www.gacetadeprensa.com
Los medios son el vértice del poder en México

Los medios son el vértice del poder en México

Javier Esteinou / www. etcetera.com.mx

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
La emergencia de los medios y de las nuevas tecnologías de información, no sólo representó la maduración del modelo de la Sociedad de la Información y la radical transformación de las superestructuras culturales. El fenómeno más relevante que produjo fue la expansión intensiva de la dimensión ideológica de la sociedad a una esfera más amplia y versátil. Con la presencia de los canales de difusión, la sociedad sufrió una gran dilatación cultural, desde el momento en que las instituciones, los grupos o los individuos extendieron a distancia la realización de sus tareas o funciones específicas tradicionales.

Los medios son el epicentro de una nueva atmósfera cultural. En ese sentido, también hubo un cambio profundo en las jerarquías del poder donde los medios ahora son el centro político, la nueva plaza pública y los grandes cerebros colectivos que dirigen a la sociedad. Los medios no son omnipotentes para producir efectos automáticos sobre los auditorios, pero poseen suficientes habilidades, históricamente comprobadas, para crear y cambiar las formas de pensar y actuar, y para imprimir fuertes direcciones sociales a los campos de conciencias.

Esas tendencias se generan a través de la agenda setting, que es la capacidad informativa y pedagógica que despliegan para centrar la atención de los diversos públicos en sólo algunas realidades, vía sus políticas de información y programación.
Desde los medios se elabora, cada vez más, especialmente en las grandes ciudades, la construcción o destrucción de la realidad, es decir, de lo que existe o no, de lo bueno o lo malo, de lo que hay que recordar u olvidar, de lo que es importante o no, de lo que es verdad o es mentira, de lo que hay que admirar o rechazar, de lo que es el éxito o el fracaso. La construcción de identidades ya no ocurre en otras instituciones como la familia, la escuela, la Iglesia, los círculos culturales, el aparato burocrático o los partidos.

Pese a todo esto, la operación legal de los medios ha sido históricamente relegada por el Estado, los partidos y la sociedad. Durante varias décadas se ha abandonado su comportamiento a un funcionamiento, por un lado, autocrático, espontáneo e incluso caprichoso de los intereses de los grandes propietarios que los operan; por otro, a los intereses cíclicos de los grupos de poder en turno. Esto, en la dinámica de la "mano invisible" de los voraces principios del mercado, sin una cuidadosa legislación actualizada que norme su operación en favor de los intereses sociales.

A partir de la aplicación de grandes condicionantes históricos de control político sobre los medios, se construyó por décadas en el país un modelo dominante de comunicación que se distinguió por ser monopólico (duopólico), vertical, concentrado, unidireccional, hermético, elitista, discrecional, autoritario, excluyente de los grandes grupos sociales, cancelador del derecho a la información, restrictivo de la libertad de expresión e impulsor de la libertad de empresa, promotor de la difusión de la información y no de la dinámica de la comunicación, negador de los derechos comunicativos elementales de los ciudadanos, fomentador de la dinámica de mercado y no del servicio público.

Por eso debemos regresar a los temas centrales: la reflexión sobre la renovación de las concesiones de radio y televisión para los próximos 20 años, la revisión de ley de acceso a la información pública, la reforma del Estado en materia de comunicación, la modificación de la ley de telecomunicaciones, la reivindicación de los derechos comunicativos básicos de los ciudadanos que han sido desconocidos durante 70 años, el incremento de la persecución y el asesinato a periodistas, el acceso a la información de los archivos públicos, el derecho de réplica, la reglamentación del derecho a la información, la defensa del nuevo proyecto de televisión del Canal del Congreso, la transformación de los medios de gobierno en medios de Estado, los criterios de distribución del presupuesto estatal para apoyar o no a los medios, la ciudadanización de los canales de difusión, la creación de medios comunitarios, la renovación democrática y ética de la ley de radio y televisión, entre otros.

Para avanzar en la reforma del Estado, el gobierno, y especialmente, la sociedad civil deben edificar un nuevo Espacio Público Nacional de Comunicación mediante la creación de otro orden que permita la participación de los grandes grupos y aporte nuevos equilibrios. Ese modelo debe caracterizarse por ser democrático, plural, transparente, regional, multidireccional, que construya esfera pública y no sólo zonas de acción privadas; promotor del derecho a la información y no sólo fomentador de la conquista de nuevos auditorios; que genere una sociedad emisora y no sólo receptora; que aplique el derecho de réplica y no la manipulación de la información; que respalde la libertad de información y no sólo la libertad de empresa; que incluya la figura jurídica de ombudsman y no sólo voluntarismos temperamentales de conductores; que respete la dignidad de las personas y no utilice a los individuos como mercancías; que forme ciudadanos y no sólo espectadores o consumidores consuetudinarios; que permita la expresión de todos los sectores fundamentales de la sociedad y no sólo de un grupo; que promueva el pensamiento, la discusión y la crítica y no la frívola cultura; que sea independiente e incluso contestatario al poder; que cree un nuevo Estado de derecho comunicacional para todos y no sólo relaciones privilegiadas de influencias informativas, que destaque el servicio público y no sólo la dinámica de mercado; que mantenga una responsabilidad social y no una conducta de oportunismo informativo; que sea multiétnico y multicultural y no elitista; que convierta a los medios en medios y no en fines. Que construya democracia, ciudadanía y nuevas bases civilizatorias.

Una de las herramientas estratégicas para avanzar en esa dirección son los observatorios ciudadanos sobre los medios, especialmente los electrónicos. Espacios independientes de la sociedad civil que proponen políticas de comunicación alternativas. Estos son sus objetivos:
A. Supervisar que el comportamiento de los medios sea coherente con sus códigos de ética, los marcos jurídicos y los acuerdos institucionales en los que se enmarcan nacional e internacionalmente.

B. Realizar análisis rigurosos e imparciales sobre el funcionamiento de los medios de difusión colectivos.

C. Difundir los conocimientos logrados en los observatorios ciudadanos para contribuir a crear una conciencia sobre el desempeño de los medios, que permita a los ciudadanos conocerlos parareaccionar ante ellos, fijar límites y aportar propuestas para su superación.

D. Aportar elementos de conocimiento para apoyar el cambio democrático del modelo de comunicación nacional.

E. Colaborar a crear una cultura de corresponsabilidad entre funcionamiento de los medios de información y necesidades de la sociedad, con el fin de elevar la calidad de la comunicación social.

F. Enriquecer el debate nacional de la comunicación con reflexiones, datos y estudios objetivos, de naturaleza cualitativa y cuantitativa, sobre el desarrollo y comportamiento de los medios.

G. Mejorar los criterios, los indicadores, las metodologías y las teorías de examen y evaluación de los medios frente a circunstancias específicas de su evolución en México.

La contribución de los observatorios ciudadanos vendrá en la medida en que sus análisis sean estudios rigurosos dados a conocer a la opinión pública, al gobierno, a los partidos políticos y al Congreso de la Unión. Con los observatorios ciudadanos se contribuirá a orientar la reflexión y acción colectiva sobre el desempeño de los medios y a crear nuevas condiciones para la superación, a mediano y largo plazo, del actual modelo de comunicación.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)
Compartir en Google Bookmarks Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti

+
0 comentarios