Prensa

Las Asociaciones de Prensa gallegas rechazan el estatuto del periodista

Miércoles 22 de octubre de 2014
Frente a sus colegas madrileños, las asociaciones de la prensa de Vigo, La Coruña y Santiago han rechazado el proyecto de Estatuto de periodista profesional presentado por IU en el Congreso, al considerar que ‘aumenta la desestructuración’ de la profesión y se abre al ‘intrusismo más absoluto’. El documento, presentado ante el Congreso el pasado 23 de noviembre por Izquierda Unida, incluye la regulación de la titularidad, acreditación y titulación de los mismos, el trabajo de los ‘freelance’ o ‘trabajadores por libre’, así como sus derechos y deberes.

Las principales asociaciones de la prensa gallegas, la de Vigo, La Coruña y Santiago han hecho pública mediante comunicado, su postura acerca del recientemente tramitado Estatuto del Periodista.

Un proyecto de ley propuesto por el grupo parlamentario de IU-ICV el pasado 23 de noviembre, y aprobado recientemente por el Pleno del Congreso con 175 votos a favor de PSOE, IU, CC, CiU y Mixto, 134 votos en contra del PP y una abstención.

La intención según el documento presentado por IU es regular la profesión periodística en pos de la libertad de expresión y la dignificación de la profesión, ‘garantizando la independencia de los informadores’. El texto pretende ‘reforzar su profesionalidad y consiguientemente la independencia frente a los poderes políticos y económicos’, para lo que se hace necesario una situación estatutaria especial al igual que se hace en los países vecinos, según indicaron sus responsables.

El documento incluye también la regulación del trabajo de los freelance, o periodistas ‘por libre’ y los deberes y derechos de los profesionales de la información más allá de la cláusula de conciencia y el secreto profesional, ya planteados en la Constitución y en los códigos deontológicos actuales. En definitiva, plantea ‘un conjunto de facultades que afirman la independencia frente al poder político y busca un equilibrio con la propia independencia editorial de las empresas informativas’, según sus responsables, ‘compatible con los derechos exclusivos de propiedad intelectual y acorde con los nuevos mecanismos de acceso a través de redes de telecomunicaciones y sistemas informáticos’. Por último también se desarrolla la participación en la orientación editorial a través de los Comités de Redacción y el director ‘como bisagra entre los titulares del poder editorial y la redacción’.

Sin embargo, no siempre llueve a gusto de todos. Entre los puntos más controvertidos del proyecto de Estatuto tramitado, se encuentra la creación de un Consejo Estatal de la Información, o su equivalente autonómico, con facultades para expedir carnés que acreditarán la condición de periodista profesional de quien lo posea, y que tendrá carácter sancionador, una potestad que podrá ejercer no sólo sobre el periodista sino también sobre la empresa editora. Discernirá entre violaciones leves, que conllevarán ‘amonestación privada’ o graves del Código Deontológico según tengan o no ‘intención dolosa’, en cuyo caso se puede incluso hacer efectiva ‘la retirada del carné profesional’ entre seis meses y dos años. Las empresas podrán ser sancionadas con multa del uno por ciento de sus beneficios netos, ‘cuando se demuestre que la violación grave de los deberes éticos venga exigida o alentada por la empresa informativa o forme parte de una pauta editorial’, y si reinciden ‘la sanción puede elevarse hasta el 10% de los beneficios netos’.

Para estas asociaciones el documento ‘politiza’ la función del periodista, ‘aumenta la desestructuración’ de la profesión y da carta de naturaleza al ‘intrusismo más absoluto’, según han denunciado en un comunicado. A pesar de que refleja ‘aspectos positivos’, se han mostrado contrarios al Consejo Estatal de la Información que ‘expide carnets bajo la tutuela, supervisión y aprobación de los grupos políticos parlamentarios’. Aseguran que esto crearía un nuevo registro de periodistas, "paralelo al ya existente".

Las asociaciones de la prensa de La Coruña, Lugo y Santiago han nombrado una comisión de trabajo, en coordinación con la FAPE, para realizar alegaciones al proyecto. Tampoco descartan redactar un Estatuto del periodista profesional alternativo al existente.