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En Qué se Están Equivocando los Diarios Gratuitos en Estados Unidos

En Qué se Están Equivocando los Diarios Gratuitos en Estados Unidos

Por Roxanne Cooper / Fuente: www. revista-ideasonline.org

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
En mercados de todo el mundo, las compañías de medios están experimentando con distintas formas de llegar a las audiencias sin dueño. Las publicaciones para nichos dirigidas a lectores jóvenes se están multiplicándo tan rápido como los avisos de Viagra en las casillas de e-mail. Algunos de estos productos toman la forma de diarios gratuitos para el transporte de pasajeros o ‘commuters’, en tanto que otros son tabloides semanales dedicados a celebridades y su estilo de vida, que guardan una vaga semejanza con los semanarios de noticias alternativos. Por supuesto, no hay nada malo en experimentar con el propósito de llegar a los lectores jóvenes que no han adoptado el hábito del periódico diario. Pero ¿va a tener éxito alguno de estos periódicos nuevos en el largo plazo? Todavía nadie se ha pronunciado al respecto. Estos nuevos periódicos han puesto patas para arriba la ecuación de la publicación de periódicos. Los grandes periódicos son creados por gente apasionada con una visión que los impulsa – no por ‘focus groups’ y estudios de marketing. Crear un periódico exitoso no es lo mismo que vender lavandina. Uno no puede pedirle al químico que le agregue fragancia a lilas porque ese año está de moda. La conexión que crean los grandes periódicos con sus lectores corre más profundo que el ciclo de enjuague. Por lo visto, la investigación de mercado indica que la gente joven, hoy, ya no lee mucho, y que cuando lee no quiere lidiar con nada demasiado complejo o serio.
Todos los exóticos periódicos para la juventud parten de esas premisas. Pero los que yo he visto sufren de los siguientes problemas:
En su mayoría, solo son versiones adaptadas del periódico diario. Cubren esas mismas noticias que los adultos jóvenes ya han consumido en tiempo real en la TV o en Internet y, si es posible, las presentan con menos profundidad aún.

En un momento en que los estadounidenses, tanto jóvenes como mayores, mueren por la narrativa más que nunca antes – si no pregúntenlo a Hollywood – estos periódicos nuevos han abandonado completamente la virtud de la narración.

Los diarios para el transporte urbano están escritos en el estilo seco de Associated Press, en tanto las falsas alternativas – cuyos editores de mediana edad han visto aparentemente algo de MTV y escuchado algo de Eminem – son tan modernos como un tipo pelado con colita de caballo.

Ellos se apartan de la controversia real – a diferencia de la controversia fabricada entre Britney-Madonna – cueste lo que cueste, caminando como en puntas de pie sobre cáscaras de huevo para evitar ofender a algún lector o anunciante. (Como dijo recientemente Dan Savage, columnista de sexo y editor de The Stranger, “Si no hay nada en su periódico que vaya a molestar a un niño de 5 años, entonces los de 35 años van a buscar en otra parte el tipo de lectura que les atrae y habla en su idioma.”)
En Washington, D.C., el Post está experimentando con Express, que sigue el modelo de bocados de noticias recalentados de los diarios para commuters. Yo tomo el subterráneo todos los días y puedo confirmar que hay jóvenes que lo leen. Pero también veo a mucha, mucha gente joven, leyendo libros. Entonces ¿es exacto en realidad decir que no van a leer artículos de más de seis pulgadas de longitud?

Aunque temo y respeto los recursos financieros que ponen sobre la mesa las grandes compañías de medios que están detrás de estos nuevos periódicos, el lucro, como motivación, es un mal sustituto del tipo de energía creativa que probablemente produzca la próxima gran ola de publicación de periódicos.

Una regurgitación de 16 páginas de titulares que tienen 12 horas de vida, puesto en manos pasivas, y leído solamente si el pasajero se ha olvidado su aparato de conexión a Internet, es poco menos que un tiro al borde del arco luego de un trayecto en subterráneo de 10 minutos. ¿Cruzarán la calle los consumidores para recoger un ejemplar cuando los canillitas se hayan ido?

Lo dudo.
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