Y hemos pasado a un mercado mucho más competitivo. Solíamos competir en el mercado de los periódicos, pero ahora estamos obligados a competir en un campo mucho más amplio. Algunas veces tengo la sensación de que nosotros -- como periódico – hemos entrado a ese mercado diciendo "Ave Caesar, murituro te salutant" – "Ave César, los moribundos te saludan."
En este nuevo mercado, se va aclarando quiénes son nuestros verdaderos competidores. Por cierto que no son los otros periódicos, sino los otros medios. Como medio de comunicación de información, nuestra posición de líderes es puesta a prueba, o perdida, ante la TV e inclusive la radio. No solo porque estos medios tienen una audiencia más amplia, sino principalmente porque varios estudios recientes revelaron que la gente piensa que estos viejos medios electrónicos son más confiables y dignos de crédito que los periódicos. No es tan relevante que todos pensemos que no es cierto. Es la percepción de la gente y por lo tanto su verdad – y eso es atemorizante.
Nuestras actividades online nos ofrecieron una nueva oportunidad para crear liderazgo en el mercado de la información, pero las cifras nos inducen a pensar que la hemos arruinado. Al menos en Europa, los sitios web de noticias – enlazados a emisoras de TV – son líderes de mercado en el mundo de las noticias online, no los periódicos. En el otro mercado, el mercado del entretenimiento, tenemos aún menos chance de competir con éxito.
La lección que debemos aprender, como periódicos, es que tenemos que tomar muy en serio el mejorar nuestros servicios online. Estos pueden ser vistos no como separados de nuestro negocio del periódico o como un producto de consideración secundaria. Sin embargo, la mayoría de las compañías de periódicos continúan en esa actitud, y no invierten el dinero y la gente necesaria para pasar a liderar el mercado y mantienen las actividades online como un departamento separado.
En Europa existe además un problema complementario para que los periódicos puedan lograr el liderazgo. Los periódicos deben competir con emisoras públicas y financiadas por el gobierno. Esas emisoras tienen convenios con el gobierno que son a prueba de recesión; muy difícilmente sufran la difícil situación del mercado publicitario.
Mientras los periódicos se ven obligados a reducir sus costos, ellas tienen dinero para gastar en desarrollar servicios de TV digitales y para competir con los periódicos en Internet. En esas circunstancias, se vuelve casi imposible para los periódicos cobrar por su información cuando las emisoras públicas ofrecen esa información gratuitamente.
Hasta ahora, yo no he escuchado mucho sobre hacer lobby ante la Comisión Europea o los gobiernos nacionales para detener esta falsificación de competencia. La razón para ello es la misma que la razón para invertir online. La mayoría de los editores de periódicos no se toma seriamente los servicios online. Y deberían cambiar de parecer.
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