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Husmear: el trabajo de un reportero de investigación

Por Raymundo Riva Palacio/ www.investigacion.org

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
El reportaje de investigación intenta encontrar lo que el gobierno o los poderosos quieren ocultar. Por lo general, va en contra corriente de la tendencia informativa y, por su propia naturaleza, obtener la información para estos trabajos resulta mucho más complicado.
Los reporteros y reporteras de investigación forman el sector más glamoroso del periodismo. Son más propensos a ganar premios, a ser más conocidos, a hacerse famosos entre sus pares y, ocasionalmente, entre el público. Pero el trabajo de investigación es duro, difícil, muchas veces aburrido y en ocasiones, riesgoso. Se pasan días persiguiendo pistas que luego son inútiles. Semanas de esfuerzo pueden terminar en una nota o un reportaje que pasa inadvertido o, incluso, pueden terminar en nada. Las presiones y las amenazas suelen ser comunes, en especial para quienes trabajan en temas tales como narcotráfico, corrupción y otros.
¿Cómo empezar? La mayoría de las investigaciones se inicia con una intuición o un pitazo. Pero ningún buen reportero comienza una investigación a menos que exista una base de sospecha, ya que es obvio que no todos los pitazos son buenos. Los buenos reportajes de investigación también surgen de la observación personal; hay que tener bien abiertos los ojos.
Un ejemplo es el de un reportero del diario capitalino La Crónica, quien fue a bailar a una discoteca y descubrió lo fácil que es obtener drogas ilegales en algunos lugares frecuentados por jóvenes ricos de la ciudad. Empezó a investigar cómo era la situación en otros lugares similares y descubrió un gran centro de distribución de drogas y otras actividades ilegales en la ciudad de México.
Otros reportajes surgen de las estadísticas. Por ejemplo, un reportero que trabajaba en Reforma descubrió hace años que la tasa de mortalidad por cáncer entre mujeres aumentaba en unos estados del norte de México, mientras que la tendencia general era una disminución de esa tasa gracias a las campañas de salud pública y prevención.

Una vez que tienes tu sospecha o tu pitazo, la siguiente etapa es establecer una hipótesis, tal como "el alcalde es corrupto" o "hay negociaciones secretas sobre el Tratado de Libre Comercio". Las hipótesis resultan bastante útiles porque establecen un puente entre el proceso del reporteo de investigación y la investigación científica. En ambos casos, la hipótesis se refiere a lo que creemos que es verdad, lo cual nos permite iniciar una investigación sobre una base en concreto.
Ello no significa que durante la investigación no se pueda modificar una hipótesis. Pero nos permite enfocar el corazón del problema e iniciar la tarea de comprobarla o desecharla. Durante este proceso, podemos modificar nuestro enfoque ya sea porque la hipótesis no resulte correcta o porque encontremos una aún mejor.
El trabajo de investigación en sí tiene dos etapas: primero husmear y, si la respuesta es positiva, continuar la investigación. La revisión preliminar debe ser rápida, quizás en uno o dos días. El objetivo no es comprobar la hipótesis, sino averiguar si existen posibilidades de hacerlo. Esto requiere hablar con diferentes fuentes, ver los documentos y consultar a quienes sepan del asunto, muchas veces en la propia redacción. Pero si la respuesta inicial no es positiva, habrá que regresar a los otros indicios o pitazos.
La hipótesis nos dice a dónde queremos ir, pero debemos aclarar cuál es el camino para llegar allí. Para ello, hay que armar expedientes, y luego elaborar un plan de acción. Muchos hacen sus planes mentalmente, pero cuando se empieza, es bueno ponerlo en blanco y negro.
Durante la investigación es indispensable ser metódico y: revisar la nota diariamente para ver qué es lo que se ha aprendido y qué es lo que falta; durante las entrevistas, preguntar a quien más hay que entrevistar (o qué otros documentos hay que conseguir) elaborar un archivo cruzado de nombres, organizaciones e incidentes. Ignacio Rodríguez Reyna, quien ahora trabaja en la revista Milenio, usó un archivo cruzado con todas las empresas, los socios, los familiares y otros datos de Raúl Salinas, lo que le permitió investigar con mucha más profundidad los negocios y las cuentas del hermano incómodo cuando otros ni siquiera los reconocían como suyos. El método específico a seguir depende de cada reportero o reportera. Pero si carecen de un método, lo más probable es que se muevan en círculos o avancen en la dirección equivocada.
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