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Vodafone se deshace de su filial en Japón

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
Vodafone se deshace de su filial en Japón
El grupo nipón de comunicaciones por Internet Softbank ha adquirido la unidad de la británica Vodafone en Japón por 1,8 billones de yenes (unos 12.789 millones de euros), en una operación que hará realidad su sueño de convertirse en un gigante de las telecomunicaciones en ese país.
El acuerdo también marca la primera salida de Vodafone, tras una estrategia expansionista que caracterizó a la mayor telefónica móvil del mundo por ingresos en los últimos años, y se da en medio de fuertes presiones para centrarse en sus operaciones en Europa y dar efectivo a sus inversores.

Vodafone Group dijo que dará 6.000 millones de libras esterlinas (unos 8.725 millones de euros) en efectivo a sus accionistas por la venta de Vodafone KK, a través de un dividendo especial o con la emisión de nuevos títulos.

Con la adquisición, Softbank, el mayor proveedor de banda ancha de internet de Japón, podrá entrar en el mercado móvil japonés, valorado en 78.000 millones de dólares (unos 64.800 millones de euros).

La adquisición apuntala el plan de Softbank de consolidarse como una empresa líder de comunicaciones, proveyendo banda ancha, telefonía móvil, y servicios y contenido de internet.

El consejero delegado de Vodafone, Arun Sarin, dijo que el precio de venta era atractivo y podría incrementar las ganancias ajustadas por acción de la empresa.

"Se hace cada vez más claro que los mayores beneficios operativos derivan de escalas regionales y locales sólidas", dijo Sarin, quien agregó que Vodafone sólo quiere poner dinero en lugares donde puede obtener retornos superiores y en los mercados que ofrecen una posición local fuerte.

Softbank recibió una licencia de telefonía móvil el mes pasado para comenzar un nuevo servicio, pero la adquisición de Vodafone KK acelerará sus esfuerzos para convertirse en uno de los actores principales del mercado de telefonía móvil de Japón.

La unidad de Vodafone en Japón ha estado batallando para recuperarse de varios años tumultuosos en los cuales las ventas de sus teléfonos de tercera generación (3G) estuvieron estancadas, cambió de jefe dos veces en un año y perdió clientes a una tasa que llegó a establecer un récord mensual para la industria.*.
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