La convergencia tecnológica ya es un concepto obsoleto

En el panorama tecnológico actual, la tan meneada convergencia está desvaneciéndose al multiplicarse los soportes de transmisión: Internet, ondas de radio, infrarrojo, Bluetooth. Pero el rasgo principal es que la convergencia ya no existe en cuanto a las terminales de recepción, pues se tiende a diversificarlas más y más: con la computadora compiten, entre otros, los teléfonos celulares, las palmtops y, ahora, los chips embebidos en objetos. En vez de convergencia debería hablarse de divergencia de terminales informativas, tal como señaló hace ya tiempo un estudio de Dan O'Brien, del Forrester Group. O'Brien lo señaló claramente: “El consumidor de información accede a los medios a través de múltiples terminales”. Los enumeraba así: navegador web en la PC o la notebook, celulares con WAP y web, WebTV, palmtops, radio por Internet, tevé interactiva, e-mail y consola de juegos. Y lo definió ajustadamente como “un mundo de medios modulares”. Es esencial que los periodistas captemos este concepto, que se contrapone con el de la “sinergia” empresaria que se menciona en la nota editorial de este número. La de sinergia es una nefasta idea que, cabalgando sobre el concepto perimido de convergencia, tiende a achicar gastos tratando de compilar la información de un solo medio en cada una de las terminales noticiosas de la empresa multimedia. Debemos tener claro que la sinergia es meramente un recurso económico para achicar gastos y no surge, en absoluto, de la presunta convergencia. Por lo contrario, la divergencia de terminales incita a que los periodistas encontremos, creativamente, nuevas formas de comunicarnos con las audiencias adaptando nuestro lenguaje a cada una de esas salidas tecnológicas: no es lo mismo escribir noticias para la Web que para un teléfono celular.