La prensa internacional abre la brecha de acusaciones sobre la gestión de Bush

La estabilidad del Gobierno de George Bush empieza a ponerse en duda. Las últimas imágenes sobre tortura y vejaciones realizadas por soldados americanos a presos iraquíes, han desatado una oleada de acusaciones en la administración americana.

Los medios de comunicación estadounidenses se han convertido en la voz que denuncia las supuestas irregularidades cometidas en el transcurso de la Guerra de Irak. El semanario “The New Yorker”, fue el primero en desatar el escándalo y vuelve a la actualidad publicando un controvertido artículo. En él se afirma que el Secretario de Defensa, D. Rumsfeld habría autorizado un plan de interrogatorios, en los que se contemplaban estos métodos de tortura. Aunque, el Pentágono desmiente tales afirmaciones, la revista cita en su página web, fuentes oficiales relacionadas con la investigación, que implican al subsecretario de defensa para la Inteligencia Stephen Cambone, y el jefe de las Fuerzas Armadas, Richard Myers.

Según las investigaciones periodísticas, esta operación conocida como ‘Cooper Green’ alentaba al uso de la fuerza física y la humillación sexual para con los presos iraquíes. Rumsfeld, habría autorizado este programa secreto para conseguir un permiso ‘amplio y por adelantado’ para interrogar a los cabecillas de la lucha antiterrorista. A través de 17 páginas, el semanario sostiene esta tesis contradiciendo la versión oficial de insurrección por parte de ciertos militares de las fuerzas armadas.

Por su parte, “The Washington Post”, también hace referencia a un programa de malos tratos para ‘romper’ a un detenido sirio acusado de contrabando de armas y combatientes extranjeros.

En otro sentido, el británico “Daily Mirror”, asume la culpa por la publicación de fotos falsas sobre el conflicto iraquí. En su portada del sábado se disculpa ante sus lectores bajo el titular, ‘Lo sentimos, fuimos engañados’. El rotativo publicó unas fotos sobre las vejaciones a presos iraquíes por parte de combatientes americanas, y si bien afirma que son falsas, mantuvo la idea de que esas torturas existen. El escándalo, ha obligado a dimitir al director del periódico Piers Morgan que fue despedido el pasado viernes por el Consejo de Administración. El periódico ha afirmado que los beneficios conseguidos por las ventas de dichos ejemplares se destinarán a obras benéficas.