Una de las reporteras estrella de "The New York Times", cuestionada por sus exclusivas de Irak

Siendo aún muy reciente el escándalo propiciado por Jayson Blair, el ambicioso periodista por cuya causa tuvieron que dimitir el director y el subdirector del diario, estalla uno nuevo que podría tener consecuencias más graves aún, al tratarse de una de las firmas más conocidas del "The New York Times".
Días previos a la guerra, las informaciones de la veterana reportera del "Times" llenaron las portadas con titulares sobre el arsenal químico y bacteriológico de Husein, noticias por las que ahora es fuertemente cuestionada. "The Washington Post", por su parte, reveló ayer que la principal fuente de Miller fue el presidente del Congreso Nacional Iraquí, figura de la oposición más cercana al Pentágono.
La reportera ha reconocido a través de un correo electrónico enviado a otro redactor que su principal fuente ha sido Chalabi, a quien conoce hace más de diez años.
Por otra parte, el Congreso y los medios, "The New York Times" incluido, han pedido al residente Bush que aclare la presunta fiabilidad de los informes sobre el arsenal de Sadam Husein que se utilizaron para justificar la guerra. Miller, se encuentra en un severo aprieto, al haber sido acusada de manipular la opinión pública a favor de la guerra, pese a mantener una línea editorial crítica con el conflicto.