Se clausura el SIMO como la segunda Feria Tecnológica más importante de Europa

El recinto ferial del IFEMA en Madrid, ha vuelto a ser un año más, el lugar elegido para congregar a las empresas más destacadas del mundo de la informática y las nuevas tecnologías. Una cita ineludible del sector, que ha hecho que sea punto de referencia, no sólo en nuestro país sino también en todo el mundo. ‘SIMO se ha situado en una rampa de lanzamiento, que la consolida como la segunda feria tecnológica a nivel europeo’, ha afirmado su director, Santiago Qiroga.

En esta edición, la 44 en su historia, han sido 793 las empresas representadas con sus stands, algo menos que otros años dónde se llegaron a 854, y mucho más sobrios, en las cinco áreas que dividen la feria en función de la actividad sectorial. En este sentido, las tecnologías de la información ocuparon cuatro pabellones y las aplicaciones profesionales, la electrónica de consumo y la domótica uno respectivamente, siendo este último y su concepto de casas y oficinas ‘inteligentes’, el que más expectación ha causado, según Quiroga. Sin embargo, la afluencia de público ha sido menor que en otras ocasiones con 275.000 visitantes.

Especial hincapié han dedicado en esta edición a la conocida como electrónica de consumo. Cada vez parece más real el concepto de casas ‘inteligentes’ o del futuro que se conectan a ordenadores desde los que podemos realizar todo tipo de operaciones, desde bajar las persianas, abrir las puertas con un sistema de huellas digitales, regular la calefacción, o incluso preparar a golpe de click un suculento desayuno. No faltó de nada, cámaras de fotos digitales, de hasta 5 megapixels, que parecen teléfonos móviles o de 1,3 megapixels que parecen pequeños ordenadores de bolsillo o incluso libros electrónicos (Panasonic) de medio kilo de peso, similar a un libro, y en el que se pasaban las páginas dando a un botón. Es lo que se conoce como ‘Sigma Book’, que almacena hasta trescientos libros en los 512 Mb, que se descargan de una web al ordenador por algo menos de tres euros (de momento sólo se comercializa en Japón) y de éste a la tarjeta de memoria SD.

Además, en esta edición el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio apostó por la Certificación Digital que facilita el comercio electrónico subvencionando a varias empresas que otorgan in-situ esta certificación, una Comunidad Digital, realizada en cartón-piedra, y una vivienda de cristal en la que dos personas han vivido inmersos durante toda la feria para que los visitantes pudieran ver sus actividades.

Por otra parte, el concurso de hackers organizado por Cifra, que ofrecía 10.000 euros al 'hacker' que lograra violar la seguridad del sistema informático quedó desierto.