El San Francisco Examiner Pasa a Ser Gratuito

El resultado fue un periódico lleno de energía, de apariencia moderna, pero tradicional en su estilo "tabloide" de presentación de la información.
Ahora el Examiner se distribuirá gratuitamente, usando locales de comercio y puestos de diarios para su distribución. Supusimos que el Examiner estaba ingresando a una nueva era en su rica historia cuando pasó a ser tabloide. Ahora, en menos de un año, el Examiner se convierte en un periódico gratuito – sin duda un movimiento valiente, pero no sorprendente.
La prensa gratuita está haciendo una firme y bastante exitosa incursión en diversos mercados de áreas metropolitanas de todo el mundo. Los periódicos gratuitos existen desde hace años – si incluimos entre ellos a los shoppers [periódicos de propaganda de artículos]. Sin embargo, fueron los suecos los que aportaron más recientemente el periódico gratuito como lo conocemos hoy: generalmente compacto en su tamaño, de limitado número de páginas, pero que ofrece suficiente información y noticias para gente que de lo contrario podría vivir bastante felizmente sin leer el periódico diario.
En ciudades de toda Europa es bastante común encontrar estos periódicos gratuitos, en las entradas a los subterráneos, en las estaciones de trenes y de autobuses, y en algunas ciudades inclusive en estaciones de servicio y supermercados. El contenido informativo tradicional en un periódico gratuito es una serie de resúmenes de noticias (escritas casi como si fueran para consumo en Internet), pocas fotografías, y cantidades de artículos de servicio, tales como calendarios y agendas de qué hacer y dónde ir.
El tiempo que invierte el lector en un periódico gratuito es entre siete y once minutos, el tiempo que insume un trayecto promedio por tren o colectivo. Los lectores más jóvenes son los principales destinatarios – esa audiencia esquiva que todo gran periódico desea pero no puede atraer. En algunas ciudades, como Singapur, están dirigidos especialmente a los estudiantes secundarios y universitarios y son distribuidos a la salida de los colegios.
Al entrar el Examiner al mercado del "periódico gratuito", probablemente empiece una nueva era de competencia con su archi rival, el Chronicle. Es el tipo de competencia que ya ha hecho a muchos directores y editores de publicaciones de la prensa "paga", en docenas de ciudades tales como Estocolmo, Madrid, París, y Singapur, entre otras, suspirar hondo, sabiendo que, por cierto, la presencia de un periódico gratuito puede ser fuerte, y sí, que probablemente no vaya a desaparecer en ningún lapso breve.