Sony despedirá a 10.000 trabajadores y cerrará once fábricas en todo el mundo

Tras su llegada en junio a la presidencia de Sony, el ex periodista Howard Stringer, con una poderosa apariencia física típicamente celta, pero poco familiarizado con el mundo de la electrónica, ha puesto en marcha un plan de acción que se extiende a tres ejercicios, y que arranca en 2005-2006. “Tenemos que ser continuamente competitivos y agresivos. Debemos ser como los rusos defendiendo Moscú frente a Napoleón. Debemos batirnos como los guerreros de Sony que somos”, proclamó el norteamericano de origen galés.

En marzo de 2008 Sony espera recuperarse ante sus competidores y alcanzar unas ventas anuales de 8 billones de yenes (71.000 millones de dólares), frente a los 7,1 billones de yenes del ejercicio 2004-2005.

El plan prevé 10.000 supresiones de empleos, sobre un total de los 150.000 que tiene el grupo. De ellas 4.000 se localizan en Japón y 6.000 en el extranjero. De las 65 fábricas de Sony, 11 cerrarán o serán vendidas. La sociedad ha identificado 15 segmentos no rentables que deben ser reestructurados o cedidos, pero no precisó cuáles. En total, Sony prevé reducciones de costes por un total de 200.000 millones de yenes desde ahora hasta marzo de 2008.

Y es que, en el audiovisual portátil, Sony se ha dejado superar completamente por la gama iPod de Apple. Como consecuencia, el volumen de ventas de Sony cayó 4,5% en 2004-2005. El grupo prevé terminar este ejercicio en números negativos, con una pérdida neta de unos 10.000 millones de yenes. Para intentar revertir la situación, Sony apuesta por sus productos de alta definición, especialmente por su nueva tecnología Blue-ray disc para los DVD, y por su proyector de cine numérico 4K, cuya versión para gran público espera poner a punto próximamente. Los juegos de video, con el previsto lanzamiento en 2006 de la nueva consola PlayStation 3, también son otra prioridad para el grupo Sony.